Lograr la existencia de los derechos de los niños y su efectivo cumplimiento llevó siglos de debate y toma de conciencia por parte de la humanidad y su posible retroceso o anulación, en este sentido en Neuquén, podría haber llevado escasísimo tiempo de no haber mediado una resistencia civil persistente y consistente en los argumentos en su defensa.

En este sentido, en un día de aniversario de la ciudad como el de Neuquén capital, vale bien detenerse y reconfortarse ciudadanamente de lo cuanto que se logró al frenar al poder provincial neuquino en su afán de soplar la ley 2.302.

Los integrantes del Foro de Defensa de la Ley 2.302, a propósito de esta cuestión, sostienen que "a pesar de la permanente lucha que se ha dado en la exigibilidad de derechos vulnerados en nuestra infancia, debemos seguir concentrándonos en las situaciones más graves que la afectan:

" Derecho a la identidad: denunciando el tráfico de niños/as, a través de las sustracciones, apropiaciones, entregas directas, compra de niños/as, adopciones sin transparencia que vulneran el derecho a conocer su historia. Sin legislación que lo regule.

" Derechos de los niños/as en condiciones de extrema vulnerabilidad:

- niños/as en situación de calle: sin refugio que los proteja del frío, sin operadores de calle que ofrezcan otras alternativas, a merced del consumo de alcohol y otras sustancias, lucrándose con su infortunio, tercerizados, con un Estado totalmente ausente.

- niños/as que sufrieron maltrato, abuso sexual, abandono: nuevamente victimizados, muchos de ellos en familias que los requieren para sustentarse, sin espacios terapéuticos que los contengan, sin supervisión ni seguimiento.

" Derecho a la educación: escuelas que no garantizan las condiciones mínimas de seguridad o confort para dictar clases. Desinterés en conocer e incorporar a los chicos/as desescolarizados.

" Derecho a la salud: imposibilidad de garantizar las prestaciones básicas por vaciamiento de los Centros de Salud tanto de aquellos que brindan la atención primaria, como los Centros de mayor complejidad que deben garan

tizarles oportunamente los tratamientos oncológicos, cirugías, atención traumatológica, etc. La limitación la impone la falta de recurso humano como la falta de insumos".

No obstante "esta realidad", las organizaciones y personas que integran el Foro continúan exigiendo al Estado que cumpla con la responsabilidad asignada en la ley 2.302, que le indica ser el principal garante de todos los derechos que le asisten a la niñez y adolescencia. Por ello continuaremos con la acciones que desde hace años llevamos a cabo en pos de que cada niño/a y cada familia pueda desarrollarse como sujetos de derechos".

Ante esta realidad donde una ley no es letra muerta ni una "declamación de buenos deseos" para la infancia, el Foro sostiene que la ley 2.302 "es una herramienta posible de ser utilizada para exigir derechos para la infancia, comenzamos a darnos modos de organización, para el cumplimiento y aplicación de la ley".

¿Muchos logros han conseguido? "Sí", no dudan en responder. Y agregan: Tener en la provincia desde hace seis años una Legislación de Protección Integral, armoniosa con la CIDN. No tener en la provincia niños/as y adolescentes privados de su libertad. No haber permitido hasta la fecha que se reforme la Ley ni desde el ámbito ejecutivo ni judicial.

¿Dificultades? "Muchas, también". Desde el acoso judicial a la prepotencia gubernamental. Pero ninguna los detuvo, admiten. Y enumeran: Necesidad de una permanente exigencia de la aplicación de la ley, al principal deudor de la infancia: el Estado. Las políticas de achicamiento y desmantelamiento del mismo, en las áreas de educación, salud y acción social ponen en grave riesgo a más de la mitad de nuestra población infanto juvenil (58,9% son pobres), que representa el 50% en nuestra pirámide poblacional.