Mis más recientes obras “Visiones sin nombre” (presentadas en la muestra homónima en la Galería Corazón Cordobés, el año pasado) buscan “despertar” asociaciones con el particular mundo visual de quien las observa (signos, elementos y sensaciones diversas), convirtiéndolo en un espectador activo que se movilice con la propuesta.
La búsqueda de esta relación activa espectador-obra me ha definido claramente en mi visión del arte y ha ido recorriendo diferentes caminos a lo largo de mi trayectoria como artista. Si bien me inicio y me identifico con el lenguaje de la pintura (como en las series “Composiciones” de 1995), diversas experiencias con otros medios plásticos me permitieron explorar las posibilidades comunicativas de la imagen. Como así también incorporar un modo de trabajo que se basa en proyectar las obras a partir de un objetivo y experimentar hasta encontrar los recursos visuales más propicios para concretarlo. Dentro de estas experiencias se encuentran las series de obras realizadas con objetos (1996), en las cuales trabajé sobre la comunicación y el cuerpo, desde un discurso austero tanto en el contenido como en lo formal. Se suman también a dichas series trabajos posteriores como el video “Instrucciones plásticas” (1998) y una serie de collages (“La selva”, “El desierto”, “El bosque” y “La pradera”, en 1998).
“Dichas obras resultaron fundamentales para mi crecimiento como artista y al mismo tiempo marcaron un punto de inflexión para decidir retomar el lenguaje propiamente pictórico que continúo en la actualidad, acá en Bariloche.
Esto me permitió desplazarme de obras más herméticas a otras más participativas, a partir de ubicar la obra en una zona híbrida atravesada por lo artesanal, el diseño y la pintura abstracta occidental.
Como así también acortar la distancia entre el trabajo propiamente artístico y el público no especializado, con una obra que se enriquezca de los aportes de la plástica contemporánea pero no se encarcele a sus clichés.
Producto de este posicionamiento surgen en el 2000, y luego de una intensa experimentación previa, la serie “Pequeñas Pinturas”, bajo una propuesta pictórica que fue evolucionando a través de diferentes formatos (en las series “Pinturas para mirar” en el 2001, “Pinturas para jugar” y “Pinturas” ambas en el 2002) como así también en la tridimensión en cubos (“Cubos para mirar” en el 2003) y recientemente en forma de vaca (“Vaca para mirar” en el 2006).
“Esta evolución devino en la última serie “Visiones sin nombre” donde la propuesta amplió sus posibilidades a partir de una síntesis de formas, colores y diseños que permitió explorar posibilidades latentes en las etapas previas.
Estas nuevas obras revitalizaron mi trabajo y, principalmente, siguieron permitiéndome unir dos aspectos claves: el placer que siento al pintar y el placer de quien las mira”.

Contacto: cziperovich@tutopía.com

TRAYECTORIA

Claudio Ziperovich nació en Córdoba en 1974.
Desde 1992 hasta 1997 cursó la Licenciatura de Dibujo y Pintura y el Profesorado Superior en Artes Plásticas en la Escuela de Artes de la Universidad Nacional de Córdoba.
En 1995 estudió pintura, collage y mix-media con el artista Bruce Dorfman, en Art Students League, Nueva York.
Durante 1996 realizó un taller teórico-práctico de artes plásticas a cargo del artista Remo Bianchedi, en Cruz Chica, Córdoba.
Entre las muestras colectivas en que ha participado, merecen señalarse: Premio Deutsch Bank “Al arte joven argentino”, Museo de Arte Moderno, Buenos Aires, 1995; Salón “Memoria por los derechos humanos”, Museo “Emilio Carraffa”, organizado por la Cámara de Diputados de la Provincia de Córdoba, 1996; “Objetos” (junto a F. Di Pascuale), Galería de Arte de la Universidad Nacional de Córdoba, 1996; “Arte investigativo y computarizado”, Centro Municipal de Exposiciones “José Malanca”, Córdoba, y en el Museo de Bellas Artes de Río Cuarto, organizadas por el Centro de Investigaciones Plásticas de Córdoba, 1996; “Pintura argentina contemporánea, Centro Pedagógico y Cultural Simón I. Patiño, Cochabamba, y en Espacio Simón I. Patiño, La Paz, organizadas por la Fundación Simón I. Patiño, Bolivia, 1997.
Es autor del libro “Con el Objeto de habla. Vivencias creativas de Artistas Plásticos”, parte del proyecto “Relevamiento y análisis del arte objetual en Córdoba”, como becado por la secretaría de Extensión Universitaria de la Universidad Nacional de Córdoba; y los avales de la Dirección de cultura del Gobierno de la Provincia de Córdoba y el Museo Municipal de Bellas Artes “Dr. Genaro Pérez”
En el 2006, su “Vaca para mirar” fue seleccionado entre 240 trabajos de todo el país para exhibirse en el Cowparade, el megaevento internacional que se realizó en Puerto Madero, donde se codeó con los artistas plásticos más renombrados de la Argentina.
Días atrás abrió su casa-taller en Bariloche, donde está radicado desde hace unos años con su esposa, para que “eH!” registrara parte de su obra.