Fue el hombre de la tarde. Esta certeza quedó en evidencia cuando 'Mingo' Perilli decidió regalarle una de sus primeras ovaciones al sacarlo de la cancha. Una catarata de aplausos se fundió en sus oídos. Su sonrisa era elocuente.

Daniel Carou, el verdugo de Roca, no dejó lugar a dudas a la hora de hablar de objetivos. "Es lindo hacer goles en los clásicos. Pero te digo la verdad, ojalá que este sea el último clásico ante Roca".

El enganche, con algo de ironía, señaló de esta forma que para Cipolletti no hay otro futuro que el ascenso, algo en lo que coinciden todos sus compañeros y el cuerpo técnico que encabeza Perilli.

Otro que sabe en esto de facturarle al 'Depo', aunque ayer no sacudió las redes, es Oscar Padua. El 'Loco' reconoció que el albinegro no jugó bien en el primer tiempo y que la expulsión de Cristian Villanueva "nos favoreció mucho, porque el partido se abrió", dijo el artillero.

Sobre la roja al defensor, que desató una pequeña escaramuza, el delantero confesó que "tuvimos un encontronazo y me tiré al piso. Seguramente él lo va a tomar como una experiencia".

Diego Alvarez, con la amargura surcándole el rostro, alcanzó a decir que fue un cotejo "que estaba para cualquiera de los dos, hasta que llegó la expulsión (de Villanueva) y el partido se desvirtuó".

Con el mismo semblante, el debutante entrenador Martín Medina indicó que el fútbol "tiene estas cosas. Creo que tuvimos las mejores ocasiones en la primera mitad, pero la expulsión nos complicó el partido".

Sobre esa jugada el técnico, como casi todos los jugadores del 'Depo', señaló que "me gustaría volver a ver lo que pasó, porque no hubo ningún golpe. Sin dudas, nos condicionó para el resto del encuentro".