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En la boca del Lobo

La goleda de Gimnasia dejó a Burruchaga en la cuerda floja.

Para Gimnasia el de ayer fue el triunfo soñado, el que necesitaba para salir de la crisis que derivó en la renuncia del entrenador Pedro Troglio. Para Independiente fue una verdadera pesadilla, de la que se despertó goleado y con su entrenador al borde de la renuncia.

Sin brillar, Gimnasia fue mucho más que Independiente en la primera mitad. Después de un breve dominio visitante durante los 10 minutos iniciales, todo fue del Lobo que debió irse al descanso con una mayor diferencia que el 1-0 concretado por Santiago Silva a los 20, con un zurdazo cruzado bajo.

El capitán Daniel Montenegro no encontraba compañía en el mediocampo e Independiente no encontraba la pelota. Parecía que la reacción 'roja' no se haría esperar, pero fue Gimnasia el que, aprovechando los gruesos errores de la defensa visitante, sobre todo los de Rodríguez, marcó tres goles en seis minutos.

A los 8, una perfecta asistencia de Silva a Leguizamón le permitió a éste definir con un tiro cruzado. Dos minutos más tarde, el mismo Leguizamón apareció solo por izquierda y con un disparo bajo venció de nuevo a Ustari, ayudado por Rodríguez quien la empujó en su desesperado intento por salvar su valla. Y seis después, Leal, con un cabezazo que se metió arriba, junto al palo izquierdo de Ustari, cerró la cuenta del Lobo.

Esos tres goles aniquilaron a Independiente que ya no tuvo reacción. Sólo quedó tiempo para el descuento de Sosa.

La tarde se fue con sentimientos cruzados: rumores de renuncia de Burruchaga y de alegría 'tripera'.



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