El "Xeneize" dominó en el inicio. El "Millo" lo empató y, al final, casi lo gana.

Boca sacó temprana ventaja y hasta pudo haber goleado en la primera mitad, pero no concretó en el arco su dominio absoluto, se complicó y debió resignarse a empatar ante un River que llegó golpeado, pero al final festejó más el 1-1.

A los 45 segundos Ever Banega sacó rápido un tiro libre para JR Riquelme, quien jugó con Palermo, recibió la devolución y tocó para la llegada de Ledesma por el medio. El volante definió ante el achique de Carrizo con todo River dormido.

Fue el inicio de una etapa que fue exclusiva del "Xeneize", que no supo definir las situaciones que generó. Si se establece que los dos actores fundamentales fueron Riquelme y Carrizo, se puede comenzar a tener una idea aproximada de lo que fue el desarrollo del juego.

El armador soberbio en el control de la pelota y lúcido y preciso para las descargas. Lo apuntalaron Ledesma, Banega y Cardozo, todos en muy buen nivel al igual que Ibarra. Los que no estuvieron finos fueron los delanteros, porque tanto Palermo como Palacio contaron con chances concretas.

River sólo se aproximó a los 37, después de una mala salida desde el fondo, cuando Belluschi remató de afuera del área, la pelota se desvió en Daniel Díaz y cayó apenas por encima del travesaño.

Todas esas oportunidades que no concretó en la etapa inicial, Boca las pagó en el segundo tiempo. Y también fue con un gol desde los vestuarios. Belluschi colocó la pelota en profundidad para la diagonal de Rosales, quien a la carrera definió muy bien con zurda sobre el palo derecho de Mauricio Caranta.

Boca nunca recuperó el aplomo del primer tiempo, pero de todos modos fue el más ambicioso, mientras que River, cuyo medio juego fue mucho más combativo que en la primera etapa, logró por momentos compartir la pelota.

En cuanto a las llegadas estuvieron parejos, porque el local se adelantó masivamente, pero el "Millo" dispuso de espacios ante un fondo que quedaba muy desguarnecido. Palermo tuvo dos claras y las dos con su especialidad: el cabezazo, a los 29 y 34.

De todos modos, la mayor aproximación por parte del equipo de Miguel Angel Russo en la segunda mitad ocurrió a los 41 cuando Riquelme ejecutó un tiro libre, la pelota se desvió en un defensor y Carrizo, la gran figura, logró desviar con el pie derecho, a puro reflejo.

River se acercó a los 33 con una media vuelta de Belluschi apenas desviada, y dos veces sobre la hora. Primero con una contra por izquierda que Marco Ruben desvió "por nada", y poco después cuando el mismo delantero, de frente al arco y en el borde del área chica, cabeceó alto un centro de Rosales.

Boca hizo mucho más por el triunfo pero no lo concretó y River, sin fútbol pero con el esfuerzo del segundo tiempo, rescató un punto.