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Un relato al óleo de la gestión obrera
Marta Such, la artista plástica nacida en Zapala, comenzó hace más de nueve meses a pintar la historia de los ceramistas de Zanon en un verdadero mural portátil. Al finalizar, habrá una muestra y un documental de lo realizado.

NEUQUEN (AN).- El video comienza una fría mañana de agosto del 2006, antes del amanecer. Una documentalista conduce una camioneta pequeña, blanca un utilitario hasta una casa de donde otra mujer sale cargada de bolsos y paquetes rectangulares, alguna bolsa y una mochila.

El vehículo sigue su marcha y, al girar antes de la autopista, sus faros iluminan una pared blanca interrumpida por una leyenda pintada en negro: "Expropiación de Zanon - Control obrero".

Las mujeres hablan mientras continúa la grabación; la autopista está casi desierta, inundada por una luz casi anaranjada. Las imágenes se interrumpen y reanudan cuando una de las mujeres, Marta Such, explica a unos guardias su intención de ingresar, junto con su compañera, al interior de la fábrica de cerámicos más importante de la Patagonia que, a esa fecha, ya lleva cinco años a cargo de sus trabajadores. Se trata de un proceso iniciado por 350 obreros ceramistas luego de que un vacío en la administración de la empresa amenazara con la quiebra y el despido.

La gestión obrera cuenta con un centenar más de trabajadores en la planta, sus líneas en producción y el pago de sus obligaciones al día. Sólo cuenta con una precaria autorización para funcionar como cooperativa mientras aguardan la expropiación solicitada al Estado a través de un proyecto de ley avalado por la firma de más de 50.000 ciudadanos.

Nueve meses después de aquella mañana de invierno, Marta Such ya ha pintado en unos treinta paneles de fibrofácil la historia de la gestión obrera, los rostros de sus protagonistas y todas las secciones de la fábrica, desde que la arcilla se descarga en las tolvas próximas a la balanza hasta que se terminan los cerámicos. La obra no se limita a las líneas de producción; por el contrario, incluye los sectores administrativos, de mantenimiento, de comercialización y de seguridad y vigilancia.

La artista recuerda las negociaciones que conclu

yeron con su ingreso a la planta: su instalación en un sector desde donde podía realizar bocetos, tomar fotografías, comprender el proceso de elaboración de los cerámicos. Conoció las denominaciones de los productos, algunas de las cuales recuerdan el origen italiano de los fundadores de la planta, los Zanon: Firenze beige y Firenze. Otros son Veracruz, Monterrey, Danubio, Manantial, Vallarta.

En enero fue la primera entrevista; la segunda, en marzo. De esas reuniones surgió la idea de realizar "series por sector" y la necesidad de "identificar a los obreros", cuyos rostros en varios cuadros pasan a primer plano. Luego de una primera fase de trabajo de borradores en la fábrica y de relevamiento fotográfico, la tarea continuó en el taller de Alta Barda.

 

PROTAGONISMO

 

"Ellos se reconocen", afirma Marta Such y explica que, además de una historia del control obrero en el lenguaje artístico, "todos los trabajadores van a estar en los cuadros", en los paneles correspondientes a su sector de trabajo. El procedimiento utilizado es la digitalización de los retratos y luego su estampado en los paneles. En algunos, como fondo, quedan las máquinas, la luz y las sombras que acaso refieren los claroscuros de una gestión que lleva más de cinco años y aún no se resuelve.

La técnica utilizada es óleo y pastel sobre fibrofácil plancha de aserrín compactado a alta presión y temperatura también alta, de aproximadamente 1,50 por 2 metros en tonos acordes con el sector representado. Por ejemplo, en algunos predominan los tonos tierra y arcilla; en otros los grises y los colores fríos, mientras que en el sector de hornos la preponderancia es para los cálidos rojos, naranjas, amarillos. En todos los casos y en todos los sectores balanza, molino, atomizador, prensa, líneas, horno, empaque, servicios, personal, matricería y otros "ya conocen los cuadros", con lo cual se establece una especie de diálogo entre la artista, la obra y sus protagonistas. El resultado es un mural montable y desmontable con treinta escenas de otros tantos sitios de la fábrica. En el lapso de realización, "en muchas ocasiones llevé los cuadros para que los vean".

En principio, la obra, "que es un regalo para la gestión obrera", puede estar concluida en octubre. La muestra quedará montada en la fábrica, afirma Marta Such, pero su presentación "puede ser en la calle, en algún lugar público plaza, plazoleta que aún no tengo definido". Para entonces, estará concluido también el video documental, que terminó Marta Such y que mostrará el proceso, las discusiones, la realización de la obra; las marchas y las contramarchas de ese verdadero mural portátil.

 

GERARDO BURTON

gburton@rionegro.com.ar



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