Expertos y productores de peras reunidos esta semana en Lleida, España, señalaron que el consumo de pera ha bajado en los últimos años en toda Europa. Una de las causas de esta caída es que está perdiendo claramente la batalla de la promoción y la comunicación en el mercado. También destacaron que no se han introducido nuevas variedades y que, en general, el consumidor busca algún tipo de cambio en sus hábitos a la hora de seleccionar los productos para colocarlos en sus changuitos. Y es que la pera producida mayoritariamente en Europa, la “Conference”, tiene unos 200 años de antigüedad. “La calidad tiene que ser buena porque, si no, no hubiera aguantado tanto tiempo en el mercado, pero no se ha innovado mucho en esta especie, ya que hace 200 años que se produce la misma pera cuando hay nuevas variedades de melocotón o nectarina que tienen sólo cinco o diez años”, señaló el presidente de Catalònia Qualitat, Antoni Badia. A su juicio, la producción de las diferentes variedades de pera en Europa garantizaría la presencia del producto durante todo el año. “Las tendencias de consumo marcan una clara pendiente negativa”, agregó.
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