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Otro golpe maestro

Hamilton sigue de fiesta. Ahora dejó su firma en Indianápolis.

INDIANAPOLIS (DPA) - Le-wis Hamilton consiguió ayer en Indianápolis su segundo triunfo al hilo en la Fórmula 1 y se consagró "rey" de Estados Unidos.

El británico aventajó en una lucha directa al español Fernando Alonso, su compañero en McLaren-Mercedes Benz.

La séptima prueba del Mundial será recordada también por la excepcional actuación de Sebastian Vettel, quien en su debut en la F-1 se convirtió en el piloto más joven sumar puntos, con 19 años y 11 meses.

El tercer escalón en el podio fue ocupado por el brasileño Felipe Massa, seguido de su compañero en Ferrari, el finés Kimi Raikkonen, quienes libraron un apasionante duelo.

Después de ganar el pasado domingo en Canadá, Hamilton, el primer piloto negro en participar en la F-1, repitió ayer con una victoria casi de punta a punta. Partió desde la "pole" y sólo abandonó el liderazgo por breves lapsos, las dos veces que paró a repostar.

Hamilton se impuso por un segundo y medio a Alonso, quien otra vez debió resignarse a quedar como escolta de Hamilton, aunque sin ningún tipo de interferencia desde boxes.

En el rápido semicírculo de Indianápolis, McLaren volvió a demostrar su supremacía sobre Ferrari y selló su tercer triunfo en fila, después de los de Mónaco, donde ganó Alonso, y Montreal. También fue el tercer "1-2" del año para McLaren.

Hamilton, quien dejó de ser sorpresa y se convirtió en principal candidato al título, sigue sin bajarse del podio.

En la primera curva luego de la largada Alonso hizo su más serio intento de cambiar la historia, pero después de emparejar a Hamilton,

el auto no dio para más y debió ceder la cuerda a su compañero, quien a partir de entonces fue aumentando su ventaja.

El primer "pit-stop" de los hombres de McLaren se saldó sin cambios. Pero, por cuatro vueltas, el finés Heikki Kovaleinen probó con su Renault el magnífico gusto de estar en la punta.

Alonso volvió a atacar, pero Hamilton defendió el primer lugar con frialdad. Entonces, el español decidió jugarse su última posibilidad en la segunda parada en boxes.

Alonso demoró seis décimas menos que Hamilton para el cambio de neumáticos y la carga de combustible, pero el británico igual apareció por delante del bicampeón mundial y, se quedó con la victoria.

A diferencia de lo sucedido en la caótica prueba de Montreal, la de Indianapolis fue una prueba dura, exigente para motores y neumáticos, pero sin incidentes.

Nadie fue tan feliz como Hamilton en Indianapolis, con excepción de Vettel. El alemán reemplazó en el BMW-Sauber al polaco Robert Kubica, accidentado en Montreal, y se llevó un punto de oro para meterse en la historia de la categoría.



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