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LUJO NATURAL

 

Con un telón de fondo exuberante y natural se levanta el Ponta dos Ganchos Exclusive Resort, de la cadena Relaix Chateaux. La obra, simple pero impecable, es de la arquitecta Elianne Klenner, que hizo una relectura de la
arquitectura azoriana, y cada cabaña es de un estilo rústico chic.

En una península al borde del Atlántico brasilero en el litoral de Santa Catarina, a 40 km al norte de Florianópolis, se sitúa este resort cinco estrellas, de la cadena Relaix Chateau, compuesto por un conjunto de 20 bungalows.
Para la arquitecta Elianne Klenner, el diseño de este compendio más que un trabajo fue un placer. El terreno, además de la voluptuosidad del paisaje, presentaba varias ventajas: La topografía local es en declive hacia las orillas, lo que permite que todos los bungalow tengan una vista espectacular sobre el verde esmeralda del mar, sin necesidad de rellenos en el terreno u otras estructuras. El proyecto se pensó como un conjunto VIP de cabañas camuflado entre la vegetación.
Por su parte, las leyes de saneamiento permiten un índice bajo de construcción en esta área, lo cual hubiera sido un impedimento si no fuera porque los empresarios deseaban algo pequeño y exclusivo.
Klenner, de origen uruguayo-brasilero, tuvo que pensar en un espíritu que no chocara con el ambiente circundante y que a su vez cumpliera con los requerimientos de un 5 estrellas. “Nos inspiramos en la arquitectura local y en la naturaleza del lugar. Lo que hicimos fue una relectura de la arquitectura açoriana, característica de la región de Santa Catalina, sofisticando un poco los materiales para atender al exigente público del hotel.
El resultado, es lo que llamo estilo rústico chic”, explica.
El complejo consta de tres tipologías diferentes de cabañas que van de 85 m2 a 130m2 variando en espacios y elementos de confort. En cuanto a los materiales se guardó una uniformidad formal que se funde con la vegetación utilizando principalmente un tipo de madera originaria de la región, llamada Garapeira, grandes paños de vidrio y piedras encontradas en canteras locales. El conjunto también cuenta con un restaurante de lujo, en cuya arquitectura se utilizó piedra, y diversas maderas brasileras como Angelim Pedra y Jatobá en la estructura y arquitectura interior, dejando para el techo madera de Piaçava, natural del nordeste de Brasil.
Tal como se ha hecho en la arquitectura tradicional de Santa Catalina desde épocas de la conquista, en el proyecto se utilizó el embozo de arena gruesa y la madera.
Los techos a dos aguas en teja de barro son también herencia centenaria, un recurso eficiente previendo las fuertes épocas de calor o lluvia, para mantener la construcción libre de humedades, fresca al interior durante todo el año y propinando una gran área de sombra sobre terrazas y balcones.
Otros espacios dentro del complejo, como el spa, se levantaron como simples carpas de tela que eluden la calma y el relax de oriente.
Al interior de las cabañas la arquitecta tuvo que idear la manera de albergar toda la tecnología y la comodidad sin generar incoherencias con el entorno. Esto fue logrado manteniendo un lenguaje cromático sencillo y escogiendo materiales acordes con el ambiente y el exterior de las cabañas.
Estos fueron usados en un tono minimalista de máxima sencillez y generando enormes transparencias para que el exterior invada con su magia el interior que sin embargo se mantiene protegido de las inclemencias del tiempo.
Así, el proyecto supo desarrollarse equilibrando su ánimo rústico y sus ventajas de hotel de alto nivel.
La arquitecta comenta: “Las cabañas súper lujo cuentan con sauna y bañera de hidromasaje particular. Las cabañas denominadas “De la Villa”, que son las de mayor tamaño, cuentan con sauna doble con vista al mar, bañera de hidromasaje especial interna con techo de vidrio para ver las estrellas, infinity pool en jardín particular, home theatre y otros mimos... A cada elemento le dimos su justo lugar para que se disfrute al máximo!”. Detalles como el deck de madera sobre el que se sitúa el jaccuzzi con una visión de 180 grados sobre el océano, los jardines interiores en las duchas, o los corredores bajo sombra ideales para instalar una hamaca, son los que hacen de este lugar un paraíso inolvidable. Por otra parte, ofreciendo al visitante un contacto directo con la cultura local, e integrando diseño al máximo con savoir faire del trópico, los muebles y piezas de decoración estuvieron a cargo de diversos profesionales y artistas originarios de la región y conocedores de sus materiales y posibilidades plásticas.
El proyecto se desarrolló en una mentalidad ecológica en la que cada elemento preexistente se transforma en un recurso aprovechable tanto técnica como visualmente. “Intentamos sacar beneficio de todos los elementos de la naturaleza existentes en el lugar, sin depredar la vegetación, piedras o topografía.
Todo quedo intacto y lo integramos a la arquitectura. Así mismo, con el objetivo de mimetizar la construcción con el paisaje utilizamos colores terrosos para todas las unidades” afirma Elianne. Los pasos seguidos en el proceso de realizar una obra armónica con el entorno van más allá de la parte estética.
“El emprendimiento se mantuvo firme en su propósito también en cuanto a la vegetación pues se preservó el suelo realizando un trabajo de reforestación con árboles nativos, substituyendo pinos, árboles de bambú y otras especies no originales de la región, por otros árboles y plantas nativos que alimentan los suelos y el ecosistema.
Finalmente compusimos un paisaje autóctono: plantas nativas, como el “Jambolão”, bromelias y otras especies adecuados para nutrir los suelos. Nuestros extensos jardines cuidadosamente planificados tienen la apariencia del paisaje natural de la península”, especifica la arquitecta. Entre otros aspectos del proyecto, también se tuvo especial atención en el tratamiento de las aguas negras, con miras el aprovechamiento de las aguas para irrigación y abono de los suelos.
La obra arquitectónica de este complejo hotelero, en cuanto a su forma y técnica es digna de cinco estrellas.
La belleza de la montaña al borde del mar, la arquitectura planeada para procurar el bienestar y la calma, sumados a los servicios de alta calidad que se prestan en el hotel, hacen de este rincón brasilero puro placer para el alma y los sentidos.
 


Ponta dos Ganchos Exclusive Resort
Governador Celso Ramos – Santa Catarina
www.pontadosganchos.com.br

AUSTERIDAD EN LA RIQUEZA. LA PALETA SENCILLA EN TONOS CREMA Y CAOBA Y LA PUREZA EN LAS LINEAS NO DESMEJORA LA FERTIL CREATIVIDAD CON QUE FUE DISEÑADO ESTE BAÑO. LOS JARDINES INTERIORES Y LAS VENTILACIONES QUE INSINUAN EL EXTERIOR, MAS LOS MATERIALES NOBLES ESCOGIDOS PARA LA CONSTRUCCION, HABLAN DE LA MULTIPLICIDAD DE FUENTES DE INSPIRACION CON QUE FUE CONCEBIDO EL LUGAR.

EN UN GENERO MUY CONTEMPORANEO, LOS ESPACIOS INTEGRADOS PERMITEN SER RECORRIDOS COn FLUIDEZ A LA VEZ QUE EL AIRE Y LA LUZ reCORREN LIBREMENTE EL ESPACIO. EJEMPLO DE ESTO ES EL DORMIS.

EL TRABAJO DE PAISAJISMO QUE DEMARCA LA COMUNICACION INTERNA DEL RESORT Y LOS TERRITORIOS ENTRE CASA Y CASA FUE INTELIGENTEMENTE PLANIFICADO. PLANTAS NATIVAS DE GRAN ESPESURA Y ALTURA Y FLORES DECORATIVAS PROPICIAN LA PRIVACIDAD A LA VEZ QUE GENERAN UN RECORRIDO AGRADABLE Y SILVESTRE. hay riqueza en los relieves.

ESTE SITIO ESTA LLENO DE PEQUEÑOS PLACERES FIRST CLASS que ayudan a la transicion entre la INTIMIDAD de la alcoba y la inmensidad del paisaje oceanico. en todo momento se plantea, desde lo arquitectonico y la deco un dialogo enriquecedor entre oriente y occidente, ENTRE LO URBANO Y LO SELVATICO, SIEMPRE EN POS DE ALCANZAR UN AMBIENTE RELAJANTE.

 



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