Millares de personas celebraron ayer en la plaza del Duomo de Milán el scudetto número 15 del Inter. Abrazos y alegría, mezclado con lágrimas, marcaron un domingo que no vivían los simpatizantes del Inter desde hacía 18 años, la última vez que ganaron en la cancha el campeonato anterior.

Las primeras palabras del presidente, Massimo Moratti, fueron para recordar a su antecesor Giacinto Fachetti, muerto hace poco tiempo y que era el símbolo del club y del equipo cuando fue jugador.

Aclamado por los "tifosi", feliz y emocionado, Moratti se mezcló entre los jugadores y los hinchas. "Finalmente llegó este scudetto, estamos felices. Este campeonato tiene la característica de su generosidad y honestidad", afirmó Moratti.

En el día del triunfo, Moratti anunció la renovación del contrato del entrenador, Roberto Mancini, por cuatro años más la opción de un quinto. Mancini subrayó que "el equipo hizo un campeonato extraordinario: hacerlo con cinco fechas de anticipación, con 16 puntos de diferencia con el segundo, significa haber disputado un gran campeonato''.

En tanto, el defensor colombiano Iván Ramiro Córdoba señaló que era "un justo premio para el club, para los tifosi y para nuestras familias que han sufrido junto a nosotros, pero que al mismo tiempo tuvieron confianza en nuestra capacidad''.