La Semana del Diseño de Milán es la perfecta combinación entre diseño tradicional y avanzado donde todo el mundo que anda en el negocio de la arquitectura y la decoración se da cita. Bajo el título “Salone Internazionale del Mobile di Milano”, la semana pasada los diseñadores top y los emergentes marcaron una tendencia bien clara para estos tiempos: los muebles ahora son pulcros, minimalistas y de líneas rectas; imperan los ángulos rectos, las líneas puras y la madera es el material principal.
Todo lo que se vio son obras que consiguen proporciones agraciadas, detalles elegantes y exploración de materiales nuevos que si bien proponen diseños de vanguardia o divertidos a primera vista (por no decir osados o extraños directamente) se evidencia que son resultados maduros, de años de estudio y trabajo disciplinado.
Más 250.000 personas, en los cinco días últimos, recorrieron ávidos de novedades por esas amplias superficies de vidrio, con buena iluminación y movimiento.
El salón ocupó 213.000 m2 de superficie de exposición neta.
Hubo vidrio por todas partes, colores vivos, espejos de agua, jardines bien cuidados y las grandes cajas de los salones recubiertos de acero reflejaron todo lo que había a su alrededor.

Firmas con mucha personalidad, experimentales y profesionales incorporaron este año en sus creaciones combinaciones de colores inéditos, materiales nuevos, formas extravagantes y sobre todo mucho humor.
En este sentido la prensa especializada punteó:
• Los coloridos muebles de MOROSO,
• las alfombras de la española NANIMARQUINA,
• las formas de FRIGHETTO y ARPER,
• la consistencia de DRIADE,
• los muebles de mallas de acero de EMU,
• lo cool de OFFECCT y
• el mundo paralelo de F.BOFFI, con su estilo barroco en medio de tanta modernidad.

Párrafo aparte merece la mención de IED que presentó “el templo del diseño”, un lugar moderno de la adoración para abastecer de las necesidades de una sociedad multiethnic.
Cinco proyectos van en la demostración en el laboratorio de Spazio Teatro IED Moda, presentando un templo como lugar de la adoración, sino como un lugar de reunión también, que ofrece una biblioteca, un pasillo de conferencia, una cantina y dos museos, el uno temporal y la otra permanente.
Aquí los visitantes esperan que once religiones importantes puedan cohabitar pacíficamente: tres de ellas descendieron de la religión de Abraham (Jewry, cristianismo e Islam), tres derivaron de los orígenes hindúes (hinduism, buddhism y Jainism), tres del este lejano (confucianism, Taoism y Shinto) y dos que están situados entre las áreas del Islam y el hinduism (Sikhism y Zoroastrianism).
La instalación expresó los elementos compartidos por todas estas religiones, los elementos que sigue habiendo significado sin cambiar en las varias diversas tradiciones: agua como el elemento de la purificación, los números a partir de la 1 a 10, los cuatro elementos y sus símbolos –tierra, agua, aire y fuego– y cuatro colores: azul y anaranjado marrones, azul marino, ligeros.
Por su marca Lexus –que desde hace años viene colaborando con destacados artistas japoneses en la exploración de la expresión de L-finesse, y la persecución de valores de marca Premium completamente nuevos a través de la integración de Lexus con el arte alternativo y el diseño– presentó una exposición de arte titulada “Lexus L-finesse - El Jardín Invisible”.
La exhibición, concebida a gran escala, tuvo lugar en Zona Tortona, una de las áreas más populares en las que Fuori Salone (la exhibición la ciudad de Milán) tuvo lugar durante el período de “Salone del Mobile”. “L-finesse” es una sinergia de dos tipos de valores diferentes. “leading-edge” y “finesse”. Con el apoyo de los más importantes artistas y diseñadores japoneses, Lexus trata de demostrar una expresión totalmente nueva del L-finesse.
Esta tercera exhibición L-finesse, destaca a Ms. Kumiko Inui en el papel de artista colaboradora. Una arquitecta que se concentra en la producción de estructuras elegantes, aunque revolucionarias. Ms. Inui integra lo usual con lo inusual, lo cotidiano con lo excepcional, y lo convierte en algo pintoresco, utilizando un espacio en la Zona Tortona como telón de fondo.

Sorprendió y gustó mucho “Mr. Impossible”, de Philippe Starck.
Es una silla producida por KARTELL donde se aplicó una técnica inédita en que se funden dos tipos de policarbonatos de distintas características logrando una pieza solida transparente con una de las caras de color. Otra silla igual de novedosa y hecha también de policarbonato es la silla Thalya de Patrick Jouin. Ambas parecen hechas de vidrio y por lo mismo dan la impresión de ser frágiles pero los fabricantes aseguran que son irrompibles y el resultado es sorprendente.