|
||
La explosión del euro | ||
La moneda europea trepó a valores históricos frente al dólar y el yen. La libra esterlina también alcanzó el máximo nivel de los últimos 26 años. |
||
PARIS (AFP).- La explosión del euro frente el dólar y el yen ilustra el gran desorden planetario en los mercados de cambio, que tiene su origen en desequilibrios económicos persistentes pero también en la voluntad tácita de algunos países de depreciar su moneda. El euro trepó el miércoles a una nueva cima histórica frente al billete verde a 1,3787 dólares y registra record tras record frente al yen. La libra esterlina también atraviesa un ascenso espectacular y acaba de alcanzar su máximo en 26 años: 2,0303 dólares. Mientras el dólar es socavado desde hace cuatro años por los déficits de cuenta corriente y presupuestario de Estados Unidos, el euro es sostenido por el aumento de las tasas de interés del Banco Central Europeo (BCE), que torna las colocaciones en euros más atractivas, y por el relativo dinamismo de la economía del continente. El yen, por su lado, se deprecia por la recuperación incierta de la economía japonesa, con deflación y las tasas de interés directrices más bajas de los países ricos (0,50%). El juego de los mercados financieros exacerba estos desequilibrios, con operaciones masivas de "carry trade": los inversores piden prestado en monedas de tasas bajas como el yen o el franco suizo para colocar el dinero en monedas de tasas de interés elevadas, como el euro, el dólar o la libra. Pero los fenómenos macroeconómicos no lo explican todo. Para perjuicio de Estados Unidos y Europa, por ejemplo, las autoridades chinas mantienen el yuan a un nivel artificialmente bajo para estimular sus exportaciones. China registró nuevamente un superávit comercial record en junio y se encamina a alcanzar un excedente comercial gigantesco en durante este año. Sin embargo, Estados Unidos también lleva a cabo una política de devaluación tácita de su moneda y deja crecer sus déficits. Otorga así un respiro a los exportadores estadounidenses; además, las reformas para reducir los déficits nacionales serían política y socialmente dolorosas. Las autoridades monetarias niponas también son acusadas de exagerar la fragilidad de su economía para retrasar la normalización de sus tasas de interés y estimular sus exportaciones. El euro y la libra juegan el papel de variables de ajuste al alza del mercado de cambio y esto no causa casi problemas, salvo en Francia. En Gran Bretaña el crecimiento es fuerte, a un 3% a ritmo anual, impulsado por los servicios financieros, pese a tasas de interés de casi el 6%. En la zona euro, las situaciones económicas diferentes crean intereses nacionales divergentes. Las economías española e irlandesa, sobregiradas, buscan más bien un aterrizaje suave mientras Alemania, que en los últimos años llevó a cabo difíciles reformas estructurales, goza de un crecimiento y de exportaciones dinámicas pese al euro fuerte. Este último país también pone coto sistemáticamente a los ataques del presidente francés Nicolas Sarkozy contra el euro fuerte y la política del BCE. El primer ministro luxemburgués Jean-Claude Juncker, que preside el Eurogrupo, la reunión mensual de los ministros de Finanzas de la zona euro, minimiza también el impacto de los nuevos records de la moneda única. El miércoles consideró que "no ponen en peligro el crecimiento". Sin embargo, los industriales franceses como Bernard Arnault, presidente del grupo de lujo LVMH, y Louis Gallois, del grupo aeronáutico y de defensa EADS, se quejan. "Cada vez que el euro sube 10 centavos, nuestra cuenta de explotación se degrada en 1.000 millones de euros", indicó Gallois.
|
||
Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí | ||