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Con sabor patagónico | ||
Carabetta fue segundo y Moreiro tercero en el notable debut del equipo cipoleño en el TR Juniors, ayer en el autódromo de Olavarría. |
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OLAVARRIA (Especial) - Fueron los últimos en desembarcar en el autódromo de Olavarría. Es más, hasta regalaron las pruebas comunitarias porque los autos de terminaron de armar contrarreloj. Por eso, y por el notable trabajo en pista, el segundo puesto de Federico Carabetta y el tercero de Javier Moreiro en la primera fecha del Top Race Juniors tuvo un sabor diferente. El debut del Patagonia Racing superó todas las expectativas, sobre todo por la forma en que el equipo llegó a Olavarría para encarar la prueba inaugural de la promocionada categoría. El menor de la familia Carabetta estuvo a unas vueltas de la hazaña, porque llegó a liderar la primera final de la categoría hasta el penúltimo giro, cuando se pasó de largo en una curva y resignó la punta. El TR Juniors cumplió y con creces en su esperado debut. Ganó Carlos Sirera escoltado por los dos pilotos cipoleños después de un entretenido espectáculo, donde hubo paridad, maniobras apretadas, toques y suspenso en la definición. Sirera supo capitalizar las oportunidades que se le presentaron, mostró solidez y no desaprovechó la posibilidad de lograr el primer triunfo de la nueva categoría del automovilismo nacional. La prueba había comenzado con Federico Bathiche y Gonzalo Perlo adelante, con cierta luz de ventaja sobre el resto. Promediando la final, Bathiche perdió el control de su Alfa y se fue afuera previo toque con Perlo. Carabetta, quien venía avanzando desde el séptimo lugar en que inició la prueba, aprovechó la oportunidad y superó a Perlo después de una apretada maniobra. A todo esto, en el medio de un tránsito complicado y apelando a su experiencia, Moreiro se acomodó cuarto y a la expectativa. Parecía cosa juzgada, porque Carabetta demostró que tenía resto y ense- guida sacó unos metros de ventaja. Una bloqueada en un frenaje desacomodó a su auto y anduvo por el pasto. Sirera tomó la delantera, y con firmeza la mantuvo hasta la bandera a cuadros, escoltado por Carabetta y por Moreiro, quien tuvo que hacer maravillas para llevar a su auto hasta el final, ya que lo descargó todo buscando más velocidad y le costó un montón llevarlo derecho. |
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