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El orgullo blanco, en la cima
Real Madrid le ganó a Mallorca, se quedó con la Liga Española y dejó sin nada al Barcelona.

El Santiago Bernabeu fue el escenario de la inesperada resurrección del Real Madrid.

El 'merengue', con Gonzalo Higuaín en cancha (reemplazó a Van Nistelrooy a los 30') y Fernando Gago entre los suplentes, supo reaccionar a tiempo al conquistar el título después de cuatro años de travesía en el desierto, un logro que nadie esperaba hace sólo cuatro meses, cuando el equipo parecía hundido. El 3-1 ante el Mallorca fue dramático, porque durante 80 de los 90 minutos de juego el título se quedaba en Barcelona.

Quién lo iba a decir después de aquel 7 de marzo, cuando el Madrid quedaba eliminado de la Liga de Campeones ante un gris Bayern Munich, mientras en la Liga viajaba en la cuarta posición, a seis puntos del Sevilla, tras empatar a un tanto ante el Getafe. Eran tiempos donde el Bernabéu olía a desastre, con una hinchada que cargaba contra todos: directivos, entrenadores y jugadores.

Pero de repente, se produjo un vuelco. Fabio Capello, tan discutido entonces, logró desde el banco transmitir valores como corazón, sacrificio y entrega, y el Real Madrid logró encadenar triunfos con muchísimos goles en los últimos minutos, amparado en su fe, su gran preparación física, el talento recuperado de algunos jugadores y, también, en la suerte que ha acompañado a Capello en muchas fases de su carrera.

Ayer fue la última fecha de la LIga y hasta el minuto 80 el campeón era el Barcelona, al que no le sirvió de nada el 5-1 ante el Nàstic en Tarragona. Hasta los 20 minutos del segundo tiempo, el Bernabeu era un sepulcro. Fue el momento en que ingresó José Antonio Reyes por David Beckham, quien jugaba su último partido con la camiseta blanca.

Dos minutos después la 'Perla' puso el 1-1 y el Madrid reaccionó, empujado por su gente. embargo el empate aún no le alcanzaba. Fue entonces cuando apareció en escena el 'Pipita' Higuaín, quien en una gran jugada por izquierda, le sirvió el gol al francés Diarra, para que la locura se vistiera de blanco. Después Reyes, la figura, coronó su brillante actuación con un golazo desde afuera del área para el 3-0 final.

Real Madrid tuvo un furioso sprint final: conquistó 31 de los 36 últimos puntos en juego y semejante racha le permitió quedarse con la Liga.

El orgullo madridista está de nuevo en la cima y dejó una lección. El mundo futbolístico presenció una resurrección inesperada de un equipo al que nunca hay que dar por muerto, que se ha llevado una de las Ligas más apasionantes de la historia, demostrando lo impredecible que puede ser el fútbol.



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