|
||
La ganadería ya perdió 12 millones de has | ||
La agricultura continúa desplazando al sector ganadero. Subir la oferta porcina, una de las alternativas de Daniel Rearte. | ||
BUENOS AIRES (ABA). - Restringir parte del consumo de carne vacuna e incrementar la dedicada a la porcina, así como la necesidad de aumentar las superficies de pasto, fueron dos de los cambios sugeridos por el investigador del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Balcarce, Daniel Rearte, para evitar la crisis que puede desencadenar el desplazamiento de la ganadería por la agricultura. Las estadísticas oficiales muestran la magnitud del problema por la que pasa la ganadería. Durante el primer semestre del año se toco un nuevo record en la liquidación de stocks: la agricultura ya quitó algo más de 12 millones de hectáreas a la ganadería, producto de la falta de expectativas que presenta el sector. Todos datos más que preocupantes. El experto consideró imperioso que se le ponga ya un tope a la faena de bovinos hembras. Con estadísticas nutridas de un análisis capaz de derrumbar muchos mitos, Rearte despertó un notable interés con su disertación realizada durante la última exposición de la Sociedad Rural Argentina (SRA) en Palermo, tras la cual también mantuvo una entrevista con "Río Negro" sobre las perspectivas de la ganadería en nuestro país. Un dato saliente es que Argentina es el país con mayor consumo de carne vacuna, con 65 kilos per cápita por año (tendencia que va en aumento) y en tal sentido lo que impacta es la magnitud, ya que muy lejos le sigue Estados Unidos, con 43,2 kg per cápita, que desplazó a un tercer lugar a Uruguay con 41 kilos. El volumen de consumo de carne en nuestro país con un ingreso de 4.000 dólares per cápita se asemeja (destacando que no llega a todos los sectores del país por igual) al de los desarrollados con rentas y producto bruto cinco veces mayores. "Sé que lo que voy a afirmar puede resultar antipático, pero inquirió Rearte no se si Argentina se puede dar ese lujo. Si bajáramos a 50 kilos de consumo per cápita (manteniendo la producción) estaríamos liberando15 kilos por persona al mercado internacional". En la concepción de Rearte, el "cuello de botella" quedaría eliminado apuntalando la carne porcina. Sobre éste rubro especificó el técnico la regla es que los países cerealeros sean productores y exportadores de cerdos, mientras que los no cerealeros sean importadores. Pero como toda regla, tiene excepciones. Una es Chile, que pese a carecer de maíz es el sexto exportador mundial de porcinos. Y la otra Argentina, que siendo su territorio cerealero es netamente importador, especialmente con destino a embutidos. Ello en un contexto en que la carne de cerdo es la que más se produce y consume en el mundo (seguida curiosamente de la aviar y vacuna). Los chinos, de acuerdo al detalle que brindó Rearte, han percibido este fenómeno por lo cual, pese a que "teóricamente" se lo considera un país demandante, sus crecimientos en exportación son exponenciales. La producción de carne porcina es liderada por dicho país asiático, seguida de la Comunidad Europea, Estados Unidos, Brasil, Canadá y Rusia. Pero otra cosa es el valor de la comercialización y en este caso la carne vacuna es la más importante en el mercado internacional, con una demanda en crecimiento fuerte y sostenido. Rearte indicó que es otra de las razones (liberar vacunos para le exportación) por las que un vuelco vernáculo a la carne porcina aliviaría el panorama. ¿Porqué el investigador pone la lupa en la carne porcina y no en la aviar o en la ovina? Ello se debe explicó a que la aviar está cumpliendo su rol de "ayuda" (el consumo interno de aves ya superó los 30 kilos per cápita), con una producción en alza (Argentina es el séptimo en el mundo, siendo el primero Estados Unidos) y en la exportación (es el sexto exportador de carne aviar). Es decir, el entrevistado aspira a que ocurra con la carne porcina un fenómeno similar al ocurrido en nuestro país durante las décadas pasadas con la aviar (ver entrevista). En el caso de los ovinos, expresó Rearte, la realidad es que existe un faltante en la producción a tal punto que de la cuota de 20.000 toneladas para exportación hacia la UE sólo se llegan a vender 5.000 toneladas de una especie de carne que, si crece, se destina al mercado externo. El desarrollo de la producción ovina, por otra parte, es mucho más complejo de instrumentar y llevaría más tiempo del que se necesita para el porcino. El destacado técnico se refirió a la dimensión del ganado vacuno en el comercio mundial. "Siempre se hablaba de hasta dónde podía llegar el mercado de carne vacuna, pero durante años se lo consideraba estancado en 5 millones de toneladas. Hoy estamos en 7,5 millones de toneladas, por lo que hasta ha superado a la carne aviar en ese indicador", destacó el ex coordinador del programa nacional de Investigación Carne y Leche, quien además insistió en que se trata de una demanda creciente, "con alto valor y precios en alza".
DATOS ESTADISTICOS DEL SECTOR En cuanto a stock vacuno, los países están alineados así: India (donde el animal tiene significado religioso), Brasil, China, Estados Unidos, Comunidad Europea, seguida de nuestro país. Un stock en la mayoría de los países "estabilizados" con crecimiento en Brasil, China y los estados de la Unión Europea. El principal exportador de carnes ha pasado a ser Brasil, luego Australia (que desplazó a Estados Unidos por problemas sanitarios sufridos por el ganado en el país del norte) y Argentina en quinto lugar, lo que equivale a ser un protagonista con este indicador que registró un ascenso el último año tras una caída circunstancial en temporadas anteriores. En tanto Brasil, que venía ampliando las distancias, detuvo su crecimiento perjudicado por la presencia de aftosa en parte de su territorio. Junto a tal panorama externo, la situación de Argentina es que a la vez se encuentra con la aludida demanda interna creciente, lo que Rearte definió como un "conflicto de oportunidades" motivado por la "crisis de crecimiento". Es que esa fuerte demanda se encuentra con pérdidas de superficies que se vuelcan hacia la agricultura. Traducido en cifras: en los últimos siete años, la ganadería argentina perdió 12 millones de hectáreas. Como una de las respuestas, el especialista del agro propuso mejorar el pastoreo para pasar a 3 millones y medio de toneladas (algunas estadísticas mencionan algo más de 3 millones en la actualidad), satisfaciendo un consumo de 50 kg per cápita, dejando 1,2 millones de toneladas libres para exportación. El otro punto relacionado, es la recomposición del stock porcino, sobre lo cual existen trabajos con proyecciones del INTA. Una notoria modificación se registró en los últimos 15 años en la distribución territorial del ganado vacuno, que pasó de estar en un 72% en la Pampa Húmeda a un 56% (equivale a 3 millones de cabezas). Para Rearte no es una preocupación mayor, ya que esa región no sólo mantiene la mitad del stock ganadero vacuno del país sino que en las zonas donde se ha desplazado (NOA y NEA) los nuevos protagonistas introdujeron la más moderna tecnología en gran parte aplicada al follaje. De acuerdo a la última campaña 2007, el stock total llegaría a 55 millones de cabezas, por lo que en concepción de Rearte queda crecer horizontalmente para lo que es primordial aumentar la producción de pasto. "A ello le sigue el cuidado sanitario, pero de qué sirve el control si no hay alimento para las vacas", espetó el disertante. El otro tema de gravedad es la faena exagerada de hembras, sobre todo en terneras, que desde enero aumentó un 131%. Rearte recordó que el INTA tiene en marcha proyectos de calidad-productividad, nutrición-calidad y genética de carnes. Frente a quienes relativizan la problemática del campo como un tema más, el ingeniero agrónomo acotó que Argentina no es un país como Arabia Saudita y tantos otros cuyo eje pasa por el petróleo sino que, salvando las diferencias, su sostén es el sector agropecuario.
CLAUDIO RABINOVITCH |
||
Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí | ||