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Complejo escenario económico

La economía comienza a mostrar síntomas de agotamiento. En los últimos meses alcanzaron la superficie algunos indicadores que podrían comprometer el futuro desarrollo del país.

Analizando la historia de los ciclos económicos argentinos, se observa que en los últimos decenios las crisis recurrentes llegaron entre los ocho y los doce años. La salida compulsiva de Martínez de Hoz, allá por 1981, determinó una megadevaluación de la moneda que afectó al segmento más desprotegido de la sociedad. Algo más de ocho años después irrumpió la hiperinflación, con consecuencias mucho peores. Y a fines del 2001 el país se desayunó con el crack económico que acarreó la salida de la convertibilidad. Estos son sólo algunos ejemplos de nuestra historia reciente. Si ésta se repitiera, deberíamos considerar que, entre el 2008 y el 2011, podrían existir posibilidades ciertas de que comiencen a manifestarse algunos problemas en materia económica. Pero esto es sólo una presunción construida sobre una base histórico-matemática que no necesariamente habrá de concretarse en los próximos años, siempre y cuando el gobierno ataque determinadas variables que están siendo superadas en el marco del plan económico en vigencia.

En el escenario actual, para la mayor parte de los analistas consultados el año en curso cerrará positivamente pero con una parte importante de los indicadores básicos bajo presión. Las mismas fuentes coinciden en señalar que las perspectivas para el 2007 "están cerradas" y que el gobierno hará lo imposible para "dibujar" algunos indicadores clave por lo menos hasta octubre, mes en que se realizarán las elecciones.

No caben dudas de que, independientemente de quien asuma el gobierno el 10 diciembre, de cara a los próximos cuatro años la economía no presentará la fuerza que imprimió el período 2003-2007. Determinados ejes del actual plan económico dejarán de recibir el viento de cola que tuvieron en los últimos años a consecuencia del agotamiento de determinadas variables. En definitiva, el próximo presidente se encontrará con algunos problemas cuya resolución llevará a entrar en fuertes contradicciones con lo hecho hasta ahora.

 

CAMBIOS PARA EL 2008

La tasa de crecimiento económico del año en curso cerrará por debajo del 8%. Si bien éste es un valor alto, no deja de marcar un punto de inflexión en la curva de crecimiento del PBI de los últimos cinco años. Para poder sostener una tasa promedio del 5% para el período 2007-2011, el próximo gobierno deberá trabajar sobre:

" Sistema energético. Los problemas que salieron a la luz en los últimos meses muestran que el sector necesita inversiones. En este sentido, las estadísticas son determinantes: hoy el sistema está trabajando con el 96% de la capacidad instalada. En cualquier país que manifieste tener un plan de desarrollo, este indicador no debería superar el 75%. La falta de inversiones de los últimos años, sumada al crecimiento sostenido de la demanda, llevó a que hoy el sistema esté desbalanceado. Hasta ahora, la economía "vivió" de la herencia de los '90, mal que le pese al gobierno kirchnerista.

Los números así lo confirman. Durante el período 1994-1998 las inversiones en el sistema energético argentino totalizaron 22.000 millones de dólares, con un crecimiento del PBI del orden del 6% anual. Entre el 2003 y el 2007, las inversiones en el sistema totalizaron 1.800 millones de dólares, con un crecimiento económico cercano al 50%.

El agotamiento del sistema energético comenzó a manifestarse en los índices de expansión de la industria. En este sentido, las estadísticas oficiales muestran que durante los primeros cinco meses del año el desempeño del sector industrial mostró una baja promedio en torno de un punto porcentual respecto del consolidado en el mismo período del año anterior.

En consideración de la mayor parte de los analistas del sector esta tendencia no se podrá revertir en el corto plazo, ya que las inversiones en el segmento energético tienen un período de madurez (desde que se anuncia hasta que la misma llega como energía al mercado) de nomenos de dos años. Por lo tanto, el próximo gobierno deberá partir con un piso de crecimiento como hipótesis de máxima de dos puntos por debajo del promedio consolidado para el período 2003-2007.

Pero ¿cuál es la hipótesis de máxima? Que a partir del 2008 el sistema reciba inversiones superiores a los 10.000 millones de dólares por año hasta el 2010; es decir, cinco veces más por año que lo que en el último período recibió la Argentina en materia de inversiones. Algo difícil de pensar.

" Inflación reprimida. Es el otro punto sobre el que deberá trabajar el próximo gobierno. Según datos oficiales, la inflación proyectada para este año se ubica entre un 8,5 y un 10% anual. La realidad de mercado muestra que este indicador terminará el año entre el 14 y el 18%, un valor insostenible en el corto plazo.

Fuentes del Ministerio de Economía de la Nación aseguran que hacia los próximos cuatro años de gobierno se aplicarán políticas económicas más ortodoxas sobre algunas variables del programa, y no se descarta que la inflación sea una de ellas. Se deberá trabajar para sincerar este indicador, buscando desarmar todos los mecanismos de intervención que han generado más problemas que soluciones en el mercado. Se pueden dar dos ejemplos claros en este sentido: la carne y la leche, alimentos básicos para la canasta de consumo. Las políticas intervencionistas aplicadas a estas industrias desembocaron en la escasez de productos en la góndola, con subas de precios del orden del 30% en promedio durante los últimos doce meses.

Por otro lado, el Banco Central deberá tener un rol mucho más activo. No puede seguir emitiendo moneda y cuasimoneda para sostener activa la demanda de pesos en el mercado y contener el dólar sobrevaluado para hacer "competitivas" las exportaciones. Desacelerar la fuerza que lleva el ciclo expansivo de la moneda será clave para ayudar a contener la inflación futura (2008 -2011).

" Costos internos. Es otra de las variables que están tocando su techo en algunos segmentos de la economía. Desde el gobierno nacional ya se habla de que el año próximo "no habrá aumento de salarios masivos para todos los trabajadores". Este sería un preacuerdo con los empresarios que se daría a conocer a principios del año que viene, una vez que el gobierno se consolide con su nuevo gabinete. Es que en algunas actividades, como es el caso de la fruticultura y el petróleo, por dar algunos ejemplos, los salarios de los trabajadores tomados en dólares son mayores que los consignados en la época de la convertibilidad.

Por otra parte, es de esperar un sinceramiento en algunas de las tarifas de servicios públicos para el período mencionado. Gas, nafta y electricidad ya están en la mira del próximo gobierno. Los subsidios cruzados aplicados hasta ahora mostraron su ineficiencia e iniquidad. Es así que una pequeña pyme que intenta subsistir en el mercado, con este esquema termina subsidiando mansiones de cientos de metros cuadrados que se enrolan dentro de lo que se califica de "consumo residencial".

" Sinceramiento de precios. El actual programa, que sostiene la "doble cotización" de un producto (una para el mercado interno y otro para el externo), difícilmente pueda ser mantenido en el tiempo. Si se quiere que esta herramienta utilizada por otros muchos países sea efectiva, sólo debe ser aplicada por períodos definidos. El gobierno la viene utilizando desde hace ya más de 40 meses y, producto de ello, comienzan a observarse distorsiones importantes. Por ejemplo, los precios de góndola de determinados productos no respetan las cotizaciones máximas firmadas oportunamente. Volvemos a los componentes de la canasta básica: el pan trigo, la carne y los lácteos lentamente ven achicarse la diferencia de precios alcanzados en su exportación y aquellos a los que se comercializan en el mercado doméstico.

Fuentes del Palacio de Hacienda aseguran que algunos productos estratégicos (nafta y gasoil) no pueden ser liberados al precio del mercado porque esto "afectaría sensiblemente los costos internos de industrias clave".

Al ser consultada sobre otro tipo de productos, como los alimenticios, la fuente aseguró que todavía "no hay nada definido" y arriesgó que "habrá que ver cuál de los K llegará al finalmente poder, porque hay diferencia de criterios en muchos de estos puntos". Cabe destacar en este marco que, conforme a los distintos informes internacionales que circulan, existen pocas posibilidades de que los precios de la mayor parte de los "commodities" bajen en los próximos 24 meses, en función de la inercia generada por la demanda internacional. Las proyecciones muestran que China, India, UE y el sudeste asiático mantienen su tendencia de crecimiento hacia el 2008, un dato clave para el mercado.

" Inversiones. Es otro de los puntos pendientes del gobierno saliente. En los últimos cinco años, con un histórico crecimiento de la economía al 9% anual, las inversiones no lograron superar el techo del 20% promedio del PBI. Aquí también hay que decir que gran parte del crecimiento de la economía argentina del último tiempo fue sustentada por las inversiones que se realizaron durante la convertibilidad. En los últimos cuatro años, los capitales que llegaron al país se focalizaron en proyectos de corto y mediano plazo (recupero de capital entre los 12 y 60 meses), apuntalándose en el sistema financiero, el agro y la construcción. Según fuentes del sector privado, el 70% del total de las inversiones llegadas al país durante el período 2003-2007 se focalizó en estos segmentos de la economía.

En definitiva: energía, precios, costos, inversiones e inflación son los puntos clave a modificar por el próximo gobierno si no se quieren repetir los ciclos económicos que experimentó la Argentina en los últimos años. Los cambios que necesita el programa acarrearán su "costo político", pero son imprescindibles para poder continuar creciendo.

COMIENZA A HACER AGUA LA ESTRATEGIA OFICIAL

RIO NEGRO

La falta de inversiones en sectores estratégicos de la economía hacen prever menores tasas de crecimiento para los próximos años.

El programa aplicado presenta síntomas de agotamiento en muchos de sus indicadores. No habrá ajuste, por lo menos, hasta octubre.

 

JAVIER LOJO

jlojo@rionegro.com.ar

 



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