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El costo de un egresado de la UNC alcanza los $ 134.000

El presupuesto universitario para el 2007 ronda los $ 98,5 millones. Anualmente egresan de esta casa de estudios tan sólo 730 alumnos. Si bien la actual gestión culpa a la FUC de la crisis universitaria, el tema es mucho más profundo.

El presupuesto de la Universidad Nacional del Comahue (UNC) muestra una tendencia creciente. Desde el 2002 a la fecha pasó de 60,1 a 98,5 millones de pesos, evolución que representa un incremento superior al 60%.

Vistos en forma aislada, estos datos no parecen preocupantes. Sin embargo, al analizarlos en profundidad se observa que la cantidad de alumnos ingresantes y de profesionales egresados de esta casa de estudios se encuentra en franca caída. Buceando aún más en las estadísticas de la UNC y haciendo una sencilla cuenta matemática se puede concluir que el costo que acarrea la formación de un profesional en esta universidad se ubica en un promedio de 134.000 pesos. Hace sólo cinco años ese valor rondaba los 72.700 pesos.

En la actualidad, la cifra es casi cuatro veces superior al costo por egresado de cualquier universidad del sector privado del país. Es decir que, mientras que en la UNC cada egresado le cuesta al Estado 134.000 pesos, en otras casas de estudios del país y de la región ese valor se ubica en un piso de 35.000 pesos.

Las diferencias son llamativas. Desde la UNC la justificación de este 'sobrecosto' se asienta en el gasto que generan los docentes que hoy no están al frente de las aulas y que dedican su carga horaria a trabajos de investigación (ver aparte).

Hagamos una comparación algo odiosa. Durante el corriente año, los gastos de la UNC serán superiores a la suma de los presupuestos de la comuna de General Roca y Cipolletti, que suman más de 200.000 habitantes bajo su órbita.

Pero las zonas grises que presenta el presupuesto universitario no se detienen sólo en estas frías conclusiones y comparaciones.

Para este año, los informes oficiales detallan que más del 90% de lo erogado por la universidad se destinará a la masa salarial, mientras que con menos del remanente 10% se afrontará el resto de los gastos que se generan en las distintas facultades.

Mayores erogaciones con menor número de ingresantes, matrícula y egresados terminan por marcar una tendencia negativa en la utilización de los recursos presupuestarios, dejando de lado el principal objetivo para el que fue creada esta casa de altos estudios: la formación de profesionales.

Un caso que ejemplifica las distorsiones estadísticas se da en la Facultad de Ciencias Agrarias, hoy en proceso de revertir este negativo escenario.

Allí el número de inscriptos cayó estrepitosamente. En el 2003 iniciaron el ciclo lectivo 161 nuevos estudiantes, mientras que este año sólo lo hicieron 70. El total de alumnos se ubicó en un promedio de 578 por año durante el período 2003-2007, con una media 13 egresados anuales. El gasto total de este centro de estudios se ubica en los 4 millones de pesos, una importante proporción de los cuales se destina a salarios docentes, que hoy suman algo más de un centenar en toda la facultad.

Haciendo el mismo razonamiento de marras, el gasto por egresado en Agrarias se ubicó en algo más de 307.000 pesos, un 150% por encima del costo que representa la media de todas las facultades de la UNC, valor equivalente a un doctorado en Harvard (uno de los centros más prestigiosos del mundo en materia educativa). Siguiendo con Agrarias, un análisis lineal muestra que existen 5,6 alumnos por docente disponible, relación casi ideal desde los parámetros educativos.

En definitiva, esta facultad posee un elevado presupuesto, poca cantidad de alumnos y una dotación de docentes que permitiría garantizar la excelencia educativa. Sin embargo, los resultados están muy lejos de lo considerado 'ideal' por la sociedad. Tanto es así que hasta no hace mucho tiempo se llegaron a ver avisos en los diarios mediante los cuales se solicitaban agrónomos para empresas y se remarcaba la exclusión de los recibidos en este centro de estudios.

Pero este crítico escenario no es patrimonio exclusivo de Agrarias. El resto de las facultades de la UNC no está muy lejos de estos desvíos.

 

LOS PROBLEMAS DE LA UNIVERSIDAD

 

Estas conclusiones o comparaciones que ven la luz al analizar las estadísticas oficiales no deberían ser consideradas como un problema ideológico de determinados sectores la sociedad que conspiran contra la UNC. Se trata sólo de datos que muestran tendencias aunque, sin lugar a dudas, preocupantes muchas de ellas.

Es razonable apoyar, con algo de criterio, el argumento de que una universidad debe contar con un elevado presupuesto para funcionar eficientemente y que los docentes deben estar muy bien remunerados para contribuir así a lograr la 'excelencia educativa'. Pero el sentido común, al que se deben sumar los números que maneja la UNC en materia de gastos y su destino, muestra que algo no anda bien.

Si bien las comparaciones en muchos casos molestan, éstas nos permiten contar con un plano de referencia algo más objetivo respecto de una determinada situación o escenario. Frente a este concepto, debemos señalar que es difícil encontrar una universidad, pública o privada, del país que presente un costo por egresado similar al de la UNC.

Insistimos: se pueden exponer miles de argumentos para refutar la realidad que desnudan estas frías estadísticas, pero no poner en duda que la relación entre el gasto total de la UNC y los estudiantes que egresan por año es insostenible en el tiempo.

Es posible atender el hecho de que una universidad pública tiene un rol que va más allá de la formación de profesionales un tema todavía en pleno debate, pero aunque esto sea así no se justifica que el costo por egresado cuadruplique el de una casa de estudios privada.

Parte de este 'sobrecosto' también puede estar dado por la estructura con la que debe contar la UNC para los primeros años en cada una de las carreras que ofrece. Según estadísticas propias, de la matrícula total de esta universidad que hoy se ubica en algo más de 22.000 estudiantes la deserción en el primer año ronda el 45%, mientras que en el segundo llega a algo menos del 20%. Muchos de estos alumnos vuelven a ingresar en la UNC para 'probar' en otra carrera distinta de la que dejaron. Esto determina que, para los primeros años, la UNC debe contar con una infraestructura (docentes, aulas, servicios, etc.) para 22.000 estudiantes. Pero, a partir del tercer año de cursado, la matrícula cae por debajo de los 9.000 alumnos, acompañada por una estructura de costos sobredimensionada que viene de los años anteriores.

La UNC necesita un proyecto que apunte a consolidar la actividad económica de la región. Debería dejar de ser un mezquino centro de luchas de poder.

Replantear el norte de esta casa de altos estudios es, tal vez, el mayor desafío que tienen por delante las nuevas autoridades de la UNC. Mantener el statu quo es consentir el sostenimiento de una estructura totalmente autista ante las verdaderas demandas de la gente. Un autismo que a la sociedad de Río Negro y Neuquén le cuesta cerca de 100 millones de pesos por año, un dato no menos importante.

 

 

(J. L.)

 



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