Através de los años y de la mano de las numerosas consultas que durante ese tiempo hemos recibido, potenciado ahora con esa fenomenal herramienta que es el correo electrónico, no me cabe ninguna duda de que el césped -junto con el arbolado de las veredas- es la principal preocupación de las amigas y amigos “locos por las plantas”. Las consultas abarcan desde la preparación del suelo, las especies de gramíneas más aptas para la región, el riego, la siembra, la fertilización, los cortes y cuidados en general ... cualquier problema con el dichoso césped, es motivo de alarma y precupación. PRECAUCIONES 1 Hay recomendaciones que son por fuerza repetitivas año tras año. La principal es comenzar por una correcta preparación del suelo. Se observa a muchos “media cuchara” que, en su afán legítimo de “parar la olla”, realizan trabajos insuficientes. Es así que en su apuro por hacer el trabajo, o por el temor de que si pasan un honorario algo más elevado el cliente puede negarles la changa, no lo trabajan adecuadamente con la pala y no lo limpian, por lo que realizan la siembra sobre un terreno duro, con escaso o nulo drenaje. Esa siembra es “pan para hoy y hambre para mañana”. Indefectiblemente el césped al comienzo va a nacer adecuadamente y crecer ... hasta que llegan los primeros calores y allí empiezan los problemas y los lamentos. Agua estancada bajo el ardiente sol y una capa de tierra que impide el progreso y aireación de las raíces, lleva a la pérdida irremediable del césped y del tiempo y dinero invertidos. Por eso, regla de oro número 1. No pretenda ahorrar en este primer paso, porque después “le va a salir más caro el collar que el perro”. PRECAUCIONES 2 La segunda recomendación está referida a qué tipo de césped sembrar o colocar. Muchos pretenden tener un “césped inglés” en los climas áridos de nuestras ciudades, algunas veces casi en zona de meseta. Nuestra región patagónica, seca, con alta radiación solar y fuertes vientos desecantes marca una limitante con las especies demasiado tiernas. No digo aquí que es imposible tener un césped como una cancha de golf. Lo que digo y sostengo es que le va a hacer sudar la gota gorda y que cualquier descuido, como por ejemplo el riego en vacaciones, puede ser fatal. Regla de oro número 2. Usar festuca alta o raigrás perenne. PRECAUCIONES 3 La tercera recomendación está referida al riego. Piense en cómo va a regarlo antes incluso de preparar el suelo y no el “después veo cómo lo hago” ... eso es fatal y termina mal o con gastos adicionales dolorosos. Recuerde que no es estrictamente necesario tener un sistema de riego por aspersión computarizado. Si bien el sistema en forma de lluvia (aspersión) es el más recomendable, se puede regar con una aspersión fija manual o móvil y hasta a mano. El tema es balancear el costo/beneficio. Si va a usar el “sapito”, sepa que lo tendrá que cambiar de ubicación cada 5 minutos en primavera y cada 15 en verano, si riega una vez por día (de noche o a la madrugada). Y lleve un orden “teutón”, para no errarle. Regla de oro número 3. Prevea la forma de riego, aunque sea con un “sapito”. UNA OBSERVACION Algunas siembras de primavera prosperaron bien hasta setiembre y a partir de esa fecha no “querían más lola” ... no crecía y el color de las plántulas comenzó a ser rojizo, terminando por secarse y tirando al tacho el dinero, el esfuerzo y las esperanzas. ¿Qué sucedió? Averiguando, pudimos saber que la cosecha de semilla de festuca alta fue escasa la temporada 2005/06, tal vez por razones climáticas, tal vez por una mayor demanda al haber mejorado la situación económica, o por ambas cosas. La consecuencia fue que en alguna semillera se vendió raigrás anual por festuca alta y esta semilla, por ser justamente anual, al comenzar el calor busca semillar y secarse ... fue tan dramático, que en algunos jardines ni siquiera semilló, sino que desapareció de la faz de la tierra y ahora obliga a repetir la siembra. Responsable de esta situación es sin ninguna duda la semillera, ya que el minorista local no tiene forma de darse cuenta hasta que tiene los resultados a la vista. No sabemos si por error o por picardía, aparentemente las bolsas venían rotuladas erróneamente. Contra eso no hay regla de oro, sino sólo una alternativa: comprar el césped en panes. Será más caro, pero es mucho más seguro y rápido. CARTA DE LECTORES! Hace una semana volví de mis vacaciones y me encontré con la 'rareza' de que en un sector de mi jardín había unas extrañas manchas, yo jamás las había visto y eso que siempre he tenido jardín. Se disponen en forma redondeada y secan el césped en forma de anillos. El diámetro de dichos círculos es variado. Como me dedico a la informática, busqué información en internet sobre las posibles enfermedades del césped, y por lo poco que encontré, me parece que pueden ser hongos, en particular 'Fusarium'. Lo raro es que la descripción de los mismos en internet no coincide totalmente con mi caso, ya que en mi jardín , al separar el césped se puede observar una extraña pelusa blanca pegajosa (en horas de la mañana temprano) que se va secando con el sol. Comenté mi caso en el vivero donde habitualmente realizo mis compras y me aconsejaron fumigar con un fungicida sistémico. Ahora bien... he leído que este hongo es muy contagioso... y me atemoriza perder mi jardín si realmente no fuera este el tratamiento indicado para mi problema. Le envío unas fotos para que usted pueda "ver" de alguna manera el estado en que se presentan dichas manchas, y le ruego me dé su valorada y experimentada opinión sobre las mismas. ¿Cuándo puedo resembrar estas espantosas manchas? ¿Qué riesgos corro y qué precauciones debo tomar para no contagiar al resto del jardín? Isabel, Neuquén capital. Después de hacer analizar su césped con los técnicos de Fitopatología del INTA Alto Valle, Mirta Rossini y Alejandro Giayetto, se llegó a la conclusión de que se trata de un hongo saprófito, o sea que se alimenta de materia orgánica ya existente en el suelo pero que de ninguna manera amenaza expandirse o contagiar el resto u a otro jardín. Duerma sin frazada ... Personalmente no he visto ataques de hongos peligrosos en los céspedes de la región, por lo que los fungicidas están demás.
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