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TEJAS O CHAPAS
La cubierta es la principal barrera para los agentes climáticos. Qué se debe tener en cuenta para su elección. Las aislaciones más adecuadas. Los techos de chapas son más estables en el tiempo que los de tejas. Hay que evitar el goteo interior producto de la condensación.

l techo inclinado es la mayor superficie de intercambio con el medio externo de una casa, y debido a su importancia, tanto desde el punto de vista funcional como técnico, debe ser objeto de un diseño, construcción y mantenimiento cuidadosos, para que cumpla con sus funciones a la largo de la vida útil de la vivienda.
La preservación de las condiciones ambientales internas frente a la acción de los factores climáticos naturales, depende en mayor medida de la cubierta que de cualquier otro elemento constructivo de la vivienda.
Son muy importantes en un buen techo, su estructura y su cubierta. La primera sirve de sostén y puede ser de madera, acero, hormigón o una combinación de estos, si se trata de materiales tradicionales.
Por su parte la cubierta constituye la principal barrera hidráulica y de protección mecánica frente a las agresiones del viento, nieve, lluvia, etc. Es muy importante determinar el tipo de cubierta durante el proyecto, ya que cada una tiene diferentes pendientes mínimas y máximas que aseguran el correcto escurrimiento del agua de lluvia.
Si bien el proyectista puede diseñar las pendientes en grados, generalmente se trabaja con porcentajes. Esto significa que, por ejemplo, para un techo con 40 por ciento de pendiente, habrá que subir 40 centímetros en vertical por cada metro en horizontal. De esta manera para cubrir una luz de 3 metros de largo habrá que subir 1,20 metros para establecer la pendiente final que tendrá el techo.
Las pendientes en realidad dependen técnicamente de la exposición al viento, qué elementos conforman la cubierta, sean estos chapas continuas o tejas, diseño del proyectista en base al estilo de la edificación y a los reglamentos vigentes en el lugar donde se va a realizar la construcción.
Otro elemento de suma importancia para el techo son sus aislaciones. Básicamente se pueden clasificar en hidráulica, que impide el paso del agua, térmica que impide la ganancia o pérdida de calor, y barrera de vapor, que obstaculiza el paso de vapor de agua interior a la zona fría del techo y su posterior condensación.
La pérdida excesiva de calor en invierno y la emisión de calor en verano, provocan en las personas una sensación de malestar. Por este motivo es necesario lograr lo que se denomina “confort térmico”, que se logrará en la medida en que los procesos que realiza el cuerpo humano para disipar calor y mantener en su interior una temperatura de 37 grados se realicen con el mínimo esfuerzo posible.
Las condiciones de temperatura del aire, temperatura media de las superficies que rodean el ambiente, la humedad relativa y la circulación del aire, son los elementos que se deben manipular para lograr el objetivo requerido.

METALICA

Durante mucho tiempo las cubiertas de chapas onduladas fueron usadas alternativamente en estructuras de grandes dimensiones y en viviendas de bajo costo, a la vista o escondidas tras las paredes de las fachadas de estilos clásicos. Pero hoy en día la realidad indica que se han revalorizado, ya que se usan en todo tipo de construcción. Por diferentes motivos su uso se ha intensificado, y en nuestra zona principalmente debido a ciertas ventajas que estas cubiertas metálicas tienen con el paso del tiempo. Por un lado se aprecia mucho su carácter más estanco ante la influencia de factores como el viento, el agua de lluvia y el polvillo. Al ser una cubierta compuesta por pocas piezas tiene, además, menos puntos críticos. Este tipo de cubiertas hoy se pueden encontrar en el mercado de diferentes formas y colores, lo que hace que los arquitectos tengan un apreciable abanico de opciones. Además hay productos que hasta se fabrican con la aislación térmica y acústica incorporadas, uno de los puntos históricos más flacos de las chapas metálicas. Existen prácticamente tres grupos en el mercado de las chapas de acero: galvanizadas, prepintadas y con revestimiento de cinc y aluminio. Las primeras son chapas de acero con recubrimiento de cinc puro, muy resistente a las resquebrajaduras, y seguras respecto a las variaciones climáticas. En el segundo caso son chapas galvanizadas recubiertas con una capa epoxi y terminación en esmalte color, con gran resistencia a la corrosión. Y por último están las chapas revestidas en cinc-aluminio, una alternativa para el rendimiento térmico del techo, ya que se sostiene que aísla las altas temperaturas del verano y las bajas de invierno.

 



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