Es joven, tiene 28, y aún continúa sus estudios. Pero Natalia Kusznierz tiene mucho que mostrar dentro de las artes plásticas. Hace poco más de un mes expone en una sala alternativa de Roca una nueva serie de sus trabajos. “Lo que se vio en Casa Digital fue la obra que realicé entre 2005 y 2006, y que abre la puerta a lo que estoy haciendo ahora, sobre todo influenciado por el seminario que estoy cursando con Eduardo Médici en el museo de bellas arte local”. “La obra fundamental de la muestra, el hito, es aquella que mandé a los diarios y que puse en el afiche. En ella aparece el círculo, el blanco, la textura que luego continúan mi trabajo. Yo venía trabajando en obra que no llegaba a ser minimalista, porque tenía telas y fondos no totalmente planos de color, y tampoco geométricas de regla y escuadra. La mancha está, la textura de la tela sigue estando”, explica. A partir de esa obra comienza lo que Natalia define como “la búsqueda del blanco, del blanco más puro”. “Con esa obra aparece el círculo, el blanco y la textura. Volví al remanso de lo más simple, el blanco, la geometría. Y a partir de eso aparece un estudio del blanco que es lo que estoy haciendo ahora. Es una investigación sobre el blanco casi científica, de búsqueda de diferentes blancos. Para que el espectador pueda ver cuántos blancos hay y la relatividad del color ya que muchos de los tonos que aparecen en mi obra son blancos, pero blancos coloreados”. Y la palabra blanco aparece mil veces en el discurso, pero sólo tantas como es necesario para transmitir la idea de su obra, de su búsqueda. Esa búsqueda comenzó con sus estudios en el Instituto Nacional Superior de Artes (INSA) donde se recibió en el 2005 de Profesora Nacional Superior de Artes Plásticas pero su inquietud no le permitió poner un stop en su educación. “Realicé seminarios con Pérez Célis y Carlos Uría con quien también tomé clases y fue muy importante, nos sólo a mí sino que creo que a mis compañeros también nos abrió la cabeza, fue todo un cambio en la manera de ver las cosas. También con Eduardo Médici fue importantísimo, a partir de él hubo un cambio crucial en mi imagen”. Y la lista de sus maestros no puede concluir sin mencionar a Claudia Aranovich quien fue generadora de la muestra más importantes de esta artista hasta el momento. “Claudia fue importantísima. Con ella hice un seminario que se llamó Profesionalización de las Artes Visuales donde aprendimos a montar una obra, con todo lo que eso implica. A partir de allí, como proyecto que podía realizarse o no, creamos la idea de la muestra en la bodega Bagliani que finalmente llevamos a cabo”. Esa muestra se llamó “Entreluces y Sombras”, fue organizada en el 2003 junto a Vilma Alsina, Nelsa Bertea, Alejandra Basse y Lorena Gómez, y para Natalia marcó un antes y después. “Fue muy emocionante y educativo. Aprendimos cómo movernos y que hay cosas que las tenés que hacer vos mismo. Fue muy importante además por el caudal de gente que hubo. Era increíble pero, tal vez porque era un espacio alternativo, no convencional, la gente se corría la voz. También fue muy emocionante encontrarnos con gente que había trabajado en ese lugar y que se reencontraba con su pasado y nos contaba su historia. Como muestra fue lo más importante que hice”. Esta muestra fue repuesta en febrero del 2004 en adhesión a la “XXXIII Fiesta Nacional de la Manzana”. A mediados del año pasado, con su trabajo mucho más madurado, Natalia realizó una muestra junto a Nelsa Bertea en la sala de exposiciones de la Municipalidad de Allen que llamaron “Proyecciones”. Mientras continúa estudiando para rendir las equivalencias en el Instituto Universitario Nacional de Artes para conseguir su licenciatura en artes plásticas, el 2007 llegó con una nueva oportunidad de mostrar su obra, esta vez en Roca. “También disfruto de la música como integrante del Grupo Vocal Municipal. Siento que la música y la plástica tienen tanto que ver... A veces parece que son tan diferentes, casi opuestas, lo material y lo inmaterial, y sin embargo se rigen por conceptos iguales. Me estoy manejando dentro de un mismo territorio aunque los materiales sean diferentes”. “Ahora los proyectos son terminar mis estudios y seguir trabajando sobre el tema de los cuadros blancos. Es interesante en diferentes cosas como instalaciones, objetos, pintura, tal vez fotografías o escultura que no he hecho nada. Pero siempre creo que hay que formarse, estudiar las técnicas para que no te manejen a vos sino que vos las conduzcas a ellas”.
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