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Mónaco vive un sueño glorioso
Sumó su tercer título. Está entre los tenistas más ganadores del año.

Juan Mónaco (23 años), como en su momento lo hicieron durante este año 'Willy' Cañas y el 'Flaco' Chela, decidió sacar la cara por la golpeada y frustrada 'Legión argentina", devaluada desde que sus principales figuras ingresaron en un crítico (e interminable) trance.

'Pico' es una de las sorpresas del circuito durante el 2007. Con el título que obtuvo ayer en la arcilla de Kitzbühel (Austria) no sólo sumó su tercer campeonato del año, y también de su carrera, sino que además estaría en condiciones de

saltar varios escalones en el ranking de la ATP (se ubica 32 del mundo) e incluso superar a Agustín Calleri y al alicaído David Nalbandian.

Otro dato sale a la superficie y evidencia como ninguno la actualidad del tandilense. En lo que va del año sólo Rafael Nadal (seis títulos) y Roger Federer (cuatro) lo superan en competencias ganadas.

El triunfo ante el italiano Potito Starace (46 del planeta, por 5-7, 6-3, 6-4) encontró a Mónaco de rodillas sobre el polvo de ladrillo, sumergido en un mar de aplausos, con los ojos perdidos en el cielo, con actitud de reverencia. Algo parecido había sucedido cuando se llevó las copas en Buenos Aires y Poertschach. 'Pico' está en llamas y sus números lo dejan en claro ya que en éste, su mejor año, ganó tres finales y apenas conoció el sabor amargo de la derrota en una de ellas.

La tierra austriaca y el polvo de ladrillo le sienta bien. Después de esta semana de gloria, sobre esta superficie sólo lo supera el imbatible mallorquín. 'Pico' tiene 28 triunfos, mientras que Rafa acumula 31. De esta manera, Mónaco es de los mejores argentinos del año, junto a Chela y Cañas, los únicos dos tenistas criollos que quedarían arriba suyo en el ranking ('Pico' se instalaría cerca de puesto 20 del ranking mundial)

Ayer comenzó con todo y parecía que se llevaba el primer set casi sin esforzarse. Pero el italiano Starace, acostumbrado a levantar partidos, se lo dio vuelta y sorprendió con un 7-5.

El cansancio no le permitió al europeo mantener la intensidad, y 'Pico' lo aprovechó. Empezó a moverlo de lado a lado, y de a poco recuperó la seguridad en los golpes que había demostrado durante la semana. Quebró y consiguió mandar el encuentro a un tercer set.

En el último, se repartieron algunos quiebres hasta que Mónaco logró ponerse 4-3 arriba. Ahí, el tandilense no se equivocó y lo terminó con su saque y 6-4. Entonces, apoyó las rodillas en la arcilla de Kitzbühel y perdió los ojos en el cielo.

 

 



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