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Entrevista a Julio César Castro: \"No podemos atender a la víctima de abuso sólo con el Código Penal | ||
Finalmente lograron crear esta unidad contra delitos sexuales y trata, pero usted afirma que van por más. ¿Qué tiene en mente? Nos tomó dos años concretarlo, hubo resistencias pero también mucho apoyo y acá estamos, con un montón de proyectos que toman forma. Resolvimos el problema del financiamiento con un aporte del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y ya estamos trabajando en redes con centros de salud, especialmente con hospitales públicos, que son los que reciben las denuncias de abusos y que tienen un protocolo de trabajo que abordamos conjuntamente en lo que se refiere a cócteles retrovirales, la prevención del sida y el tratamiento inmediato, tanto físico como psicológico, de la víctima. En este momento trabajamos en la formación de un grupo interdisciplinario para ayudar a las víctimas y para investigar los delitos. ¿Cuál es la función de esta unidad? La investigación de delitos vinculados con la integridad sexual es la función más importante pero, además, hacemos un relevamiento de datos cuantitativos en distintas fiscalías con el objetivo de desarrollar un mapa del delito. También colaboramos con otros fiscales que tienen causas que nos incumben, sin perjuicio de las que parten de las denuncias que nos llegan directamente. Además, elaboramos análisis y programas de prevención y asesoramiento y capacitación en la temática que nos ocupa. ¿Qué muestran sus primeros sondeos? Relevamos algunos datos del 2006: tenemos 316 casos de delitos contra la integridad sexual con autores no identificados en Capital Federal, un promedio de un hecho, un hecho y medio por día. Nuestro relevamiento no se hace sobre la base de lo que llaman "cifras negras". Lo que no se denuncia es una estimación. Me pregunto de dónde surge ese dato de casos que no se denuncian. Uno no va barrio por barrio tratando de saber lo que no se denuncia, yo trabajo con números concretos. Actualmente, estamos relevando la información en centros de salud de Capital, porque puede suceder que alguien se haga atender y no llegue a la denuncia; en ese caso, ese suceso queda registrado aunque no llegue a un expediente judicial y debemos contabilizarlo. ¿Qué porcentaje de menores compone esa cifra? La mayoría son mujeres jóvenes sorprendidas en la vía pública, lo que no quiere decir que no haya muchos casos entre gente que tiene algún grado de conocimiento, en los que se incluye la órbita intrafamiliar aunque esto corresponde a una etiología mucho más compleja. Tenemos, por una parte, el atacante desconocido que actúa en la vía pública; después, los ataques de conocidos con algún punto de conexión con la víctima y luego, otro grupo muy importante que corresponde al abuso intrafamiliar. Estamos hablando de casos en los que una porción importante de las víctimas es menor y los atacantes, padrastros, tíos, parejas de la madre y abuelos, entre los más frecuentes. Los datos exactos de esto no los tengo, porque estamos reuniendo las causas que han sido cursadas en la Cámara Civil. A veces éstas entran a partir de un caso de violencia y, a la larga, se descubre que hubo abuso. ¿Qué hacen frente a casos de violaciones perpetradas por sujetos no identificados? En este caso, nos compete seguir con la investigación, analizar los datos para saber dónde se produjeron con mayor frecuencia. Cruzamos datos que tiendan a la elaboración de un mapa del delito para, además, prevenir. Esta unidad tiene un propósito, que es dedicarnos full time a delitos contra la integridad sexual. Estamos convencidos de que así optimizaremos nuestra tarea. A veces logramos dar con los delincuentes y otras no, pero con tres violadores que se descubran, yo estoy dando respuesta a tres víctimas. ¿Y en qué términos esta unidad redefine su relación con fuerzas policiales, peritos y gente que trabaja en estas problemáticas? Este es otro tema en el que estamos trabajando. Lo que tenemos previsto es organizar grupos específicos de trabajo, tanto con Prefectura como con Gendarmería y la Policía. En algunos lugares, cuando se habla de menores prostituidas, siempre se habla de policías involucrados. Un prostíbulo en donde se explota a menores nunca es un dato ajeno a una comunidad. No puede ser que todo un pueblo sepa dónde está el prostíbulo y que la policía lo desconozca o no haga nada. Llevo 25 años en la Justicia, no soy ingenuo. No quiero decir que todos los policías sean iguales, pero sí destacar que muchos miran para otro lado o actúan en connivencia. Por eso, la idea es trabajar con fuerzas especializadas, no con toda la fuerza. Además, nuestra idea es formar un grupo muy específico en Gendarmería que atienda temas vincu lados con la trata de personas; el ingreso ilegal de extranjeros, fundamentalmente de paraguayas hacia este país, es un tema de Gendarmería. Hay una relación interfuerzas que, de acuerdo con la especificidad del tema, vamos a convocar para la tarea. En la trata, el mapa del delito excede la ciudad de Buenos Aires. ¿Cómo abordan la cuestión jurisdiccional ? Estamos trabajando en una ley del Congreso que cree esta unidad, justamente para que tengamos una competencia más amplia, fuera de la Capital y, específicamente, competencia del orden federal. Efectivamente, la trata plantea un espacio interjurisdiccional y una relación con los países limítrofes. El problema central que se nos plantea es que por ahora sin esa ley, tenemos que actuar muy burocrática y lentamente, por vía indirecta, mediante exhortos y dependiendo de la buena voluntad de los colegas. Una ley como la que tenemos en sus trazos finales aceleraría los procesos. Cada persona imprime su modalidad de trabajo. Usted, ¿a cuál apuesta? Al trabajo interdisciplinario y en equipo. Para mí no hay otra forma de trabajar. No podemos atender a una víctima solamente con el Código Penal. Podemos dar una respuesta desde el punto de vista penal, podemos dar con el autor, pero la realidad es que con autor o sin él la víctima de abuso sexual queda afectada tremendamente y la proyección de este hecho la va a acompañar toda su vida. Los abusos en un preadolescente son de los casos que más nos preocupan, porque una chica de ocho u once años que es violada por su padrastro o una adolescente que va a trabajar y es violada en la vía pública está comprometida en su desarrollo futuro, fundamentalmente en su vida de relación. El impacto que provoca a nivel psíquico una violación es realmente catastrófico, porque lo carga durante toda su vida. El fantasma del ataque no se borra con una denuncia policial. Las víctimas tienen que elaborar su sentimiento de culpa, cuando no luchar con su creencia de que ellas tienen que ver con ese episodio, o con la idea de que no van a ser comprendidas o que las van a señalar por lo ocurrido, o que nunca va a poder tener un vínculo sexual o afectivo normal, etc., etc. Es decir, si nosotros sólo trabajamos con el Código Penal y no lo hacemos de modo interdisciplinario, vamos por mal camino. Peor aún: todavía hay colegas que usan mal sus recursos; por ejemplo, cuando llaman 80 veces a declarar a una víctima, revictimizándola en cada declaración. Bueno, esto no se puede hacer más. El Estado no puede utilizar a la víctima para su servicio, llamándola a declarar infinidad de veces un hecho tan traumático. ¿Y qué otras cosas cree que le corresponde hacer al Estado? Hacer campañas, educar para que una víctima sepa qué tiene que hacer en estos casos e incluir esos conocimientos como parte de la educación sexual. Prevenir y educar. Prevenir, por ejemplo, para que los jóvenes sepan poner límites. En términos sencillos, hoy se vulgariza muchísimo el tocamiento en lugares de esparcimiento, como que es parte de la noche que algún pibe excedido de copas haga lo que le dé la gana. Bueno, aquí la tarea educativa tiene que fortalecerse... también hay que educar a los padres, porque nosotros recibimos a las víctimas y a sus padres. Lidera una de las iniciativas más novedosas sobre el combate del abuso sexual, las violaciones, la trata y los delitos vinculados con la intimidad. Destaca la necesidad de lograr un trabajo interdisciplinario, de precisar el mapa del delito y de construir otra relación con las fuerzas de seguridad. |
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