Calidez en la deco, materiales nobles, muebles de buen diseño y mucha luz natural: la clave de un dormitorio espléndido, en Bariloche. Encerrar el espacio es el principio de toda arquitectura. Moldear un espacio para uno –es decir, crear un refugio propio– es proteger y fomentar la intimidad. Con esta consigna un matrimonio barilochense armó su casa y en especial el dormitorio principal, donde la armonía y la calma debían ser algo contagioso por demás. Ella, cuyo metier es la decoración, revela algunas de las premisas que aplicó en este sitio y que, por otra parte, siempre le dan éxito en los trabajos que le piden: * lograr que la arquitectura de la casa no compita con el exterior ni con la deco, * conformar espacios francos, de líneas puras, * crear un ambiente moderno e * incorporar el exterior –como el jardín, la terraza y las vistas a la cordillera, en este caso– al hogar. Con respecto a los colores, la dueña de casa recuerda que el blanco es un color que posibilita una perfecta gama de subtonos, luces y sombras capaces de resaltar la arquitectura de un lugar.
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