Reunidas un día soleado para una foto, en una azotea de Manhattan, con un vistazo del perfil neoyorquino de inicios del siglo XX a sus espaldas, las mujeres parecen un grupo de amigas, quizá compañeras de un grupo estudiantil de visita. Lo que refuerza esa impresión es la figura a la izquierda, una mujer erguida que luce una impecable blusa blanca. Las mujeres captadas ese día eran las llamadas Muchachas Tiffany, con su líder, Clara Driscoll: un grupo de talentosas diseñadoras que hizo contribuciones vitales, aunque casi enteramente anónimas, a muchos de los famosos mosaicos, ventanales y objetos decorativos de Louis Comfort Tiffany”, comenzó su crónica “The New York Times” al cubrir “A New Light on Tiffany” (Una nueva perspectiva sobre Tiffany), en la reciente exhibición en la Sociedad Histórica de Nueva York. En esta muestra los curadores descubrieron que Clara Driscoll hacía más que supervisar a un equipo de talentosas artesanas. También era la fuerza creativa oculta detrás de un objeto legendario en la historia de las artes decorativas de Estados Unidos: la lámpara Tiffany. “Creo que Tiffany se hubiera muerto” de haberse revelado que Driscoll diseñó algunas de sus lámparas más famosas, dijo Martin Eidelberg, profesor emérito de historia del arte en la Universidad Rutgers. Tiffany nació en Nueva York y después de estudiar pintura en su ciudad natal con los artistas estadounidenses George Innes y Samuel Colman se trasladó a París para ampliar sus estudios. Durante algún tiempo permaneció en Europa, donde pintó óleos y acuarelas. A su regreso a su país centró su atención en otras cosas aparte de la pintura. Creó una fábrica de vidrio y experimentó con la técnica de las vidrieras aplicada a objetos decorativos y de arte. Es recordado sobre todo por la invención de un proceso de cristal opalescente, conocido como avrile glass (vidrio irisado de fabricación artesanal), que empleó para decorar, con gran colorido, ventanas, jarrones, lámparas y otros objetos de arte decorativo. Sus piezas, muy apreciadas en la actualidad por los coleccionistas, se caracterizan por las líneas curvas y delicadas del estilo Art Nouveau. La primer Tiffany Glass Company fue constituida el 1 de diciembre de 1885 y en 1900 se hizo conocida como Tiffany Studios. En su fábrica usaba vidrios opacos en variedad de colores y texturas para crear un estilo único de vitrales, que contrastaba con el método de vidrios transparentes pintados o esmaltados que habían sido los métodos dominantes en la creación de vitrales durante cientos de años en Europa. El uso de vidrio con color para la creación de vitrales fue motivado por los ideales del movimiento Arts and Crafts y su líder William Morris en Inglaterra. En 1893 Tiffany construyó una nueva fábrica, llamada Tiffany Glass Furnaces, localizada en Corona Queens, New York. Llegó a ocupar a 300 artesanos y muchas de estas lámparas iluminaron su propia casa de Oyster Bay, en New York, que poseía 84 cuartos. Hoy, parte de estas creaciones pudieron verse en una memorable exhibición. DESDE 1885 TIFFANY GLASS COMPANY COMENZO A USAR VIDRIOS OPACOS EN VARIEDAD DE COLORES Y TEXTURAS PARA CREAR UN ESTILO UNICO DE VITRALES, INNOVANDO Y CONTRASTANDO CON LO QUE SE ACOSTUMBRABA EN EUROPA POR ENTONCES (QUE ERA ESMALTAR O PINTAR LOS VIDRIOS).
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