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COMO POR UN TUBO
TRUCOS PARA MEJORAR LA INSTALACION SANITARIA. UN BUEN PROYECTO ES FUNDAMENTAL. MANTENIMIENTO PARA PREVER INCONVENIENTES. LA LIMPIEZA DEL TANQUE. CÓMO REEMPLAZAR CAÑERIAS ANTIGUAS.

Suele ocurrir que las instalaciones sanitarias  llaman la atención de manera  drástica mediante avisos como pérdidas, fisuras y obstrucciones.  Y aunque ocurre con mayor frecuencia en aquellas que tienen una presión del líquido constante como las de conducción de agua fría o caliente, también esta situación aparece en las  de desagües cloacales o pluviales.
Si bien los orígenes pueden ser variables, por lo general muchos de estos problemas podrían ser minimizados o evitados mediante un adecuado mantenimiento de las mismas.
En este sentido cabe la acotación de que por lo general no existe en nuestro país conciencia de que el mantenimiento es algo fundamental para un correcto funcionamiento de las distintas partes de una construcción. Y aunque muchas veces se hace referencia a la falta de recursos, en realidad tiene más que ver con razones “culturales”, más que con las económicas.
El caso de las instalaciones sanitarias es un ejemplo de ello. Si se limpiaran los tanques de reserva con la frecuencia debida según cada caso, habría menor cantidad de partículas inertes en el agua, que pasan a las cañerías y las obstruyen con el paso del tiempo, además de que esto finalmente afectará la salud de los usuarios constituyéndose en una consecuencia más delicada aún.
Por este motivo resulta de suma importancia la revisión y conservación de los distintos componentes de una instalación, mediante procedimientos cada vez más sencillos, y que por otra parte hasta no requieren demasiada especialización.
En el caso de lo que se conoce popularmente como limpieza del tanque, esto incluye la inspección de las diferentes partes del sistema como flotantes mecánicos o automáticos, válvulas y llaves para el corte de la alimentación, así como la revisión del mismo tanque comprobando si pudieran existir fisuras internas o externas, o la correcta colocación de la tapa que le confiere un cierre y protección fundamentales para evitar la contaminación del agua confinada.
Si bien cada vez más se utilizan en viviendas los tanques de materiales sintéticos de alta performance y provistos de capas que hasta aumentan la durabilidad en contacto con los rayos solares, todavía existen aquellos de hormigón armado que por lo general suelen presentar fisuras o microfisuras. Estos tanques se encuentran en edificios de mayor porte y pueden ser afectados en mayor medida por las defecciones que pudieran tener las estructuras ya que son de conformación más rígida. También se los construye como tanques cisterna enterrados por lo que igualmente se encuentran expuestos a los asentamientos diferenciales o movimientos estructurales.
 Para estos casos existen productos nuevos de empresas como Prokrete o Sika, que permiten el sellado de fisuras mediante su impermeabilización. 
Por su parte los tanque de materiales sintéticos o aquellos de acero inoxidable requieren menos mantenimiento. Como sus paredes son muy lisas, evitan bastante la acumulación de sarro y suciedad, así como el desarrollo de microorganismos.

PREVENIR ANTES QUE CURAR

La mejor forma para lograr el funcionamiento del sistema de desagües cloacales comienza en la elaboración del proyecto de las instalaciones, lo que tiene que ver, además del adecuado diseño de los conductos la previsión de cámaras con tapas herméticas que permitan colocar una cinta para liberar obstrucciones o simplemente verificar el correcto funcionamiento de los conductos.
El tiempo estimado para esto último varía entre 10 meses y un año.
En el caso de cañerías verticales, recomiendan la colocación de una tapa de acceso en cada codo, lo que equivale a decir cada vez que la cañería cambia de dirección, ya que con el correr del tiempo, las incrustaciones sobre las paredes interiores de las cañerías que llevan aguas servidas van haciéndose más consistentes y reducen el diámetro del caño.
Cuando los taponamientos se hacen recurrentes, una alternativa es utilizar el lavado hidrocinético, que limpia las cañerías por presión de agua sin utilizar mechas ni elementos químicos. Sirve para limpiar las instalaciones cloacales de cocinas, lavaderos y baños, además de los desagües pluviales.
Igualmente en el caso de las redes de distribución de agua, el mantenimiento se verá beneficiado por un buen proyecto de las mismas.
Luego del cálculo de los diámetros de las cañerías, es importante que se puedan sectorizar los diferentes tramos para que, en el caso de la aparición de alguna avería, se pueda cortar el suministro a ese sector y que el resto siga  funcionando sin inconvenientes. En esta situación se encuentran las instalaciones en baños y cocinas cuando se deben realizar reparaciones en las griferías, por ejemplo.
Con la colocación de llaves de paso en lugares estratégicos como alimentación al lavatorio, y al inodoro y bidet, el sistema podrá seguir funcionando mientras se produce la reparación de la avería.

TERMINALES

Si se detectan fallas recurrentes en cañerías de agua poco es lo que puede hacerse, con las viejas cañerías de hierro galvanizado, muy sensibles a la corrosión. Los caños no pueden cambiarse por tramos, ni es recomendable hacer un reemplazo parcial por instalaciones de otro tipo. Para mantener un buen suministro de agua no queda otra solución que hacer un tendido nuevo, lo que significará la anulación de la cañería existente y su reemplazo, sin que sea necesario romper paredes para extraer los caños antiguos. Con el solo hecho de anular su conexión la cañería quedará vacía y no afectará el funcionamiento de la nueva por colocar.
Si en una construcción hay cañerías de latón, PVC, termofusión o acero inoxidable, se puede decir que está libre de problemas de desgaste o corrosión, pero no de pinchaduras accidentales o fallas en las uniones roscables. Para su reparación se corta el tramo de caño y en su lugar se introduce una cupla deslizable que se une por los dos extremos con aros de goma.
Las cañerías de termofusión se basan en un sistema de piezas de polipropileno que se sueldan por medio de calentamiento eléctrico, conformando una sola pieza, sin juntas. Si el agujero no es pasante, se introduce un tarugo especial de reparación que se une a la pieza dañada con un calentador portátil.



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