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Rossi está imparable

En Rafaela no hubo lucha. El "súper pibe" y su Chevrolet ganaron fácil.

Cambió el nombre del ganador, pero no la marca. Che-vrolet sigue con su dominio en el TC. Esta vez fue el turno de Matías Rossi, quien dominó a voluntad la accidentada final que se disputó en el autódromo de Rafaela ante una multitud.

Rossi consiguió su segunda victoria en la categoría y continuó con los festejos, después de su notable conquista de hace una semana en el callejero de Santa Fe, cuando se impuso en la final de TC 2000, donde es campeón y nuevo líder del certamen.

En segundo lugar en la pista terminó Omar Martínez, pero luego fue recargado por el mal sobrepaso a Gabriel Ponce de León en una de las chicanas, por lo que bajó al quinto lugar.

El que se benefició fue Marcos Di Palma, quien quedó segundo, y se ubicó tercero Christian Ledesma.

Sin dudas, un gran negocio para Ledesma, porque logró estirar más las diferencias en el certamen.

Ahora le lleva más de 60 puntos a su escolta Diego Aventín, decimotercero en la final y casi sin respuestas para poder detener el sólido andar de Ledesma.

Cuando transcurría el segundo giro la final tuvo el momento más dramático que por unos instantes hizo reflotar los fantasmas de la frustrada prueba del año anterior, cuando un luctuoso accidente terminó con las vidas de Alberto Noya y Gabriel Miller, piloto y acompañante del TC Pista.

En esta ocasión, Ariel Robbiani llevó la peor parte de un espectacular múltiple choque, producido entre las chicanas 2 y 3, y salvó su vida de milagro cuando su auto dio de lleno contra el murallón y después se incendió, quedando totalmente destruído.

Reiniciadas la prueba, después de cinco vueltas de neutralización, Rossi se escapó rápidamente del asedio de Ponce de León y comenzó a estirar las diferencias hasta lograr una tranquilizadora ventaja.

Ponce de León intentó mantenerse como escolta, pero su auto comenzó a perder rendimiento, siendo superado por Martínez y "Marquitos" en la vuelta 18 y tres giros más delante por Ledesma.

La prueba en sí, más allá del temor que generó el choque múltiple, careció de emociones ya que Rossi, con su escapada y contundencia, no dio margen para la lucha, que tanto apasiona a los aficionados en el trazado rafaelino, donde los sobrepasos se pueden dar en las dos largas rectas.

Lo que si parece ya no producir más discusiones es la lucha por el título en favor de Ledesma cuando restan seis fechas, ya que acumuló una ventaja muy amplia por más que afirme que todavía no hay nada definido.



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