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Pagó caro su falta de gol
Independiente falló en el primer tiempo y Racing no lo perdonó.

CENTENARIO (AN).- Racing de Olavarría no le da tregua a Independiente. Ayer volvió a demostrar por qué fue uno de los mejores del Apertura al asestarle al 'Rojo' un duro golpe en la cancha de Centenario.

El 1-3 del final mostró sola una cara del partido: la del segundo tiempo. En ese período Independiente evidenció falencias de todo tipo y lo pagó realmente caro, porque enfrente se topó con un conjunto que hizo del orden y la contundencia sus banderas principales.

En realidad, los problemas del equipo neuquino se gestaron antes, en los 45 iniciales. Porque fue amplio dominador en este período, pero no se pudo despojar de uno de sus karmas: la falta de definición.

Al minuto nomás tuvo la primera en los pies de Matías Iturra, pero el 'Manco' la tiró afuera. A los 21 llegaría la apertura del marcador, con un buen zapatazo de Juan Vogliotti, alegría que duraría muy poco, porque surgió Carlos Robledo para aguar la fiesta ( a los 29).

Diez minutos después Pablo Costi se lo comió en forma increíble, primero de cabeza y después ante los buenos reflejos de Marcos Coronda. Y a los 42 otra vez Iturra sería el encargado de fallar cara a cara con el '1'.

Luego del descanso el partido dio un giro de 180 grados. Racing tomó el protagonismo y el 'Rojo' desapareció del campo. Los cambios de Gustavo Coronel, bastante ambiciosos, no surtieron el efecto esperado.

A los 4 del complemento cayó un córner en el área local, hubo una 'peinada' en el primer palo y por el segundo, como un fantasma en soledad, surgió Serfaty para dejar muda a la parcialidad 'roja'. Racing se hacía fuerte en todos los sectores del campo, apoyado en la firmeza de su capitán Guevara y en la buena lectura de juego de Miguel González, de esos enganches que siempre le dan un buen destino a todos los balones.

Independiente no encontraba su norte y sus aspiraciones se diluían en inútiles centros y pelotazos, hasta que la estantería se volvió a caer cuando, a los 32 del epílogo, apareció Guevara y de cabeza puso el 1-3, ante la pasividad de toda la defensa local.

El dato para tener en cuenta fue que los tres goles que recibió el conjunto neuquino se iniciaron desde una pelota parada.

Para completar la tarde negra, Carlos Boccolini le mostró la roja a Pablo Costi y la décima amarilla a Orlando Porra, que se perderá dos partidos. Una jornada realmente para el olvido.



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