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El Tour levanta temperatura | ||
La lucha por la hegemonía parece estar planteada en el Tour de Francia. Ayer el español Alberto Contador se quedó con la primera etapa dura de los Pirineos, en Plateau-de-Beille, donde cruzó la meta por delante del danés Michael Rasmussen, su gran rival y líder de la carrera. La performance de Contador es vista por algunos como un milagro. El español fue operado del cerebro en el 2004, después de haber sufrido una violenta caída en la primera etapa de la Vuelta a Asturias de 2004. Transportado al hospital después del accidente, los médicos detectaron en Contador una aneurisma cerebral que no habría sido descubierta sin esa providencial caída. El ciclista se recuperó de una delicada intervención quirúrgica y volvió a subir a una bici a los seis meses. Después de su largo trance, Contador se hace un hueco en la elite y da pelea. Dotado de un tamaño de escalador (1,76 metros y 61 kg), lo que le da una gran capacidad para imponer su explosividad, pero también su regularidad. Contador se confirmó en la primera etapa de los Pirineos, en el grandioso paraje de Beille, a pocos kilómetros de la frontera española, por lo que numerosos aficionados llegaron para alentarlo del otro lado de las montañas. Rasmussen sigue a la cabeza con un tiempo de 64:12,05 horas, seguido de Contador a 2:23 minutos, el australiano Cadel Evans a 3:04, y el estadounidense Levi Leipheimer a 4:29. |
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