La organización de los Juegos Panamericanos fue la excusa perfecta.

Río de Janeiro bajó el telón de los Panamericanos, exultante pro haber superado un examen vital para sus pretensiones de ser sede olímpica del 2016. La fastuosa ceremonia de cierre en el Maracaná puso fin a 18 días a full en la ciudad carioca. Una noche de leve lluvia y frío no pudo arruinar la fiesta con los representantes de los 42 países que participaron en la máxima justa deportiva.

El espectáculo artístico mezcló elementos de la cultura brasileña y la mexicana, en alusión a que la ciudad de Guadalajara será la próxima ciudad "panamericana" en el 2011. Fue así que se vibró con la samba y el mariachi, en medio de un gran despliegue de fuegos artificiales. "Gracias por estos excelentes juegos que pasan a la historia. Son una muestra de lo que podemos realizar en América: los Juegos Olímpicos", dijo el presidente de la organización, Mario Vázquez Raña.

Salvo problemas en las sedes del beisbol y softbol, los juegos se realizaron sin mayores contratiempos.

Pero la percepción generalizada en Brasil que hay mucho más por hacer si es que la ciudad quiere albergar una olimpiada. Río ya ha patentizado su interés en buscar la sede del 2016, pero afronta un dura puja con ciudades como Madrid, Chicago, Tokio y Doha (Qatar).

Los Panamericanos demostraron que puede enfrentar el desafío. "Río de Janeiro ha celebrado los mejores Panamericanos de la historia'', afirmó Vázquez Raña en la clausura.

Estos juegos, que costaron 940 millones de dólares, llamaron la atención por la calidad de varios escenarios, como el de básquet y los deportes acuáticos, recibiendo elogios superlativos por parte de las delegaciones. Pero la historia recién empieza y se viene una "pelea" de aquellas. (AFP/AR)