>
La inundación que marcó el destino
por ALICIA E. PULITA

El 19 de abril último, se cumplieron 91 años del traslado de la municipalidad a Río Colorado. Pero en su larga historia, hubo muchos cambios y mudanzas. Las inundaciones y los continuos desplazamientos hicieron de este edificio una historia en sí misma.

Desde el 18 de febrero de 1912, fecha en que se restableció el Concejo Municipal de Río Colorado en la zona, las autoridades estaban instaladas en su edificio propio, construido con el aporte del vecindario, en el pueblo de Buena Parada, cabecera del distrito Adolfo Alsina. En la misma dependencia funcionaba el Juzgado de Paz y, atrás, se alzaba el edificio de la Comisaría de Policía, construido también a principios del siglo XX y actualmente demolido. Pero la devastadora inundación que asoló el valle del Colorado, a principios del enero de 1915, causó daños irreparables.

Las pérdidas materiales fueron cuantiosas, muchos edificios se derrumbaron, como la primera capilla inaugurada en 1908 y el inmueble donde funcionaba el correo. Otros, como la municipalidad y la comisaría, permanecieron en pie, pero sufrieron gran deterioro en paredes, pisos, muebles y su refacción excedía ampliamente las exiguas finanzas del municipio. La ayuda que pudo venir del gobierno nacional fue escasa. Sólo se proveyó de semillas a los pequeños agricultores para que pudieran reiniciar sus plantaciones. Y otro hecho se sumó a esta catástrofe natural. A fines de 1915, por el decreto nacional del 15 de octubre, se reestructuró la división administrativa del territorio de Río Negro y se creó en la zona el departamento Pichi Mahuida, con capital en Río Colorado.

Fue, pues, 1916 el año del traslado de la municipalidad.

El pueblo Burnichon, delineado en las adyacencias de la estación Río Colorado, que perdió su nombre original por la importancia creciente que adquirió la estación, estaba ubicado en un lugar más elevado. Su crecimiento poblacional y económico, generado por el afianzamiento de la explotación ganadera y las actividades relacionadas con el comercio y el transporte, era evidente. Ya se habían construido muchas casas de material, hoteles y grandes comercios de ramos generales. Muchos de estos inmuebles se ofrecieron para albergar a las instituciones del departamento.

Así, el 19 de abril, hace exactos 91 años, la municipalidad se trasladó para ocupar un edificio frente a la estación.

La comisaría y el Juzgado de Paz pasan a ocupar la casa de Andrés Simonetti y el correo y telégrafo nacional , una casa propiedad de Félix Antonelli, todas emplazadas en la calle principal, paralela a las vías del ferrocarril, actual avenida San Martín.

A escasos tres meses de instaladas las autoridades comunales, los vecinos se organizaron para festejar el centenario de la Declaración de la Independencia. Mudo testimonio de este acontecimiento es la placa que se colocó en el monumento al general San Martín, erigido en una pequeña plazoleta, frente a la estación y a la municipalidad y que dice: "Los pueblos de Río Colorado y Buena Parada al general don José de San Martín. 9 de julio de 1916".

Y así, de casa en casa, sufriendo continuos traslados hasta la construcción de su edificio propio, la municipalidad ha ocupado los siguientes inmuebles: la mencionada frente a la estación hasta 1927, la casa de Urtizberea-Ordoqui hasta 1933 (aquí se instaló después la biblioteca Sarmiento) y la casa de Guillermo Pérez, ex "Bar Central" hasta el 26 de setiembre de 1965, año en que pasó a ocupar sus propias instalaciones frente a la plaza San Martín, donde se erigieron los principales edificios de la comunidad.

Algo semejante ha ocurrido con las demás instituciones del pueblo: comisaría de Policía, correos y telégrafos, Juzgado de Paz y Registro Civil, etc. En esos edificios alquilados se gestó gran parte de la historia de nuestro pueblo. Algunos han desaparecido, la mayoría están refaccionados y enmascarados en fachadas modernas, por lo que resulta difícil su diferenciación.

Si bien Río Colorado no cuenta con grandes obras arquitectónicas, deberíamos revalorizar la sencillez y humildad de estos inmuebles que guardan un pedazo de nuestra historia.

Son pocos los edificios antiguos que quedan en Río Colorado y que la sociedad debería salvaguardar.

La ordenanza Nº 1.166 del 8 de junio del 2004 declara de interés municipal la preservación del patrimonio cultural de nuestra localidad, no sólo de los bienes materiales (monumentos, edificios, etc.) sino de los fondos documentales, colecciones y objetos como así también de la memoria viviente, que ayuden a identificar y reconstruir nuestro pasado.

Desgraciadamente, la vorágine de la vida moderna y los diversos y acuciantes problemas socioeconómicos a solucionar en el aquí y ahora han impedido, hasta el momento, plasmar con hechos concretos alguno de los múltiples aspectos considerados en esta ordenanza tan amplia y abarcativa.

Fuente: Archivo Histórico de Río Negro. Periódico "La Región". Informantes orales

 



Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí