Los especialistas en economía ganadera sostienen desde hace más de una década que los mercados internacionales desbordan de oportunidades para la carne argentina, afirmación en la cual fundamentan la importancia de que la genética bovina avance a pasos agigantados. La consigna pasa por no bajar los brazos, y esa búsqueda por parte de los productores pecuarios se redescubre cada año en la pista de Palermo. Desde la actividad ganadera los motivos para desanimarse sobran, pero el productor sectorial también tiene características especiales que lo llevan a no detenerse a la hora de mejorar planteles vía genética de punta, a pesar de que la agricultura resulta cada día más rentable para el campo. Una recorrida de DyN por la muestra arrojó como respuesta casi unánime que los cabañeros siguen interesados en comprar reproductores de pedigrí, embriones y semen para la inseminación artificial. Los especialistas que trabajan en el predio de la Rural aseguran que una prueba fehaciente de que la incorporación de genética no cesa en el país la dan los fenomenales valores que se logran en los remates de reproductores bovinos.
|