Chela logró en Acapulco el cuarto título de su campaña. Jugó bárbaro y venció a Moyá. Pensar que estuvo contra las cuerdas en "semis" con Calleri...

Un tenis de altísimo vuelo desplegó ayer a la madrugada Juan Ignacio Chela para vencer a Carlos Moya, por 6-3 y 7-6 (7/2), en la final del torneo de Acapulco y lograr el cuarto título de su campaña.

El "Flaco", quien estuvo contra las cuerdas en la semifinal ante Agustín Calleri y se benefició con el abandono por lesión del "Gordo", sumó el tercer título para el tenis argentino en polvo de ladrillo en el año, después de los triunfos de Guillermo Cañas en Costa do Sauipe y Juan Mónaco en Buenos Aires.

El argentino, quien con este éxito sumó 250 puntos para el ranking mundial, se tomó revancha de la final perdida ante el peruano Luis Horna en la pasada edición.

Este año, Chela cambió de entrenador, renunció al equipo de Copa Davis y hasta dejó su programa de televisión para dedicarse al circuito. Fue una muy buena decisión de un tenista que sueña con avanzar en el ranking.

La solidez del argentino fue su gran argumento para superar al ex campeón de Roland Garros. Chela siempre impuso su derecha potente, profunda y cada vez que la jugó cruzada logró desequilibrar al español.

En el sexto game del primer set, el "Flaco" logró quebrar el saque de Moya y conservó su servicio para imponerse 6-3, casi sin pasar ningún sobresalto en apenas 33 minutos.

En el segundo set, ambos mantuvieron su servicio y Chela se sobrepuso a tres set point en el décimo game para mantener su saque y empatar 5-5.

En el duodécimo game, Moyá estaba a un punto para partido, pero Chela volvió a conservar su servicio y forzó el desempate.

En la definición, el español cometió una doble falta y a partir de ese momento Chela marcó la diferencia y logró el cuarto título en su campaña.

"Me siento fantástico en México", comentó Chela al recibir el trofeo, y le dedicó el título a su novia, a su familia y también a Calleri, "quien me tenía liquidado", aseguró el "Flaco" en relación con el partido que el "Gordo" tenía casi ganado y tuvo que abandonar por una lesión.

Chela encaró el año con el desafío que recuperar protagonismo. En Acapulco demostró que puede. Todo depende de su juego.