BUENOS AIRES.- La cadena de ganados y carnes en el ámbito nacional está pasando por un momento "difícil y complicado, consecuencia de un sinnúmero de decisiones equivocadas tomadas por el gobierno nacional", consideraron analistas sectoriales al cierre de una jornada sobre el tema.

En ese contexto, especialistas convocados para exponer durante el 4º Simposio de Ganadería y coyuntura de la actividad, organizado por AAPRESID, afirmaron que las medidas oficiales "apuntan únicamente a detener el incremento que aporta el precio de la carne vacuna en el IPC (Indice de Precios al Consumidor)".

"Se trata de un parámetro que mide la inflación que sufren los bienes y servicios que el ciudadano debe pagar", puntualizó el agrónomo Telmo Juan Miguel Trossero, integrante de la Comisión Directiva de la entidad.

Subrayó que se ha implementado un abanico de "medidas distorsivas" desde el gobierno y, a modo de ejemplo, referenció los cambios introducidos en el peso mínimo de faena en forma errática por sexta vez consecutiva, el aumento de las retenciones a las exportaciones y cierre de las ventas al exterior (en el 2006), entre otras. Asimismo, puso de relieve que la "tensa relación" que existió durante meses entre la Secretaría de Agricultura y el sector agroganadero pareciera estar tomando un rumbo "más conciliador", ya que frente al cambio de secretario se ha inaugurado una mesa de diálogo para tratar de solucionar los problemas más urgentes e importantes.

"Esto es lo que debe funcionar en una democracia y como tal hay que ponderarlo", subrayó. Durante la jornada de AAPRESID se precisó que, si el objetivo oficial es el de mantener bajo el precio de doce cortes populares, "sería mucho más sencillo plantear un subsidio directo hacia esos productos en lugar de lo que se ha hecho hasta ahora", en referencia al intervencionismo del gobierno en la comercialización de la hacienda.

Una de las conclusiones más categóricas al respecto fue la que resumió que la puesta en marcha de valores sugeridos, como los que hubo hasta hace un par de semanas, "actúan como precios máximos que no evitan sino que promueven la existencia de un mercado negro de sobreprecios".

"Paradójicamente, hoy el productor está subsidiando a la clase pudiente los cortes de mayor valor como el lomo, algo que bien podría pagar con los recursos que posee, y el que sufre en mayor cuantía en toda la cadena de ganados y carnes es precisamente el criador, el que "fabrica" los terneros, alguien a quien el Estado debiera apoyar por ser el eslabón más sensible y que menos posibilidades de cambiar de actividad tiene", puntualiza el informe final elaborado por AAPRESID.