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El dinero ¿hace a la democracia?
Antes que las encuestas, un índice más material parece definir la suerte de los precandidatos presidenciales: su capacidad de recaudar fondos para una campaña que se cree costará  u$s 1.000 millones, la más cara de la historia.

Los precandidatos estadounidenses lanzados a la conquista de la Casa Blanca ya rompieron un record de u$s 80 millones en el inicio de una campaña electoral que podría llegar a u$s 1.000 millones en la recaudación de fondos.
 La precandidata demócrata Hillary Clinton, el joven senador del mismo partido y su más fuerte rival, Barac Obama, y el republicano Mitt Romney lograron superar los u$s 20 millones en los primeros tres meses del año, superando largamente las previsiones. También están batiendo records los republicanos Rudy Giuliani y John McCain y el demócrata John Edwards.
Las enormes sumas recaudadas por un puñado de candidatos comienzan a marcar distancias entre ese grupo y el resto. “Ya podemos eliminar a la mitad de los aspirantes”, afirmó Anthony Corrado, especialista en elecciones presidenciales y manejo económico de las campañas del Colby College de Maine. Agregó, no obstante, que “todavía hay mucho tiempo por delante” y estas primeras cifras del año no marcan una tendencia definitiva.
La historia demuestra que quienes toman la delantera tempranamente no necesariamente logran la candidatura de su partido o la presidencia. Pero los éxitos iniciales les permiten afianzarse como candidatos serios, mientras los demás deben esforzarse por recuperar terreno.
El total de fondos conseguidos en el primer cuatrimestre del año por los precandidatos podría superar los u$s 100 millones.Y apenas comenzaron a recaudar fondos “en serio”.
 Clinton reveló que su cosecha de donaciones para la elección presidencial del 2008 alcanzaba los u$s 26 millones, una cifra nunca antes lograda por un precandidato presidencial con sólo tres meses de campaña. La ex primera dama demócrata suma a esos fondos otros u$s 10 millones que quedaron de su exitosa recaudación para su reelección en el Senado en el 2006.
Por su parte, Romney logró inyectar credibilidad en una campaña que lo muestra distante en las encuestas entre los republicanos, aventajado por los favoritos, el ex alcalde de Nueva York Rudolph Giuliani y el senador John McCain.
Romney reunió u$s 20,6 millones para su disputa por la nominación republicana y obtuvo otros u$s 2,3 millones adicionales en préstamos, según asesores del ex gobernador de Massachusetts. “Romney está ganando sobre votantes y adherentes porque es el candidato con las mejores ideas y la mejor visión para conducir el país en el futuro”, dijo su portavoz Kevin Madden.
Giuliani, que alcanzó prominencia durante los ataques terroristas contra Nueva York de setiembre del 2001, lidera los sondeos de opinión entre los republicanos. El ex alcalde neoyorquino logró u$s 15 millones en fondos electorales en los primeros tres meses del año. El coordinador de su campaña Mike DuHaime se apuró en destacar que el precandidato tuvo un “comienzo tardío” en la batalla por los dólares.
En tanto, un asistente de McCain, dijo que las donaciones alcanzaron u$s 12,5 millones y admitió que hasta ahora la campaña no ha logrado los resultados esperados.
La enorme cantidad de fondos conseguidos en la etapa más temprana de la campaña es un reflejo de la naturaleza ultracompetitiva de la competencia, casi 10 meses antes de que las boletas de votación digan cuáles son los nominados en cada partido. Si bien los que más recaudan no siempre triunfan, Toner dijo que “el disponer de dinero temprano le facilita a uno conseguir más fondos más adelante y todo candidato prefiere ser el que más recauda de entrada a quedar rezagado”.
La elección del 2008 es vista por los expertos como la más cara de la historia. Algunos analistas esperan que se alcancen los u$s 1.000 millones por primera vez. En la presidencial del 2004, que ganó George W. Bush sobre el demócrata John Kerry, los candidatos reunieron u$s 701 millones en fondos electorales, según estudios independientes.
Estrategas de ambos partidos no descartan que en total los candidatos inviertan más de u$s 2.000 millones.



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