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EL FUEGO Y LOS PLÁSTICOS | ||
La posibilidad de incendio es uno de los riesgos más graves que corre cualquier edificio, ya que esto siempre significa algún tipo de pérdida. Hoy es posible la prevención de los mismos desde etapas tempranas de la construcción, previa a la toma de medidas como la instalación de extintores de fuego, sistemas de alarma contra incendios, o la realización de simulacros de evacuación. Según la Asociación Argentina del PVC el uso de este material en la construcción garantiza una significativa reducción de los riesgos de propagación de incendios en edificios. Todos los materiales desprenden gases y humo en un incendio: la madera, 175 elementos químicos, mientras que el plástico, más de 150. Esto depende también de las condiciones del incendio: cantidad de aire y temperatura. Una de las emisiones más peligrosas son las del ácido cianhídrico, presente en el poliuretano. El PVC es uno de los plásticos que mejor se comporta frente al fuego: es ignífugo y no gotea. Es decir, tiene la propiedad de autoextinguir las llamas formadas durante la combustión. Estas características lo hacen apto para la fabricación de conductos, ventanas, revestimientos, recubrimientos de cables, etcétera. Los nylon y fluorados también son autoextinguibles, pero se utilizan poco en la construcción. Según el tipo de PVC que se considere, rígido o flexible, las prestaciones ante el fuego cambian. El PVC rígido, usado en tubos o perfiles de aberturas, no arde fácilmente cuando se aplica una llama externa: al retirarla, el fuego se extingue. En cambio, las formulaciones de PVC flexible (aislaciones de cables) son menos resistentes. Por eso, se mejoran con aditivos retardantes de llama. Todos los productos plásticos que se comercializan en el país, como los cables y los caños, tienen un sello que los identifica como aprobados por la norma Iram correspondiente. En cambio, las aberturas de PVC aún no tienen normalizada su calidad a nivel nacional. Otro caso controversial del uso del plástico en la construcción es el empleo de placas absorbentes acústicas. El poliuretano y el poliestireno, los materiales que usualmente conforman estas placas, son críticos en un incendio. Sin embargo, si se les agregan aditivos antillama, se pueden transformar en ignífugos. En ese caso, las placas se deben probar según las normas Iram o extranjeras. Las normas internacionales para clasificar los materiales según su comportamiento frente al fuego son la europea EN 13.501, la norteamericana UL 94 y DIN 4102 (alemana), entre otras. En el país, estos materiales también se pueden evaluar según la norma IRAM 11910. Estas normas clasifican a los materiales según su inflamabilidad, su velocidad de propagación de llama y su generación de humos. Los ensayos realizados en el INTI sobre muestras de perfiles de revestimientos de PVC rígido y caños de PVC, determinaron que éste material clasifica como 94 HB y 94 v-0 "difícilmente inflamable", según las normas UL 94. Otra ventaja del PVC es su temperatura de ignición alta. Por ejemplo, la madera de pino se autoenciende a unos 250º C, el polietileno a menos de 350º C y el PVC a nos 450º C. Además, necesita más de un 26% de oxígeno para arder, y el aire tiene solo un 21%. Fuente: Asociación Argentina del PVC.
PVC PARA LAS JUNTAS Las cintas de PVC Protex Waterstop son fabricadas en un material termoplástico, cloruro de polivinilo (P.V.C.) plastificado, y se presentan en color rojo y en perfiles de variadas formas y dimensiones. Se utilizan en hormigón para sellar juntas de construcción o de trabajo y de dilatación con bajas o elevadas presiones de agua. Se diferencian de los selladores de juntas en la ubicación de ambos elementos. Las cintas se colocan en la posición proyectada cuando el hormigón es colado en los moldes concretando su función como elemento de estanqueidad a partir del endurecimiento del hormigón. Según sus fabricantes pueden aplicarse en fundaciones, canales de riego, reservorios de agua y plantas potabilizadoras, piletas de natación, ríos subterráneos, diques y centrales hidroeléctricas, centrales nucleares, túneles, silos, decantadores, etc. Dentro de sus propiedades más destacadas están su resistencia a la tracción, alargamiento a la rotura, resistencia al desgarre, temperatura de empleo, doblado en frío sin alteraciones, efecto de los álcalis, etc. Se destaca además, su resistencia a aguas agresivas, agua de mar, ácidos diluidos, álcalis y sales moderados. Sus principales características "determinan que las cintas Protex Waterstop poseen una gran elasticidad, muy buenas resistencias mecánicas, excelentes resistencias químicas, son insensibles al envejecimiento por oxidación, soportan solicitaciones alternadas y vibraciones, y que si no son expuestas en forma prolongada a la luz solar se mantienen inalterables durante la vida útil de la estructura. En cuanto a su colocación:"para lograr un anclaje perfecto y evitar puntos débiles en el hormigón, las cintas deben colocarse a una distancia de la superficie igual o mayor a la mitad del ancho de la cinta, preferentemente en el medio del hormigón; y para ello el ancho elegido no debe superar el espesor de la pieza de hormigón". Para mantenerlas firmes durante el hormigonado se aconseja fijarlas al encofrado o hierros de la armadura evitando la perforación de las aletas de las cintas. Para ello pueden usarse alambres pasantes por orificios ejecutados en los bordes de las cintas. Las cintas se pueden soldar entre sí lográndose piezas de largos indefinidos y de formas especiales. Las soldaduras se realizan por contacto de los bordes previamente calentados con plantas fundentes, a la temperatura de fusión del material (máx. 190-200°C). Según sus fabricantes "la soldadura correctamente efectuada asegura la continuidad de la cinta, tanto desde el punto de vista de su resistencia mecánica como de su estanqueidad". |
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