ROCA (AR).- La presión de la principal plaga que afecta los frutales de pepita de la región, la temida carpocapsa, no cede y su presencia sigue preocupando sobremanera en las chacras de la región. La alerta, esta vez, no sólo proviene del sector productor que enfrenta y combate la problemática a diario, sino que también las autoridades de Fruticultura de Río Negro admitieron que las consecuencias por el ataque de las plagas siguen siendo sostenidas.
La preocupación, compartida con el sector primario que reclama mayor efectividad en los programas y en la distribución de los recursos necesarios para llevar a cabo el proyecto de erradicación, será llevada a las nuevas autoridades de la Secretaría de Agricultura y Ganadería de Nación, entre otros puntos.
También allí se insistirá en el envío de los 8 millones de pesos que debían llegar el año pasado para cubrir parte del costo del raleo pero que aún no fueron percibidos por los chacareros.
Según se informó, se prevé para mediados de la próxima semana mantener un encuentro, por primera vez en forma conjunta entre el sector público y privado de la actividad con el funcionario nacional a cargo de la SAGPyA, Javier De Urquiza.
Carlos Colavita, titular del área, admitió en relación a la presión de la carpocapsa que “no hubo más rechazos este año (en relación al anterior) pero se ha observado una sostenida presencia de la plaga en general, con algunos resultados positivos de los bloques (donde se implementa el programa nacional de supresión), (pero) que representan una porción mínima aún”.
Si bien no precisó mayores detalles –sostuvo que aún hoy es necesario unificar criterios de medición– indicó que “estadísticamente es muy difícil de medir (la incidencia de la plaga), pero sí con certeza se puede decir que los productores han manifestado tener vigente el tema plagas, algunos más y otros menos. Inclusive muchos nos han dicho que han hecho todas las cosas bien y sigue habiendo, lo que es preocupante”, remarcó Colavita.
El funcionario señaló que el problema más importante, en relación al plan nacional vigente, es que “financia sólo una parte y, en la medida que se va restringiendo el apoyo económico, el sostenimiento se hace más difícil”. Por tal razón, continuó, si este año la Nación aporta nuevos recursos para agroquímicos se intentará que una parte de esto sea conducido para aquellos productores que están bajo el programa.
Precisamente este aspecto será abordado también ante las autoridades nacionales de Agricultura. Como parte de la devolución del 50% de las retenciones a las exportaciones que sufre la región –en fruta de pepita– la actividad planteará que se elabore un esquema de trabajo en el cual se pueda financiar el capital circulante para que los productores puedan avanzar hacia una mejora sanitaria y la reconversión de sus variedades.
“Esto lo vamos a plantear como aportes no reintegrables, no como subsidios, dentro del esquema de devolución por las retenciones practicadas sobre nuestro producto que vamos a pedir que se active nuevamente”, destacó Colavita. Se trata de un fondo aproximado de 18 millones de dólares.