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Chos Malal: pueblo y escuela

Como militar, Manuel José Olascoaga había trotado por territorio neuquino husmeando los solitarios recovecos de su topografía tan especial que el triángulo cordillera, Barrancas, Neuquén y Limay fijarían después como límites territoriales y que el gobierno le encomendara ponerle brújula y teodolito en 1880, andanzas reflejadas después en dos de sus soberbias publicaciones. Y hasta se animó en proyecto de ferrocarril desde Mendoza a Ñorquín, paralelo a la cordillera y con ramal trasandino a Chile. Seguramente tenía en mente la región de Campana Mahuida, Codihue, Ñorquín, por los cercanos asentamientos militares e iniciales pobladores, para finalmente decidirse por la actual Chos Malal.
Sus conocimientos geográficos y topográficos y la amistad con Roca –desde antes y en 1879, durante la campaña– muy posiblemente influyeron en la decisión de nombrarlo gobernador del flamante territorio neuquino que creó –con otros– la ley 1.532 de 1884. Casi de inmediato llegaron su nombramiento de primer gobernador –en comisión inicialmente por no funcionar el Congreso– y el traslado a Carmen de Patagones en vapor con personal, elementos, materiales y algunos colonos que desistirían. El proyecto de viaje en el vaporcito “Limay” hasta Fuerte Roca fracasó por el bajo nivel del Negro. Afrontar el largo trayecto por tierra, la solución. Casi un año de espera en los pueblos que fundara Francisco de Viedma y Narváez. Finalmente, carretas, bueyes y alrededor de 150 personas se ponen en marcha el 10 de marzo de 1886. La designada primera capital territorial Campana Mahuida es desechada y la estadía en Ñorquín por razones climáticas prolonga la llegada hasta cercanías de “las juntas” del Neuquén y el Curi Leuvú, tocando el fortín V División. Se llamaría Chos Malal –desde siempre “corral amarillo”– y todavía no sabemos si hubo saludos espada en mano y algún otro ceremonial fundador, pero quedó el valioso documento notarial de 25 de mayo de 1889: “Escritura número uno, de Escritura de la Escribanía de Gobierno a cargo de D. José Camiña Torres. En Chos Malal, Territorio Nacional del Neuquén”, que por orden del gobernador Olascoaga “formuló y registró la presente acta de fundación de un pueblo, acontecimiento que tuvo lugar el día cuatro de agosto del año mil ochocientos ochenta y siete a las cuatro p.m. fecha y hora en que S.S. el gobernador tomó posesión de la localidad Sud y 10º 05’ longitud Oeste del meridiano de Buenos Aires sobre la ribera Norte y confluencia de los ríos Neuquén y Cureleubú, con la intención expresada que le fue comunicada al Superior Gobierno, pidiéndose a la vez se declarara esta localidad, Capital definitiva del Territorio” (sic).
El presidente Juárez Celman y el ministro E. Wilde habían accedido a la propuesta de Olascoaga por decreto de 14 de mayo de 1888 y a la vez dado ese destino para los lotes que habían sido adjudicados a Lucio V. Mansilla: “Artículo 1º. Desígnase para establecimiento de la Gobernación del Neuquén el lote número ocho, fracción D. Sección XXX de ese territorio en el que está comprendido el paraje denominado Chos Malal, en sustitución de la población de Campana Mahuida, señalada con el mismo objeto en el artículo 3º del Decreto 12 de diciembre de 1884 que queda modificado en esa parte...”.
Olascoaga llevó en sus pacíficas alforjas militares la imprenta, donde asomó el primer periódico neuquino, “La Estrella de Chos Malal”, pero también la educación para niños y jóvenes, y así surgió –a las pocas horas puede decirse– la primera escuela chosmalense. El máximo médico e historiador neuquino, que fuera alumno de la inicial escuela, recordaría en escrito de su autoría: “La escuela de Chos Malal tiene una historia sencilla, pero noble y simbólica. Fue fundada el 6 de agosto de 1887. Fue su primera directora la señorita Desideria Landestoy que tenía a la sazón 18 años de edad... funcionaba en una pequeña casilla que estaba situada en el centro de la plaza San Martín... Su moblaje fue traído desde Ñorquín, en donde se iba a utilizar en una escuela que no llegó a fundarse, porque la directora designada no logró aclimatarse”. (Alvarez, G. 1951)
Desideria Landestoy fue nombrada el 29 de abril de 1887, el 7 de mayo recibió el moblaje y el 6 de agosto de 1887 inició las clases. Su familia vivía en Ñorquín y luego se le encomendó fundar la escuela de Rahueco en 1895. Se casó con el vecino Ramón Medrano, siendo reemplazada en la escuela de Chos Malal por Fernando Lannes. Luego de obtenida la jubilación se radicó en Buenos Aires, donde falleció en 1951 a los ochenta y un años (foto). El Dr. Alvarez no tenía ninguna duda de que la actual primaria Nº 327 fue la primera escuela que funcionó en Chos Malal, a la que nos venimos refiriendo, y en cierta oportunidad escribió: “Por los documentos que posee, se comprueba ser la primera escuela fundada en el Territorio; pero no se encuentra hasta el presente (1951) en el Organismo Oficial correspondiente la documentación que confirme tales hechos y justifique la restitución del ‘número uno’ que le pertenece y que por una disposición que nos entristece, adoptada sin haber tenido en cuenta su cronología, jerarquía y otras circunstancias, se mantiene hasta el presente... la vieja escuela, seguirá siendo la fundadora para los que concurrimos al llamado de su primera campana... esta escuela, heredera de la primera escuelita de Neuquén; esta escuela que ha formado las mentes de los primeros niños de Chos Malal...”. Gregorio Alvarez tuvo aquella expresión con motivo de la inauguración del nuevo edificio de la escuela en 1951 y considerando el cambio de numeración producido, Nº 15 y escuela de frontera Nº 3. Por el momento se indicaría que la actual Nº 327 es la heredera de aquella primera escuela de 1887, que cumplió 120 años, a la que concurrieron destacados vecinos y también José Manuel y Laurentino, hijos de Olascoaga, a lo mejor un poco olvidados y merecedores de un recuerdo. Si es escrito e ilustrado, mejor.
 
Bibliografía y fuentes principales: Alvarez G., Historia. V, 1988. Boletín, Neuquenia, 1951. Diario Sur Argentino, agosto de 1987. Carrasco G. de Buenos Aires, 1902. Pérez Morando H., Las oportunidades, 2005 y Chos Malal, 2006. Olascoaga M. J., Topografía, 1901 y Estudio, 1930. Libra Editora, Anuario 1994. Revista del Centenario, 1987. Archivo del diario Río Negro. Biblioteca Patagónica (VECh) y otros.

(*) Periodista. Investigador de historia patagónica

 



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