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La vida hecha historieta
A 30 años del secuestro y la desaparición del autor del cómic  “El eternauta”, en este “Cultural”, un repaso de sus creaciones y de su capacidad para transformar los cuadritos en historias inolvidables.

A 30 años del secuestro de Héctor Oesterheld por la dictadura militar -el 27 de abril de 1977- aparecerá en España una biografía en formato de cómic del inolvidable autor de "El eternauta", que estuvo a cargo de los periodistas Judith Gociol y Diego Rosemberg.

La colección española de cómics "Sins Entido" (sic) anunció la publicación del libro "Oesterheld. Rey de reyes", que pone foco en uno de los forjadores de la historieta argentina. "El libro va a salir también en consonancia con otras fechas, ya que hace 50 años Oesterheld fundaba con su hermano Jorge las publicaciones 'Hora Cero' y 'Frontera', creaba personajes como Ernie Pike y Rolo el marciano y aparecía "El eternauta".

Al tiempo que una historia de vida, esta biografía propone un recorrido crítico por las distintas etapas, formulaciones expresivas y personajes Tioconderoga, Bull Rockett y Mort Cinder en un abordaje que ubica la historieta citada inicialmente, con dibujos de Solano López, como uno de sus puntos cumbre.

De Oesterheld nació en Buenos Aires en 1919 y creó unas 160 historietas, la periodista Gociol resaltó la calidad narrativa.

"El uso del lenguaje, la construcción de perso

najes, la tensión del relato... un narrador que eligió ese formato porque confiaba en la historieta como un vehículo de comunicación de enorme alcance popular. También escribió cuentos infantiles e historias de ciencia ficción".

Oesterheld, según Gociol coautora de los libros "Un golpe a los libros" y "La historieta argentina", fue un precursor en varios sentidos: "El héroe colectivo, la localización en una geografía concreta y reconocible y sus argumentos, que van más allá del maniqueísmo de héroes buenos, justos y triunfadores".

Sobre los dibujantes que trabajaron con Oesterheld, la periodista adujo que cada quien hizo su aporte personal, aunque nombró a Solano López y Alberto Breccia por las historietas "El eternauta" y "Mort Cinder", "sumamente popular la primera y consagrada por su calidad, la segunda".

La apertura de Oesterheld está marcada también por su labor editorial y las revistas y editoriales que fundó en los años '50.

Para Gociol, revistas como "Hora Cero" y "Frontera" fueron parte "del auge editorial de esos años, que conjugó cantidad y calidad, aunque la empresa no se sostuvo económicamente".

En la misma dirección, "ese modo de la industria cultural pensado para hacer productos buenos pero también baratos, que se vendieran en los quioscos y llegaran a los sectores populares marcó a Oesterheld y le dio un training enorme para producir con ritmo fabril: mucho, rápido y bien".

Desde el anecdotario nutrido del personaje llegan las versiones de que le ofrecieron escribir la vida de Perón, en 1951. Esto, según Gociol, lo narra la viuda del guionista, Elsa Sánchez Oesterheld: "dice que a su marido lo llamaron de la presidencia pero se negó, ya que por entonces era un ferviente antiperonista".

Otra anécdota lo muestra como creador de un personaje popular del cómic infantil vernáculo, la bruja "Cachavacha". Gociol contó que, aunque un grupo de seguidores fanáticos de Cachavacha sostiene que fue una creación de García Ferré, "un personaje con ese nombre apareció quince años atrás en la tira 'Gatito', que Oesterheld firmó con el seudónimo 'Sánchez Puyol'".

Sobre los cruces entre Jorge Luis Borges y Oesterheld, también hay indicios de que se conocieron cuando el autor de "El Aleph" era director de la Biblioteca Nacional: "el guionista lo iba a buscar asegura Gociol y salían a caminar; compartían el amor por la ciencia ficción. Con el tiempo quedarían, ideológicamente, en polos opuestos. El guionista, con sus cuatro hijas Beatriz, Marina, Estela y Diana, integra la lista de víctimas del terrorismo de Estado; se presume que fue detenido en La Plata el 29 de abril de 1977.

Por diversos testimonios, habría pasado por varios centros clandestinos como Campo de Mayo, el Vesubio y el Sheraton, donde compartió cautiverio con el sociólogo Roberto Carri y el cineasta Pablo Szir.

Gociol subrayó que el autor de "El eternauta" no dejó de crear ni en la clandestinidad, ni cuando permaneció prisionero de la dictadura.

"Escribía en la isla del Tigre donde buscó refugio; por esos años, iba a la editorial Columba, clandestino, y hasta llegó a dictar guiones desde teléfonos públicos". "Aun secuestrado siguió trabajando acotó. Los militares le pedían una historieta sobre San Martín; él aceptó pensando que ganaba tiempo", relató Gociol.

Refiriéndose a la figura mítica de Oesterheld, Gociol apuntó que es difícil definir qué es un mito, en una persona cuya vida fue a un ritmo de producción y de acontecimientos tan concreta, pero quizás fue justamente lo que lo mitificó: "la cantidad de obras y su calidad, así como los acontecimientos políticos que surcaron sus días y su muerte, la de sus hijas y yernos".

Su obra está abierta a lecturas diferentes, remarcó Gociol, en el análisis de quienes "siempre andan tras la pista de alguna historieta desconocida o de precisar nuevos datos, todo lo que daría cabida a nuevas interpretaciones. El tiempo y el recambio generacional dan la posibilidad de revisar lo vivido desde una perspectiva de época".

 

JORGE BOCCANERA

Télam



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