Los mercados bursátiles mundiales se encuentran inmersos en un sube y baja permanente que quedó demostrado una vez más en la última semana al resurgir los temores de un contagio de la crisis financiera tras el derrumbe de la acción de una compañía de préstamos hipotecarios en Wall Street. El maremoto se originó el martes en la Bolsa de Nueva York, que pasó toda la mañana en verde pero finalmente sucumbió a las inquietudes en los sectores inmobiliario y financiero: el Dow Jones perdió un 1,10% y el Nasdaq, un 1,43%. Los mercados estadounidenses dieron marcha atrás cuando American Home Mortgage (AHM), un organismo de refinanciación de préstamos hipotecarios, anunció que no podía reembolsar 300 millones de dólares de vencimientos que expiraban el lunes y que podría declarar una moratoria sobre otros vencimientos. Esta declaración reactivó los temores de un contagio al sector financiero de la crisis inmobiliaria, provocada en su inicio por las dificultades de los hogares que contrajeron créditos hipotecarios de riesgo (“subprime mortgages”) para reembolsar sus préstamos en momentos en que suben las tasas de interés. “El aspecto inquietante de esta historia es que American Home Mortgage no está especializada en los ‘subprime’ sino en los ‘ALT-A’”, un término que designa a quienes piden prestado y tienen una buena calidad de crédito pero no someten toda la documentación requerida para obtener un crédito normal, explicó la casa de corretaje Aurel Leven. En general, los créditos ALT-A son solicitados por gente que tiene una fuente de ingreso inestable o poco ingreso documentado como para calificar para un crédito común y corriente para la casa que desean comprar. “Estamos ante un caso de ‘credit crunch’ (endurecimiento de las condiciones de crédito) que ya no concierne tan sólo a unos hogares con malas calificaciones” de crédito, añadió la casa de corretaje al comentar el derrumbe del 89% del título de AHM en Wall Street. Según Aurel Leven, esta crisis corre el riesgo de absorber la liquidez de los mercados y de comprometer el financiamiento de operaciones, sobre todo las compras por endeudamiento, a fin de sostener las cotizaciones. Además, la Bolsa australiana amplificó el movimiento de pánico mundial tras declaraciones del banco Macquarie, advirtiendo que dos de sus fondos sufrirían pérdidas que pueden ascender hasta los 258 millones de dólares estadounidenses a raíz de la crisis de los “subprimes”. El título del Macquarie Bank cayó cerca de 11% mientras que uno de sus fondos, Fortress, perdió cerca de un cuarto de su valor. Nadie sabe, no obstante, cuál será el impacto de la crisis estadounidense, advierten los analistas. “Sólo podemos esperar”, se lamentó Song Seng Wun, responsable de investigación del CIMB-GK en Singapur. “Si la economía estadounidense sigue creciendo, el impacto podría ser limitado pero, en caso contrario, podría agravarse”, agregó. Por su parte, el candidato a director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, descartó el miércoles que los problemas del sector inmobiliario en Estados Unidos signifiquen riesgos de recesión en ese país, pero llamó a mantener la vigilancia sobre la evolución de los mercados. “No hay recesión (en Estados Unidos), lo que hay es un problema serio en el mercado inmobiliario”, dijo Strauss-Kahn a la prensa en Brasilia tras ser recibido por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
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