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Los que no cuelgan los botines
Lejos de la nostalgia y cerca del deseo de seguir sintiendo la gota en la frente: los seniors no paran.
El contacto con la naturaleza o el sentido de pertenencia a un grupo los acercan al deporte.

El juego nos ha acompañado desde la existencia misma. Es la primera estimulación mental y física del ser humano, y desde donde comienzan a despuntar habilidades y destrezas.
Todo transita por carriles normales hasta que la exigencia de la actividad le pasa factura a la edad e invita al deportista al reposo. Es ahí cuando se desencadena el conflicto. Tanto para aquellos que lo hacen profesionalmente, como para los otros (nosotros), que son (somos) la gran mayoría. Y la frase tan temida: “A colgar los botines”. Una expresión futbolera extensiva a todos los deportes.
Dejar a un lado una actividad que nos ha escoltado toda la vida, lleva inevitablemente a una situación crítica. Sin embargo, la voluntad no renuncia ante el juego. Hay un dejo de rebeldía innegable en aquellas personas para las cuáles el tiempo se ha transformado en una especie de enemigo invisible. El almanaque aprieta, pero el deshoje es ignorado. Cuando la etapa de “jugar en primera” transita los últimos metros, muchos lo aceptan sólo como el fin de un ciclo, bien lejos de un remate terminal.
A partir de ahí comienza otra fase. Sin tantas exigencias y más cerca de la génesis del esparcimiento que de la competencia. Pero en la esencia, la misma fibra e idéntica pasión.
En Roca, esta situación naturalmente no es ajena. Con gran tradición deportiva en muchas actividades, y con escenarios naturales envidiables, la movida ‘seniors’ hace furor en la ciudad.
Fútbol, básquet, rugby, atletismo y handbol, son algunas de las disciplinas en donde se desespereza la pasión. Diferentes torneos para todos los gustos, le dan vida y sentido a cientos de deportistas, que aún conservan buenas dosis de adrenalina en pos de la defensa de una divisa, en bajar la marca de un reloj o en apoyar una guinda bajo las ‘haches’ como en los buenos viejos tiempos.
La postura lejos está de ser un arrebato de nostalgia. Continuar de grande con el deporte que los formó de niño, es el simple fin de muchos. Alejados de las luminarias del éxito, pero cerca del deseo de seguir sintiendo la gota de sudor corriendo por la frente, los seniors siguen dando pelea.



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