Dadas las altas tasas de crecimiento observadas en los últimos cuatro años en la economía argentina, el nivel de inversión se transformó en una de las variables más monitoreadas como proxy de la ampliación de la capacidad de producción que permita continuar con el crecimiento, sostiene un reciente informe de la consultora abeceb.com De acuerdo al trabajo, uno de los indicadores adelantados a la publicación del dato de IBIF, que brinda indicios sobre el comportamiento de la inversión en maquinaria y equipo de producción, es la importación de bienes de capital. En 2006 las mismas ascendieron a u$s 8.541 millones, lo que representa una tasa de crecimiento del 18,6% respecto de 2005. Con esto se observa un lógico descenso en la tasa de aumento anual que en 2005 había sido del 34%. Cabe destacar que el volumen importado en 2006 superó en términos absolutos los niveles de importación de 1998 (máximo nivel de la década pasada) en un 0,5%. Sostiene el informe de abeceb.com que, cuando se realiza el ratio de las importaciones en términos del PBI, en 2006 el mismo ascendió a 4,1% levemente por arriba del 3,9% observado en 2005, pero 1,3 puntos porcentuales por encima del máximo nivel registrado en 1998. Esto pone en evidencia cómo se encareció el capital importado en términos del valor del producto. Analizando el origen de las importaciones de bienes de capital, se observa que las provenientes desde el Mercosur representan el 33% del total, a pesar de haber disminuido la importancia como origen respecto de 2005, cuando alcanzaron un nivel del 37%. En un segundo lugar se encuentran las provenientes desde el Nafta y la UE con un 23% y 19% respectivamente. Las importaciones provenientes desde China ocuparon el tercer lugar y pasaron de explicar el 10% en 2005 al 12% en 2006, cuando en 1998 sólo representaron el 3% del total. Si se realiza una comparación de los orígenes actuales respecto a los de 1998 se observa que el Nafta y la Unión Europea pierden relevancia. En 1998 el 61% de las importaciones de bienes de capital provenían de esas dos zonas, mientras que en 2006 ese guarismo cayó a 42%. Como contraparte, el Mercosur ganó relevancia con 14 puntos porcentuales más de participación pasando de un 19% a un 33%. El segundo origen que más importancia ganó fue China que pasó del 3% en 1998 al 12% en 2006. A partir de lo analizado se observa una clara sustitución de los orígenes de los bienes de capital importados, lo que seguramente tiene relación con el encarecimiento relativo de los mismos a partir de la devaluación. A pesar del importante crecimiento de las importaciones de bienes de capital es preciso realizar una reclasificación de dichos bienes a partir de su impacto productivo. En este sentido se distinguen 3 niveles: 1) de alto impacto, el cual considera a aquellos bienes y máquinas de mayor vínculo con el proceso productivo; 2) de impacto medio, a aquellos con un nivel intermedio de influencia sobre los estándares productivos (principalmente productos que complementan la máquina dura); 3) de impacto bajo, se trata de aquellos con baja influencia sobre el nivel de producción. Dentro del total de las importaciones de bienes de capital, las clasificadas como de bajo impacto, a pesar de haber mostrado una pequeña caída en 2006 respecto a 2005, representan el 25,3% del total. En este grupo se destacan los celulares que representan el 13,9% de las importaciones. Por su parte, los bienes de alto impacto productivo representan el 39,2% mientras que los de medio impacto explicaron el 35,5% A modo de conclusión, el informe de abeceb.com sostiene que a pesar del importante nivel alcanzado por las importaciones de bienes de capital, si se excluyen los bienes de bajo impacto productivo, dicho guarismo pierde relevancia.
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