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ENTREVISTA MARCELO ESCOLAR: \"Nuestra configuración política es fragmentada\"

Marcelo Escolar es un estudioso de los cambios que experimentó el sistema de partidos a nivel nacional. Asegura que está "pasando de una coordinación nacional de tendencia bipartidista a diversas formas de coordinación partidaria subnacional". Destaca, además, que "la desnacionalización no es caótica sino que evidencia las nuevas formas de rearticulación política y el aumento de la diversidad en los patrones de configuración de los sistemas político-partidarios locales y provinciales".

¿En qué estado se encuentra el sistema de partidos en la Argentina?

Yo creo que hablar sobre el sistema de partidos en la Argentina, si se lo toma de forma estricta, es bastante difícil. Y ello se debe a que incorpora un conjunto de organizaciones políticas y formas de coordinación política entre otras organizaciones que difícilmente pueden considerarse partidarias. Por lo tanto, cuando uno habla de sistemas de partidos es probable que esté expresando más bien deseos que una descripción de la realidad. Por otro lado, alude a un sistema de partidos que en términos tradicionales es considerado como un sistema de partidos nacional, que corresponde al Estado nacional o multinacional al que uno se está refiriendo de manera única y uniforme. De ninguna manera se tiene en consideración la posibilidad de que el sistema de partidos se encuentre articulado o desarticulado al interior de ese Estado nacional. Con esto quiero decir que hay una asociación directa entre la noción de partidos nacionales, la teoría de la modernización y la nacionalización del sistema político. La nacionalización del sistema político y la teoría de la moderni

zación van de la mano en la medida en que podría expresarse sintéticamente que hay una progresión en la organización de las distintas modalidades de asociación y organización política, que progresivamente van desde una situación básicamente local de la organización y del desarrollo de la política hacia una coordinación progresiva de esas situaciones locales en un sistema nacional, un sistema integrado. En el caso argentino habría que tener en cuenta por lo menos la existencia de instituciones políticas subnacionales que tienen configuraciones sociales asociadas de muy distinto tipo, con una muy distinta historia institucional y que se han ido incorporando al "sistema político nacional" en distintos momentos de la historia y con diferentes condiciones.

¿Debemos insistir en un "sistema nacional de partidos" o tenemos que empezar a referirnos a otra fórmula basada en lo que sucede en cada territorio político?

Efectivamente, uno puede hablar de un sistema político nacional. Más bien, diría una configuración política nacional asociada a condiciones a veces de sistema político y otras, de configuraciones políticas no tan estructuradas a nivel de las provincias y en muchos casos a nivel de las principales ciudades de cada provincia.

¿Este tipo de configuraciones es definitivo o estamos frente a un fenómeno pasajero, en condiciones de mudanza permanente?

En realidad, es un fenómeno fluctuante que en gran medida se constituye a partir de un conjunto de posiciones estratégicas entre oficialismo y oposición a nivel nacional, de las provincias y de las primeras ciudades, teniendo en cuenta las distintas condiciones que hay en cada provincia. Ya no es lo mismo una provincia que tiene varias ciudades y varias condiciones sociales distribuidas en su territorio que otra donde hay una ciudad y un "hinterland", nada más. No es lo mismo un distrito político como la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que una provincia que se compone por dos municipios, como Tierra del Fuego. Tampoco Río Negro, que se comporta como una confederación de ciudades.

La diferenciación institucional característica de un Estado con niveles diferentes en el régimen federal como el que se ha construido en el país, ¿determina la actual configuración política fragmentada?

En realidad, uno debería decir que nuestra configuración política es fragmentada por no ser coordinada nacionalmente. Y cuando digo "fragmentada" me estoy refiriendo a que la configuración política argentina del sistema de partidos no sería en realidad una estructura unificada de manera coherente desde arriba hacia abajo con una determinación de cada categoría superior sobre la inferior, del Poder Ejecutivo sobre el Legislativo y del poder Ejecutivo nacional sobre los ejecutivos provinciales; lo mismo a nivel subprovincial. Voy a decir algo un poco más complejo que variaría de acuerdo con las condiciones históricas y no necesariamente en forma lineal, con los recursos estrictamente económicos de las distintas provincias o regiones del país.

¿Qué significa esto?

Quiero decir que no hay duda de que la riqueza económica siempre estuvo centrada en la área pampeana y en el área metropolitana. Sin embargo sabemos que, desde del pacto de gobernadores en adelante, la coalición gobernante no era pampeana, aun cuando gran parte del aparato de Estado sí lo era. Es que la coalición gobernante era del interior y esto no es reciente sino bastante viejo. O sea, hablamos de las dificultades de configurar un gobierno a partir de la provincia de Buenos Aires; por ejemplo, en la experiencia reciente de Duhalde. Es que hay ciertas distribuciones de recursos políticos y económicos que están posicionadas de forma contradictoria entre la periferia y el centro pampeano en el sentido de que éste tiene más recursos económicos y la periferia, más recursos políticos. La fragmentación, entonces, tiene que ser leída en función del grado de centralización y descentralización que tenga el sistema político. Nosotros estamos acostumbrados a analizar el régimen multinivel, como el federalismo argentino, haciendo un estudio comparado a nivel nacional o internacional en distintos momentos históricos del diseño institucional de las competencias, de las características de las transferencias intergubernamentales, del nivel de desarrollo, de una cantidad de objetos que pueden existir pero que en realidad no van a ser efectivamente autónomos del sistema político si éste no está descentralizado. Quizá mientras la Argentina se comportó como un sistema político basado en el bipartididismo que ha sido efímero o en un partido predominante, siempre estuvo en condiciones centralizadas. A partir de los ochenta, y es probable que tengamos que bucear en otros momentos históricos creo que la república conservadora tuvo estas características y nunca fue estudiada de esta forma, se produjeron oportunidades para una mayor articulación y desarticulación de las situaciones provinciales y nacionales.

Dice que el sistema político sufre una "desnacionalización", con nuevas articulaciones regionales. Concluye que la desconexión se debe a que la distribución de recursos políticos y económicos es contradictoria: el centro pampeano tiene más de los últimos y la periferia, más de los primeros.

 

GABRIEL RAFART

Especial para "Río Negro"



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