Durante el primer semestre del 2007 en el país se registraron anuncios de inversiones por cerca de 8.000 millones de dólares, cifra un 27% menor a lo consignado en los primeros seis meses del año pasado. En el primer semestre de este año, Río Negro captó tan sólo el 0,4% del total de estos fondos, un dato no menor a la hora de analizar el futuro que presenta la provincia en materia de desarrollo económico. Así lo confirma un reciente informe elaborado por la consultora abeceb.com, en el que se destaca que la administración de Miguel Saiz dio a conocer anuncios de inversiones por parte del sector privado por algo más de 31 millones de dólares en los primeros seis meses del año. Según el estudio, los fondos comprometidos para Neuquén en el mismo período totalizaron 332,8 millones de dólares. El grado de concentración del monto anunciado en grandes proyectos arroja que apenas 15 de ellos representan el 53,3% del total (4.261,8 millones de dólares), mientras que el 90% (7.196,3 millones) está concentrado en 85 de los 288 anuncios que componen el total mencionado (ver infograma). Las estadísticas muestran asimismo que Río Negro está entre las provincias que menores inversiones han recibido en los últimos años. Los datos del estudio reflejan que la inversión nacional promedio anunciada representa alrededor de 207,7 dólares por habitante. En Río Negro esa cifra alcanza sólo los 57,4 dólares per cápita, es decir, el 25% del valor medio que absorbe el país. Neuquén, por su parte, muestra una muy buena performance en este indicador: 640,1 dólares de inversión por habitante. Pero, de lejos, la provincia que mejor relación per cápita presenta es Santa Cruz, con algo más de 5.300 dólares por habitante. ¿Cuál es la causa por la que Río Negro recibe tan bajos niveles de inversión? No hay una sola respuesta a este interrogante, aunque a la hora de intentar justificar el mal desempeño provincial en cuanto a la captación de inversores, sobran argumentos oficiales. En primer lugar, hay que señalar que en los últimos diez años la provincia estuvo muy por debajo de la media nacional en materia de inversiones provenientes del sector privado. Por otra parte, el actual programa económico a nivel nacional muestra que la gran oferta de fondos de corto plazo está orientada a los segmentos de la construcción y de la energía. Hasta acá, los argumentos oficiales. Se pueden exponer muchas excusas más para justificar los bajos niveles de inversión que llegan a la provincia. Sin embargo, está claro que Río Negro no supo –o no pudo– captar los miles de millones de dólares que durante los últimos años fueron colocados en el país, pese a contar con actividades de alto desarrollo y potencial clave en el marco de un programa que sostiene desde hace ya casi siete años un dólar revaluado. Río Negro ofrece un alto potencial para proyectos de desarrollo energético, agroindustriales orientados a la exportación y aquellos vinculados con el Turismo. No obstante, la inversión que llegó a estos sectores en los últimos años fue sólo para compensar los desequilibrios generados en la década de los ’90 o propios del sistema. No hubo un desarrollo real de los sectores y actores económicos de la provincia. Las estadísticas muestran, en este sentido, que los niveles de exportación presentan tasas de crecimiento históricas en todo el segmento agroindustrial provincial, pese a las condiciones extraordinarias del mercado internacional en materia de demanda y precios de los últimos años. Un dato paradigmático es que, no obstante contar con actividades agroexportadoras maduras en el sistema, Río Negro no pudo captar inversiones externas importantes que determinaran cambios cualitativos y cuantitativos en el desarrollo de las mismas. En otras provincias del país la situación fue totalmente distinta y más de un estado del interior aprovecharon esta oportunidad internacional para captar inversores externos, con lo que favorecieron el desarrollo de sus economías regionales. Por dar sólo un ejemplo, en los últimos cinco años Neuquén tuvo inversiones declaradas por algo más de 1.300 millones de dólares, cifra casi ocho veces superior a la registrada en Río Negro. Muchas de las empresas tradicionales rionegrinas terminaron invirtiendo “al otro lado del puente” dadas las buenas perspectivas que presentaba Neuquén en materia de crecimiento económico. Lamentablemente pocas –por no arriesgarnos a decir ninguna– fueron las que hicieron el recorrido inverso. Resulta evidente que, en materia de inversiones y desarrollo, ya es difícil hacer comparaciones lineales entre Río Negro y Neuquén como se hacía en años anteriores. La administración Saiz –y sus antecesores radicales– perdió oportunidades únicas de captar las inversiones necesarias que permitan el desarrollo económico sustentable de la provincia. Los números del presupuesto muestran que la situación fiscal de Río Negro vuelve a estar en un precario equilibrio, es decir, se vuelve al problema estructural del 2001 cuando el ahogo que presentaban las finanzas públicas hacían inviable cualquier tipo de gestión. Sin dudas, un mayor desarrollo del sector privado dentro de la economía de la provincia hubiese modificado favorablemente este complejo escenario. El 10 de diciembre comienza una nueva gestión en Río Negro y, con ella, una nueva esperanza de cambio. Datos nacionales para tener en cuenta Entre los principales anuncios de inversiones para el país en el primer semestre figuran tres destinados a la generación de energía eléctrica: Sedesa, con 150 millones de dólares para ampliar Central Puerto, y 500 millones para un proyecto hidroeléctrico en el NOA. La empresa Albanesi SA, por su parte, destinará otros 100 millones a la ampliación de la capacidad de generación eléctrica de la Central Modesto Maranzana, que opera en Río Cuarto. En el sector de la construcción, la desarrolladora Moverwithus anunció un conjunto de emprendimientos inmobiliarios en la zona de Campana (Buenos Aires) que le demandaría unos 600 millones, y en el sector industrial la estadounidense Franklin Mining dio a conocer un proyecto para producir gasoil sintético a partir de gas natural, empresa que demandaría 470 millones de dólares. Respecto de los anuncios realizados en el sector primario, tras renovar la cuestionada concesión de las áreas hidrocarburíferas Piedra Clavada, Koluel Kaike y Cerro Dragón en Santa Cruz y Chubut, Pan American Energy comprometió inversiones por 800 millones para continuar desarrollando esos yacimientos. POR SECTORES El estudio de la consultora abeceb.com destaca, por otro lado, que durante el período enero-junio de este año el segmento que más anuncios recibió en dólares fue el de servicios, con 3.474,4 millones (43,5%), seguido por la industria, con 1.705,4 millones (22%); el sector primario, con 1.501,5 millones (18,6%), y la construcción, que sumó anuncios por 1.314,5 millones (16,4%). Esta distribución contrasta con la registrada durante el mismo período del año pasado, cuando el sector primario acaparó casi el 50% del total anunciado, mientras que el de servicios alcanzó el 23,3%, la industria el 24,2% y la construcción, apenas el 3,4% (ver infograma). A diferencia de lo registrado en períodos anteriores, cuando el sector primario acaparaba cómodamente la mayoría de los proyectos más grandes, en el primer semestre de este año la distribución sectorial es más equitativa; se registraron proyectos importantes en todos los segmentos. La distribución geográfica, sin embargo, estuvo más acorde con la historia reciente y las provincias en las que más proyectos se anunciaron tienen una relación directa con la importancia que los sectores más favorecidos en cuanto a nuevos emprendimientos tienen en cada una de ellas.
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