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Más ventas de los supermercados
Intentan preservar los niveles de estabilidad y
el comportamiento de los precios.
Entre el 2005 y el 2010 habrán abierto 200 locales, sin incluir las cadenas de provincias.

BUENOS AIRES.- Un “acuerdo” de precios más de alguna manera impuso el presidente Néstor Kirchner a representantes de Coto, Jumbo, Carrefour, Leader Price-Casino, Best-La Anónima y de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) el 23 de julio último. A los cuatro días, lo mismo les ocurrió a los presidentes de la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios y de la Asociación de Distribuidores Mayoristas, mientras se aguardaba otro tanto para la Cámara Argentina de Supermercados de Residentes Chinos (Casrech) y “todos los otros sectores”.
Miguel Peirano, aún flamante ministro de Economía y Producción, señaló que se busca “preservar los niveles de estabilidad y el comportamiento de los precios”. Anticipó, también, su intención de “definir las pautas no sólo con los grandes actores de cada cadena sino de dictarlas desde el Poder Ejecutivo Nacional para que sean las mismas para los más pequeños”.
”Acordamos con las cadenas de comercialización más importantes del país que si no hay aumentos de sus proveedores tampoco habrá aumentos en las góndolas”, publicitó Mario Guillermo Moreno, secretario de Comercio Interior.
Este año faltaron productos básicos. Los doce cortes “populares” de carne vacuna previstos en los “acuerdos” casi desaparecieron de las góndolas en abril pasado, en parte por factores climáticos adversos, pero en carnicerías se conseguían pagando un 20% más que lo “sugerido”. Entonces y después tampoco se encontraron determinadas verduras y pescados; lácteos –las entregas llegaron a ser un 30% inferiores a las habituales, comprobándose incluso el retiro de las segundas marcas porque las fábricas prefirieron exportar–; arroz, galletitas y panificados; aceites, gaseosas y aguas; artículos de limpieza (como lavandina y detergentes) y pañales.
Fernando Suban, gerente general de ACNielsen, sostuvo que se confundieron los intentos del gobierno por contener la inflación por debajo de los dos dígitos y que hubo firmas que dejaron de vender productos de bajo precio, aun aquellos no “acordados”, por convenirles vender los más caros.
“El compromiso es de estabilidad de márgenes, es decir que, si hay aumentos por parte de los proveedores, tienen la posibilidad de trasladarlos a las góndolas –aclaró hace unos días Moreno–.
La encuesta de supermercados del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), correspondiente a junio (último dato disponible) y difundida el 27 de julio, reveló una variación interanual de los índices de precios implícitos del 11,3%, cuando el de precios al consumidor (IPC), “dibujado” por los acólitos de Moreno fue del 3,9%.
El relevamiento de los supermercados abarcó 72 empresas con 1.495 bocas de expendio en todo el país, con 88.562 empleados hasta mayo de este año inclusive, o sea, un 3,9% más en relación con igual mes del 2006. En cuanto a las ventas de junio, comparadas con idéntico período del año pasado aumentaron un 13,3% en términos desestacionalizados y un 29,8% con estacionalidad.
Por los “acuerdos” disminuyó la rentabilidad de los productos y hubo achicamiento de tamaños y envases. No obstante, el supermercadismo volvió a crecer por la recuperación del consumo y la mejora en los ingresos de la población. En la consultora CCR destacaron que muchos consumidores comenzaron a gratificarse y eso impulsó el crecimiento de más de 110 categorías de marcas “premium”. A su vez, Latin Panel Argentina verificó en el primer trimestre del 2007 que las ventas de primeras marcas incluidas en la canasta básica treparon el 13% respecto del mismo lapso anterior y que el 52% de los presupuestos de 3.000 hogares del país se destinaba a las mismas.
Las ventas de las cadenas consideradas por la encuesta oficial ascendieron a 24.633 millones de pesos en el 2006, o sea, un 17,8% más que en el 2005, cuando se aproximaron a 20.918 millones. Durante este año aumentarían entre el 18 y el 20% en comparación con el año pasado, estimaron en CCR.
Los supermercadistas impulsan –Wal-Mart sería una excepción– ofertas y descuentos con tarjetas de crédito o débito. En ACNielsen aseveraron que para el 75% de los consumidores era “fundamental” que fueran aceptadas. Además, las grandes cadenas utilizan cada vez más sus propias tarjetas para fidelizar clientes, financiándoles compras y beneficiándolos con premios por puntos acumulados en las operaciones.
En uno de los principales supermercados reconocieron que los competidores ya no son sólo los colegas sino, además, los autoservicios, almacenes y quioscos. Los grandes buscan atraer a quienes compran en comercios “de cercanía”, cuando se viene acentuando una tendencia a reducir las superficies de los locales. Los “discounts” (“tiendas de descuento”), por su parte, procuran reconvertirse en supermercados teniendo en cuenta que “los consumidores quieren no sólo buenos precios y proximidad sino variedad y calidad”.
Durante la última década se vendieron las cadenas locales Norte, Disco, Tía y Libertad; Coto no se dejó convencer, pese a que Wal-Mart le habría ofrecido 1.200 millones de dólares para adquirirlo. El canal de distribución minorista en la Argentina tiene una de las mayores participaciones de capital extranjero, con aproximadamente el 70%, de acuerdo con la Confederación Argentina de la Mediana Empresa. Mientras tanto, esa proporción era en España del 31%; en Holanda, del 26%; en Brasil, del 14%, y el Chile, del 2,7%. Este año se inaugurarán locales, sobre todo en el interior, en ciudades de más de 200.000 habitantes, con formatos más chicos y especializados.
Al concluir el quinquenio 2005-2010 habrán abierto 200, sin incluir los de cadenas de provincias.

Chinos encaran reconversión

BUENOS AIRES.- Ya habría en el país unos 4.100 autoservicios y supermercados denominados “chinos” por el origen de sus propietarios, de los cuales 1.300 están en la Capital Federal, 1.000 en el resto de la provincia de Buenos Aires, 110 en Santa Fe, 100 en Mendoza y Neuquén y 1.590 en el resto del país.
En las recientes terceras jornadas sectoriales, la consultora ACNielsen informó que captan el 25% de las ventas totales. A los comercios tradicionales les corresponde el 35% y a las grandes cadenas, el 34%. Advirtió que desde setiembre pasado se desaceleró el crecimiento, sobre todo en la Capital Federal, donde esa presencia asiática quedó saturada y avanzó el supermercadismo grande, pero duplicó su presencia en el interior. Estos comercios facturan unos 8.500 millones de pesos anuales y son elegidos por los estratos económicos medio-bajos (C3) y bajos (D1 y D2), por sus precios y la cercanía de los locales.
La Cámara de Autoservicios y Supermercados Propiedad de Residentes Chinos (Casrech), que nuclea a más de 2.600 socios, contrató a la consultora CCR para estudiar movimientos de sus clientes y mejorar puntos de venta. Aparte, contrató a Draft FCB Argentina para diseñar “Red economía”, con el propósito de unificar estrategias. La primera etapa abarca la comercialización de ubicaciones en góndolas, por las que se pagaron entre 100 y 500 pesos mensuales, en efectivo o por canje de productos. En la segunda, iniciada en junio, proporciona exhibición preferencial, reposición y manejo de los productos.
Todo eso se vincula con el crecimiento de las ventas en un 20%, promedio, durante el 2006 respecto del 2005, de acuerdo con AC Nielsen.
Miguel Calvete, vicepresidente ejecutivo de Casrech, advirtió que las subas de los alquileres en el área metropolitana replantearon el modelo del negocio y obligaron al 20% de sus ocupantes a mudarse a superficies de entre 150 y 200 metros cuadrados –cuando eran de 250 a 300–, con góndolas menos amplias, pero con una oferta similar de rubros y menos marcas, y sin depósitos propios, por lo que recurrirían a los de terceros. Por la eliminación progresiva de carnicerías y verdulerías, negociaron con frigoríficos para ofrecer cortes vacunos envasados al vacío.
Los “chinos” están dejando de comprar en los autoservicios mayoristas. Empezaron a armar grupos de compras con los que obtienen importantes descuentos por pagos al contado en distintas cooperativas –como la vitivinícola Fecovita, de Mendoza; azucareras de Tucumán y arroceras de Entre Ríos– y fábricas, con la intención de evitar gastos de la intermediación mayorista del 8 al 10%. Las mayores ganancias obtenidas serán destinadas a mejorar la imagen en los puntos de ventas.
En el distrito bonaerense de Lanús, en el 2000 se formó una asociación de 32 almacenes y autoservicios con la marca “Grupo Sumar” para realizar compras conjuntas en fábricas. Las concentran en un depósito y así enfrentan en mejores condiciones competitivas a los “chinos”, las grandes cadenas y las “tiendas de descuento”. De esa manera, consiguieron rebajas del 15 al 20% que trasladaron a los precios finales, consiguiendo así “fidelidad de los clientes, diversidad de productos y ofertas semanales en determinados artículos”.

Empresas que buscan
adaptarse a nuevas exigencias

BUENOS AIRES.- Superada la crisis recesiva, el supermercadismo busca ofrecer lugares de compras de proximidad y precios bajos para expandirse y adaptarse a las nuevas exigencias del mercado e incluso a un consumo más sofisticado y de mejor calidad.
• Carrefour. Este año inauguró dos hipermercados en Temperley y Merlo (provincia de Buenos Aires) y avanzó para reconvertir los 97 Norte –la otra cadena que controla y una marca que podría vender– en Carrefour Express en el primer semestre del 2008. El objetivo es llegar a fines del año próximo con 170 supermercados, frente a los 150 actuales. Mantiene el compromiso de “El precio más bajo garantizado” para 587 productos de almacén, bebidas, perfumería y limpieza, que deben venderse, como mínimo, a un centavo menos que los mejores precios, para lo cual semanalmente se relevan más de 20.000 entre 45 competidores, incluyendo almacenes de barrio. Desde el 2003 exporta a sus filiales europeas las frutas y hortalizas de más de 140 grandes, pequeñas y medianas empresas que comenzaron siendo sus proveedoras, siendo las de mayor demanda los limones, peras, naranjas y manzanas.
• Casino. El grupo francés es propietario de las cadenas Libertad, con trece supermercados en nueve provincias; Leader Price, 25 “tiendas de descuento” y 23 locales de otras marcas (Híper Casa, similar a los Easy, de Cencosud; Planet, tecnología, y Apetit, comida rápida, que forman parte de los Libertad). Habría dado mandato a un banco de inversiones para vender sus activos, por la crisis que atraviesa y su endeudamiento internacional. Invierte 23 millones de pesos en la construcción de un centro comercial en Rafaela (Santa Fe), con un hipermercado Libertad, tres cines y un shopping de 20 locales.
• Cencosud. Comunicó al presidente Néstor Carlos Kirchner, en diciembre pasado, que destinará 500 millones de dólares hasta el 2009 para sus hipermercados Jumbo y supermercados Disco. Desde el año pasado, las 225 sucursales están cambiando su diseño tradicional para convertirse en tiendas de alta gama o “classic”. Calcularon que 22 serán transformadas en Súper Vea, pero también tuvieron en cuenta los shoppings, las tiendas departamentales París y los locales Easy Home Center. Tradicionales Disco se transformaron en Disco Cyborg; algunos Jumbo en negocios de cercanía y bocas de Plaza Vea en Jumbo de barrio, con menos metraje y surtido adecuado a las circunstancias. Tiene terrenos y permisos para construir en Comodoro Rivadavia y Trelew, donde incluso haría un shopping, cuando ya posee 14, incluido el de Neuquén.
• Coto. Reestructuró su deuda con un consorcio de bancos y anunció aperturas para este año, entre ellas la sucursal capitalina de Flores, que se ajusten a la ecuación: “Cercanía, precio y surtido”. En la localidad balnearia de Cariló (Buenos Aires) encaró esquemas para invierno o verano. Ocupa a 19.000 personas y exporta software y carne. Destinó una decena de terrenos, comprados antes de la crisis, a la edificación de condominios y viviendas y desarrolló dos complejos con seis salas de cine y restaurantes.
• Eki. Por la demanda de productos de primeras marcas y el mantenimiento del “mix” de 250 propias, avanza para transformar sus tiendas de descuento en Súper Eki, con superficies más amplias (hasta 1.000 m2), cambios de heladeras, incorporación de góndolas y estantes y modificación de circulaciones internas. También buscó nuevas locaciones, incluso en el interior, y hará un centro de distribución.
• La Anónima. Entre este año y el 2008 destinará 175 millones de pesos a inauguraciones y remodelaciones en toda la Patagonia, con propuestas sencillas en pequeñas poblaciones y sofisticadas y de atractivo turístico en Bariloche, Villa La Angostura y El Calafate. Sus cuatro unidades de negocios están en 59 ciudades, con 112 locales: Supermercados La Anónima, 92; Quijote Supermercados, 5; Minimercados Best, 10 y locales de comidas Súper Quick, 5. Ocupa a 8.700 personas. Antes del fin de año inaugurará 7 sucursales en Bariloche (Río Negro), Rincón de los Sauces (Neuquén), Junín (Buenos Aires), Ushuaia (Tierra del Fuego) y Trevelín, Puerto Madryn y Radatilly (Chubut).
• Wal-Mart. Con 14 hipermercados y proyectos para abrir otros en las provincias de Corrientes, Buenos Aires y Chubut, la estadounidense inauguró en La Rioja su Chango Más para ofrecer “el surtido y variedad de siempre pero en menos metros cuadrados”. Procura mantenerse como un referente de “precios bajos, calidad y servicio al cliente”. Abastece sus locales desde los centros de distribución de General Rodríguez (Buenos Aires). Habría ofrecido 30 millones para comprar los tres hipermercados de la marca francesa Auchan, pertenecientes a la constructora de capitales españoles Grupo San José.

 



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