Gol de Silvera y a sufrir. No importó, porque el equipo de Ramón sigue solo arriba.

San Lorenzo sufrió hasta el final, pero logró una valiosa victoria 1-0 ante Lanús para conservar la punta en soledad del Clausura y la ventaja de tres puntos sobre Bocas.

Como broche de oro en la fiesta de los 99 años de vida de los Santos de Boedo, Andrés Silvera marcó el tanto del triunfo. De entrada, Lanús se plantó con personalidad, intentó manejar la pelota e imprimió velocidad por las bandas. El esquema que dispuso Ramón Cabrero fue generoso porque lejos estuvo de defenderse ante el puntero.

Aún así, el visitante no pudo evitar que a los 5 San Lorenzo le creara una chance de riesgo que Bossio le abortó Ferreyra, luego de una buena acción de Rivero.

El trámite era electrizante y el local encontraba facilidades por el sector derecho, donde el propio Rivero pasó cada vez que se lo propuso. Justamente a los 14, en otra proyección del volante, Silvera cabeceó defectuosamente desde el punto penal.

Tres más tarde, los de Ramón Díaz no fallaron. Gastón Fernández habilitó en profundidad a Rivero, quien envió un centro rasante que Silvera tocó al fondo.

Con el gol, el Ciclón ganó en confianza, se afirmó en el medio con el buen trabajo de Ledesma y por momentos Lanús se vio desbordado. El dueño de casa fue por más y a punto estuvo de ampliar la diferencia con un cabezazo de la "Gata" que besó el poste derecho de Bossio.

Lanús no reaccionaba y perdía rápido el balón. Así, poco a poco convirtió al arquero Orion en un espectador más.

Al final, Lanús no fue en ese primer capítulo aquel rival peligroso que insinuó de entrada, mas allá de que apretó sobre el epílogo y Méndez, quien volvió en este partido y le entregó la cuota de seguridad que necesitaba su equipo, le sacó el gol en la línea a Acosta.

En los 15 iniciales del ST, el "Granate" produjo más que a lo largo de la etapa inicial. En ese lapso, contó con al menos cuatro situaciones para igualar.

La más clara, a los 12: Acosta tomó mal parado al fondo de San Lorenzo y eludió a Orion, pero definió muy suave, lo que posibilitó que Bottinelli llegara a frenar la pelota en la línea.

El Ciclón se desdibujó, mostró un peligroso quedo y para peor entro en desorden. Rivero ya no lastimaba, Fernández enredaba el juego, Ferreyra no justificaba su permanencia en el campo y Silvera no recibía juego.

Díaz advirtió el bajón de su equipo e hizo entrar a Lavezzi, pero la variante tampoco le permitió recuperar el protagonismo alcanzado en el primer capítulo.

Entonces, resignado a sufrir, el "Pelado" metió al paraguayo Torres y armó una línea de cinco defensores para aguantar el partido. Lanús lo arrinconaba cada vez mas, pero no logró llegar a la igualdad que mereció.

De esta manera, San Lorenzo obtuvo 3 puntos fundamentales para seguir en lo más alto del certamen y con correr riesgos durante Semana Santa.