La Bombonera se puso su mejor traje y espero con ansias la vuelta del hijo pródigo. Los sueños fueron variados, desde verlo lanzar el mejor caño hasta aguardar por sus 'estocadas' fatales... y quién no pensó en un gol de "Romy". Pero todo quedó en la nada, Juan Román Riquelme regresó, pero Boca no ganó, y el "Torero" jugó un partido apenas discreto.

El planteo de Rosario Central funcionó a las mil maravillas, y La Bombonera postergó la fiesta. Cinco años pasaron desde la ida de JR y su arribo a préstamo a cambio de seis millones de pesos tenía aroma a tarde épica. Pero Romy estuvo lejos de su nivel, y sólo mostró algunos chispazos de su talento.

Pero todo no termina allí, porque en realidad el 'canalla' fue más que Boca y no retornó a Rosario con los tres puntos sólo porque el arco local estuvo custodiado por Mauricio Caranta.

Los de Gorosito tuvieron a Riquelme y los suyos contra las cuerdas en el primer tiempo, luego se replegaron e intentaron liquidar el juego de contra.

Es cierto que en la primera parte Boca tomó la iniciativa de la mano de Riquelme y Neri Cardozo, pero no tardó en apagarse. El "Canalla" se replegó y esperó, supo sacarle la pelota y llevar peligro, sobre todo mediante Angel Di María y por el callejón libre que dejaba Battaglia. Así quedó mano a mano y ganó Caranta, que triunfo otra vez a los 38 frente a Andrés Díaz.

Pero de ese tiro de esquina llegó la apertura del marcador: Damián Ledesma se elevó en el centro del área y le bajó el balón con su cabeza a Zelaya, que sólo tuvo que empujarla. De ahí en más, sólo tuvo una Palermo, que desaprovechó después de una asistencia del "Topo Gigio".

En lo futbolístico, el complemento no mostró algo mucho más distinto. Central manejaba la pelota, pero a Boca lo empujaba su gente. Así llegó al empate, a los 9, cuando después de un córner y un par de desprolijidades, Palacio la empujó al gol.

El empate le dio una inyección anímica importante, Boca se hizo de la pelota y fue en busca de la victoria. El ingreso de Marioni por Palermo le dio aire, y pudo hacerse de los tres puntos si Cardozo hubiese afinado la puntera. También sufrió en el final, cuando a los 39 Zelaya, solo frente a Caranta, le dio inexplicablemente la pelota a Díaz, que le atinó al travesaño y se fue desviado.

Boca terminó atacando a puro centro y Central, conforme con el punto obtenido.