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Educación: los salarios docentes siguen dominando la escena
El gasto educativo creció, en forma nominal, más del 300% desde 1992.Nación avanza en su política salarial usando fondos coparticipables.

El anuncio del ministro de Educación de la Nación aumentando en 24% en el salario mínimo docente a partir del 1 de marzo pasado, en virtud del acuerdo alcanzado con los gremios docentes nacionales, generó fuerte incertidumbre en las provincias tanto por su pronta implementación como por su financiamiento. Incluso colisionó con las negociaciones salariales que se estaban llevando a cabo con los gremios docentes en cada jurisdicción. Tal es el caso de las provincias de Río Negro y Neuquén que se hallaban en paritarias, donde dicho anunció desacomodó las piezas principales del gran rompecabezas que resultan ser los sistemas educativos provinciales.
La descentralización de la provisión del servicio de educación, unida a las particularidades de la concepción federal del país, motivó que cada jurisdicción tenga su propia legislación laboral, sus reglas regulatorias del sistema en general, su formación de los educadores, etc. conformando un sistema poco armonioso. La disparidad de salarios, de horas de trabajo y de obligaciones, deberes y derechos es sólo uno de los aspectos. A veces condicionado por la diferente capacidad fiscal de las provincias, otras veces por la forma en que cada provincia administra recursos de libre disponibilidad (como los originados en la coparticipación federal de impuestos).
El gobierno central, haciendo eje en la reducción de la posibilidad de conflictos, ha avanzado buscando cohesionar todo el sistema del país centrándose en uno sólo de los aspectos: la remuneración de los educadores.
En el año 2005 estableció un salario de $ 700, en el 2006 lo incrementó un 20%, pasando a un mínimo de $ 840, y para el 2007 el incremento anunciado fue de $ 200, elevando de esta forma a $ 1.040 el salario mínimo. Así el aumento acumulado (medido de punta a punta) fue del 48,6% en valores corrientes y más del 25% en términos reales.

COHESION NACIONAL

Lo descripto refuerza la dirección de la política educativa nacional hacia una concepción que centra los severos problemas educativos en la remuneración de los educadores. Estas acciones se denominan intervenciones compensatorias(1), pero no se relacionan con mecanismo alguno de incentivos hacia la racionalidad de las decisiones del uso de los fondos públicos ni con las particularidades de la regulación laboral docente de cada jurisdicción:
a) En 1999, el Fonid (Fondo de Incentivo Docente) compensa muy levemente los bajos niveles salariales (distribuye mayores recursos a las siete provincias más pobres hasta el 2005). Buscaba remunerar mejor a los educadores, pero lo percibieron todos aquellos que tuviesen “título docente” aunque realizaran otras tareas dentro del sistema.
b) La ley 26.075 de Financiamiento Educativo se centra en mejorar las condiciones laborales y salariales de los docentes y prioriza la inversión provincial en la mejora de esas remuneraciones.
Por esta causa se crea el Programa Nacional de Compensación Salarial Docente.
EL PRESUPUESTO EDUCATIVO

El gasto educativo en el conjunto de las provincias ha crecido en más del 300% en términos nominales entre 1992 ($ 6.000 millones) y el 2006 ($ 25.000 millones), pasando a representar del 2,9% al 3,5% del PBI. En las provincias que conforman la región Comahue el aumento fue menor, 175% en Río Negro y el 240% en Neuquén.
Durante el 2006, en promedio, las distintas jurisdicciones provinciales gastaron más del 29% de sus presupuestos en Educación, lo que consolida a este tipo de gasto como el principal destino de las erogaciones provinciales y cumplen con la regulado en la mayoría de las constituciones provinciales: “... la enseñanza pública será costeada con el treinta por ciento (30%) como mínimo de las rentas generales de la Provincia...”.
En general, en casi todas las provincias el gasto en salarios docentes es el principal componente del presupuesto educativo, alcanzando el 92% en el promedio.
En Río Negro y Neuquén esos indicadores toman valores muy diferentes. En Río Negro el gasto en personal docente es más de $ 400 millones, mientras que en Neuquén ese gasto supera los $ 600 millones (89% del presupuesto educativo). De esos montos, el 80% está dedicado a los niveles inicial-primario y medio, o sea más del 80% de la matrícula provincial.
A continuación se describen sintéticamente los grandes números de los sistemas educativos de la región para el 2007. Entre ambas provincias se alcanzaría una matrícula de 500.000 alumnos, más de 36.000 docentes y el presupuesto asignado el último año llegaría a los 1.400 millones de pesos, de los cuales más del 94% en Río Negro y del 74% en Neuquén se concentra en el gasto salarial.
En el 2006, el Estado nacional afectó recursos por 34,7 millones de pesos proveniente de la ley 23.548 de Coparticipación Federal de ambas provincias para financiar el Fondo Educativo con la finalidad de garantizar condiciones equitativas y solidarias en el sistema educativo nacional. Dicha cifra representa el 4% del total país(2).
Resulta tremendamente llamativo observar los grandes números de los dos sistemas educativos de la región. Río Negro, posee más matrícula, una mayor cantidad de establecimientos educativos, pero registra una menor planta de personal docente y un menor presupuesto que el sistema educativo neuquino.

LOS SALARIOS

En base a las remuneraciones brutas de dos cargos tipo (maestro de grado o director de 1ra  categoría, en ambos casos con jornada simple y 10 años de antigüedad(3)), se puede observar la remuneración bruta por provincia (para el caso de un docente con cargo de maestro de grado) y se han confeccionado los gráficos adjuntos.
Para los maestros de grado Neuquén se posiciona en el grupo de las remuneraciones más elevadas y por encima del promedio del país. Río Negro en cambio se ubica 7% debajo del promedio país. Esto se revierte para los directores. En este caso los directores rionegrinos percibieron en el 2006 una remuneración bruta promedio cercana a los $ 2.000, mientras que la media del país fue de cercana a los $ 1.800 y la de los directores neuquinos fue de $ 1.600.
Como es lógico en un sistema descentralizado como el actual y en función de la realidad fiscal, cada una de las administraciones ha definido su estrategia local.
La provincia del Neuquén (abril del 2006) estableció una asignación remunerativa no bonificable para docentes con cargo de maestro de grado y proporcional al resto de los cargos según carga horaria. Se complementó con un aumento del 40% de los puntos de asignación de cargo, quedando excluido el personal directivo. Ese mismo año (decreto 450/06) anticipó el pago del Fonid.
En Río Negro, las acciones del 2006 fueron varias. En abril se incorporó al sueldo básico $ 30 de adicional (resolución 552/05), se elevó el salario mínimo a $ 650 para docentes con menos de 7 años de antigüedad y a $ 670 para el resto.
En junio se aumentó 15,5% la dedicación exclusiva y 50% el adicional no remunerativo para los directivos. En noviembre se abonó la suma de $ 70, de carácter remunerativo/bonificable, para los docentes con 23 o más años de servicio y/o 57 o más años de edad, y de carácter no remunerativo para el resto.
La situación es muy disímil entre las dos jurisdicciones, sea por los estilos de los gobernantes y los representantes gremiales de los educadores o por visiones distintas de la población. En Río Negro, partiendo de remuneraciones más bajas, se aceptó la suma nacional y las clases comenzaron normalmente.
En Neuquén, con un salario de bolsillo de $ 1.140 para maestro inicial el sistema, continúa el conflicto.

EN RESUMEN

El Ministerio de Educación avanza en una política salarial unificada utilizando para ello los fondos de coparticipación federal de impuestos (ley de Financiamiento Educativo).
Desde el año 2001 los salarios docentes se han recuperado más rápido que los salarios del resto de los empleados estatales.
A pesar de ello los días de clases en la región, y en especial en la provincia del Neuquén, no llegarían en este año a 160 días contra los 180 días establecidos como mínimo según la ley 25.864.
Distintas leyes nacionales no guardan coherencia entre sí. Es el caso de la ley 25.917 de Responsabilidad Fiscal, a la cual 23 jurisdicciones mostraron su adhesión, y la ley 26.075 de Financiamiento Educativo. La primera tiene como objetivo establecer reglas generales de comportamiento fiscal y dotar de una mayor transparencia a la gestión pública.
Entre otras cuestiones establece que la tasa nominal de incremento del gasto público primario de los presupuestos de la administración nacional, provinciales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, no podrá superar la tasa de aumento nominal del producto bruto interno prevista en el marco macrofiscal.
La segunda norma tiene como objetivo analizar el cumplimiento de la meta referida al aumento de la inversión educativa en relación al PBI (artículo 4), avanzando en financiar aumentos utilizando recursos de coparticipación federal de impuestos.
Debido a la influencia fiscal del gasto en salarios de educadores, podría verificarse en algunas provincias una tasa de aumento del gasto primario superior a la tasa de aumento del PBI, con lo que no se cumpliría con lo normado en la ley de Responsabilidad Fiscal.

(1) Desde 1997, distintos programas de políticas compensatorias (becas para el nivel medio, entrega de útiles escolares, libros, computadoras, etc.) son financiados por préstamos de organismos internacionales al margen de las decisiones provinciales.
(2) Decreto 459/06. Total país: 958 millones de pesos.
(3) Metodología del Informe Indicativo de Salarios Docentes de la Coordinación General de Costos del Sistema Educativo del Ministerio de Educación de Nación. Julio - Diciembre del 2006.


(*) Economistas de la Fundación Mediterránea
ieralhue@speedy.com.ar

Calidad educativa

El problema de la Educación no se concentra sólo en un problema de sueldos. Y esto es lo que el gremio docente neuquino debería comenzar a entender antes de tomar posiciones intransigentes de la mano sólo del reclamo salarial.
La calidad educativa debería que estar hoy en el centro de la discusión. Es el debate que se debe tanto el gremio como el gobierno para comenzar a poner blanco sobre negro sobre un sistema altamente deteriorado. ¿Qué incentivos son realmente necesarios para asegurar una eficiente y equitativa asignación de recursos? En su libro “Educación para todos”, Juan José Llach define la calidad educativa que presentan las distintas provincias del país tomado en cuenta tres variables: las tasas de graduación a tiempo, los niveles de repitencia y supervivencia, que mide el tiempo que los alumnos permanecen en el sistema con sobreedad.
Neuquén, siendo una de las cinco provincias del país que más recursos destinó al sistema en ese período de análisis, se ubica en el puesto 22 del ranking de eficiencia educativa. Es decir que pese a que el Estado destina importantes fondos al sistema, incluyendo aquí los salarios de los docentes, el sistema neuquino presenta altos niveles de repitencia, bajas tasas de graduación en tiempo y forma, y elevados índices de alumnos que permanecen en el sistema sin la edad adecuada.
Esto demuestra que, pese a existir disponibilidad de fondos para el sistema, el mismo no funciona. Es un conformismo injustificado esperar que el crecimiento económico o la bonanza transitoria que da hoy el petróleo en la región aumenté por sí solo la calidad educativa de la provincia. Sólo con recursos no se hace un sistema eficiente y equitativo. (J.L)



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