Más de 250 millones de personas en todo el mundo son víctimas del proceso de desertificación de los suelos, mientras que otros mil millones están bajo su amenaza directa, según datos suministrados por la Secretaría de la Convención de Naciones Unidas (ONU) que lucha contra ese fenómeno. La superficie fértil de la Tierra, el manto vegetal y los cultivos sanos son los primeros "heridos graves" de la degradación de los suelos, lo que trae como consecuencia la escasez de agua y alimento, que deriva en grandes hambrunas, migraciones en masa y pérdidas económicas millonarias. Con el objetivo de monitorear los planes nacionales para luchar contra este flagelo, se está realizando en Buenos Aires una reunión de representantes de los 191 países que suscribieron la Convención de la ONU en la Lucha contra la Desertificación, encuentro que finalizará el próximo miércoles.
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