En junio de 1969 un grupo de travestis, gays y lesbianas se abroqueló en un bar de Nueva York para resistir los embates de la policía. El nombre del local era "Stonewall, y desde entonces, todos los 28 de Junio se conmemora esa jornada para reivindicar derechos, que en todo el mundo se conoce como Día del Orgullo Gay. Desde hace un par de años, la celebración también se instaló en las calles de la capital neuquina.

"Nuestras vidas como lesbianas, gays y travestis se desarrollan en un escenario de pobreza, de violencia de Estado, de precarización de la existencia y del trabajo, de profunda misoginia y violencia contra las mujeres, de persecución, agresiones y asesinatos de travestis; por eso sostenemos como exigencia el lema convocante "Vivir y amar sin represión", sostenía un comunicado del grupo Fugitivas del Desierto, Lesbianas Feministas, que circuló en la celebración de 2007.

En Neuquén hay al menos tres organizaciones que pelean por la igualdad de condiciones, derechos y oportunidades. Las otras dos son la Asociación Conciencia Vida de Travestis y la Comunidad Homosexual del Comahue.

Tienen una tarea ardua: las y los integrantes de estas comunidades sostienen que "todavía es muy difícil salir a dar la cara. Pero las muestras de homofobia, lesbofobia, transfobia y travestofobia se repiten en toda la sociedad, a veces sutilmente y otras con la impunidad del homicidio", como el de Luciana, una travesti que perdió la vida, y cuya causa denunció meses atrás el Colectivo Feminista La Revuelta. Al margen de las propias reivindicaciones, estos organismos han aportado su presencia en luchas de otros sectores sociales, como la de los obreros de la ex Cerámica Zanon, y las que han dado los maestros afiliados al sindicato ATEN, pero también mediante posicionamientos públicos como en el caso de la legislación que establece penas para quienes realicen un aborto.

LEGITIMO DERECHO A LA DIFERENCIA

Prueba de esta participación que busca ser más amplia, es la conformación de la Comunidad Homosexual del Comahue, que nació durante un acampe en la Casa de Gobierno, en abril pasado, durante una protesta tras la muerte del docente Carlos Fuentealba.

Más allá de esto, sus integrantes han manifestado que lo que buscan es una respuesta política alternativa a los actuales encuadres normativos que promueven un único modo de vivir los cuerpos, el deseo, los placeres y los afectos.

Con la presentación del problema, con el desembarco de la tensión en la calle, demuestran su postura de luchar contra la naturalidad de la "heteronormatividad", según expresaron en un comunicado en conjunto meses atrás.

La postura que exponen es la de construir un contexto cultural, político, económico y social, que no sea excluyente y condicionante de otras formas de pensar y sentir.

En un carril paralelo, transita el posicionamiento de las feministas de la ciudad: Todos los 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la No Violencia contra las Mujeres, y de eso también queda constancia en las calles de Neuquén.

Un documento del grupo "La Revuelta" expresa los motivos por los que salen a la calle. "Las mujeres de todo el mundo seguimos siendo víctimas de formas crueles de violencia que ejercen los fundamentalistas de todo pelaje, el capitalismo y su socio principal, el patriarcado", consignan.

El mismo texto señala que "queremos seguir combatiendo toda forma de dictadura, de terrorismo y torturas perpetradas por el aparato estatal, pero también porque combatimos las dictaduras y torturas que sufrimos las mujeres todos los días, esas que de tan cotidianas ni siquiera se nombran como tales".