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No sólo la noche estuvo fría

El pitazo final de Daniel Raffa desnudó a una 'Bombonera' desconocida, fría, casi lejana. Más allá del triunfo, los hinchas no quedaron nada conformes con el nivel del equipo de Miguel Russo, y lo hicieron saber con su indiferencia y algunos tibios silbidos.

Boca, con Palermo a la cabeza, se retiró con los ojos perdidos en el césped de la cancha cuando el partido se había extinguido.

Los hinchas no los despidieron con los habituales aplausos y la mayoría prefirió retirarse en silencio, sumergidos en ropas bien abrigadas, dado el intenso frío y la lluvia de la tarde-noche.

Nadie se retiró tranquilo del estadio. Incluso Russo, en su contacto con la prensa en la zona de vestuarios, mostró en su rostro la preocupación que golpea a todo el plantel.

El entrenador volvió a dejar en claro que JR Riquelme es "insustituible" en este equipo porque es el único que sabía manejar los tiempos. "Hay que aprender a jugar sin él", señaló con algo de resignación, aunque a la vez repite que no todo está perdido en las negociaciones por repatriar al 'Torero'.

Lo del '10' es hoy casi una cuestión de estado en el club de La Ribera. Sucede que su ausencia es la causa de la languidez ofensiva. Es la clave para entender el bajísimo rendimiento que evidencian Rodrigo Palacio y Martín Palermo, una dupla que de letal pasó a ser inofensiva.



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